La Ertzaintza quiere ocupar su sitio
Los contribuyentes pagan para Euskadi dos redes de seguridad superpuestas
La principal singularidad de la autonom¨ªa del Pa¨ªs Vasco, junto al concierto econ¨®mico, es la Ertzaintza (Polic¨ªa Aut¨®noma). Seis a?os despu¨¦s de la entrada en vigor del Estatuto de Gernika, la Ertzaintza cuenta con 2.682 agentes en funciones, otros 600 en formaci¨®n en la academia de Arkaute (?lava) y 11 bases comarcales que cubren casi 3.000 kil¨®metros cuadrados, con m¨¢s de 520.000 habitantes, la cuarta parte de la poblaci¨®n de la comunidad aut¨®noma. Las Fuerzas de Seguridad del Estado no han reducido sensiblemente sus efectivos. Las dos polic¨ªas se superponen, y la pol¨¦mica sobre el futuro del orden p¨²blico en Euskadi dista mucho de estar cerrada.Los puntos de vista entre Madrid y Vitoria permanecen alejados. Eli Galdos, activista de ETA durante la dictadura, ahora viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, cree que falta voluntad pol¨ªtica. "No quieren que la Ertzaintza sea la polic¨ªa con competencias y responsabilidades plenas que establece el Estatuto, porque no conf¨ªan en nuestra voluntad para combatir los delitos llamados terroristas", afirma.
Ram¨®n J¨¢uregui, delegado del Gobierno central cree que "la Ertzaintza se est¨¢ desarrollando seg¨²n un modelo de polic¨ªa integral, que como hecho pol¨ªtico no puede ser cuestionado por nadie", pero admite que existe un problema de confianza. "La sustituci¨®n de las fuerzas del Estado debe ser consecuencia de la credibilidad que alcance la polic¨ªa vasca ante los ciudadanos, vascos y no vascos, no una condici¨®n previa".
El enfrentamiento entre ambas administraciones, central y aut¨®noma, alcanz¨® su punto de mayor dureza tras la muerte, en tiroteo con un comando terrorista de ETA, del delegado general del Gobierno vasco para asuntos policiales, Genaro Garc¨ªa-Ando¨¢in, durante la liberaci¨®n del industrial secuestrado Lucio Aguinagalde. El presidente del Gobierno aut¨®nomo, Jos¨¦ Antonio Ardanza, lleg¨® a decir que J¨¢uregui se tendr¨ªa que tragar unas declaraciones en las que ped¨ªa a la Ertzaintza mayor ardor en la lucha contra ETA.
J¨¢uregui, por su parte, sigue convencido, pese a todo, de que la Polic¨ªa Aut¨®noma no combate el terrorismo all¨ª donde se encuentra desplegada. "No tiene informaci¨®n, de acuerdo. Pues que la coja de donde est¨¢, que la busque, que la pida. La Ertzaintza se niega a ir a las juntas provinciales de seguridad, donde se re¨²nen los mandos policiales y se pone sobre la mesa toda la informaci¨®n disponible". La ¨²nica explicaci¨®n que encuentra a esta negativa es "una desafortunada expresi¨®n del lendakari Ardanza" seg¨²n la cual no conviene mezclar en el mismo cesto manzanas sanas y podridas.
Galdos no es menos tajante y se lamenta de que la Polic¨ªa Aut¨®noma ni siquiera tiene garantizado el acceso regular e inmediato a los bancos de datos del Ministerio del Interior para conocer la informaci¨®n que sobre cada ciudadano contiene el Documento Nacional de Identidad Califica de "tonter¨ªa completamente absurda" la sospecha de que en la actuaci¨®n de la Ertzaintza para liberar a Aguinagalde influyera- la afiliaci¨®n del secuestrado al Partido Nacionalista Vasco (PNV). "Hemos estado al menos en otros dos casos a media hora de conseguir la libe raci¨®n de v¨ªctimas de secuestros y eso lo sabe el Gobierno central Sus acusaciones de tibieza frente a ETA son rid¨ªculas", asegura "?Por qu¨¦ no hemos podido culminar las operaciones? La Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional nunca han confiado en nosotros en estos casos. Creen que nuestra informaci¨®n s¨®lo debe servir para que act¨²en ellos".
La desconfianza llega a l¨ªmites insospechados. Seg¨²n ciertas fuentes, el Ministerio del Interior conoci¨® la liberaci¨®n de Aguinagalde antes de que le fuera comunicada por la Consejer¨ªa de Vitoria gracias al espionaje de la Guardia Civil sobre los movimientos de la Ertzaintza a trav¨¦s de su frecuencia de radio. "Nos sabemos escuchados", confiesa Galdos; "es f¨¢cil interferir las frecuencias". Debe de ser tan f¨¢cil que parece l¨®gico que tambi¨¦n la Ertzaintza esp¨ªe a la Guardia Civil y al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, aunque el viceconsejro de Interior no lo dice.
El desacuerdo llega a los hechos objetivos, como, el contingente de polic¨ªas del Estado destinados en la comunidad vasca: 9.000 seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno central, 12.000 seg¨²n c¨¢lculos de la Consejer¨ªa de Interior, donde matizan que habr¨ªa que a?adir efectivos con base fuera de Euskadi que operan en el Pa¨ªs Vasco, compa?¨ªas m¨®viles del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa o Grupos Antiterroristas Rurales de la Guardia Civil.
Reduci¨®n de efectivos
Pr¨¢cticamente ning¨²n agente de los cuerpos del Estado ha abandonado Euskadi desde que la Ertzaintza comenz¨® su despliegue, a excepci¨®n de la Guardia Civil de Tr¨¢fico, sustituida a todos los efectos por la Polic¨ªa Aut¨®noma. Aun as¨ª, en la Consejer¨ªa de Interior existe la sospecha de que el abandono de esa fuerza ha sido compensado por alguna otra v¨ªa.La superposici¨®n de polic¨ªas implica un aumento proporcional de los gastos. La Polic¨ªa Aut¨®noma se financia con cargo al Estado a trav¨¦s del concierto econ¨®mico.
Los costes de infraestructura, personal y mantenimiento se deducen del cupo que el Pa¨ªs Vasco debe satisfacer anualmente a la Hacienda central en concepto de cargas del Estado no asumidas por la comunidad aut¨®noma.
El sostenimiento de cada agente y de la infraestructura que precisa cuesta 2.700.000 pesetas anuales.
En la Consejer¨ªa de Interior no existe la menor duda sobre la necesidad de que las fuerzas del Estado se replieguen a medida que la Ertzaintza se despliega, y se piensa que la retirada de unos 2.000 agentes, cuyas funciones han sido asumidas ya por la Polic¨ªa Aut¨®noma, evitar¨ªa al Ministerio del Interior el despilfarro de m¨¢s de 5.000 millones de pesetas del contribuyente.
"Basta leerse el Estatuto de Gernika y las disposiciones complementarias para apreciar que la Ertzaintza no es una polic¨ªa de complemento, sino la polic¨ªa del Pa¨ªs Vasco", argumenta Eli Galdos. "La polic¨ªa complementaria es la otra, que debe cumplir funciones de car¨¢cter extra y supracomunitario, relacionadas con las fronteras del Estado y similares, claramente especificadas. Parec¨ªa imposible sustituir, por su experiencia y su preparaci¨®n t¨¦cnica, a la Guardia Civil de Tr¨¢fico. Lo hemos hecho sin el menor problema. Lo mismo suceder¨¢ cuando la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa se retiren de los pueblos y ciudades donde ya estamos nosotros".
Por su parte, Ram¨®n J¨¢uregui est¨¢ convencido de que es posible alcanzar un acuerdo "que resulte satisfactorio para el PNV". Reinvindica el papel del Gobierno socialista: "La Polic¨ªa Aut¨®noma se ha hecho desde que nosotros llegamos al poder. Hemos retirado a la Guardia Civil de las carreteras, aprobado las sucesivas promociones de la Ertzaintza y su despliegue, tal y como quer¨ªa el Gobierno vasco, autorizando todas las peticiones de material; incluso hemos hecho cierta dejaci¨®n en el tema de los mandos militares, porque sabemos que hay problemas objetivos. La sustituci¨®n parcial de los dem¨¢s cuerpos debe ser consecuencia de la generaci¨®n de confianza y de la adquisici¨®n de experiencia. Mientras, la Ertzaintza tiene que aprender a coordinarse y coexistir con las otras polic¨ªas".
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