El peligro de citar a Garc¨ªa M¨¢rquez
Advierte Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez que la realidad supera a la ficci¨®n, pero este consejo no parece tener eco en Hollywood. Cuando los productores buscaban los exteriores para el rodaje de The Milagro Beanfield war, encontraron al norte de Nuevo M¨¦xico un peque?o pueblo, de nombre Chimay¨®, que parec¨ªa surgir de la imaginaci¨®n de los responsables del filme. Cumpl¨ªa todos los requisitos exigidos por los guionistas, ten¨ªa los establecimientos requeridos y hasta la oficina del sheriff estaba en una de las esquinas. S¨®lo hab¨ªa que quitar algunos ¨¢rboles y adecentar un poco la plaza.Pero sus habitantes, tras no pocas y laboriosas negociaciones, no dieron su permiso para que se rodara. La raz¨®n aducida fue que tem¨ªan que la industria cinematogr¨¢fica terminara con la "tranquilidad y la armon¨ªa" de la localidad y se convirtiera "en un lugar de peregrinaci¨®n". El productor afirma, por su parte, que se trat¨® s¨®lo de una cuesti¨®n de dinero y que muy pocos vecinos se opusieron.
Tanto el productor como el director de la pel¨ªcula no quieren dar m¨¢s importancia al tema, no entienden por qu¨¦ interesa tanto y opinan que Chimay¨® perdi¨® una oportunidad ¨²nica para su desarrollo y proyecci¨®n internacional. En lo que no parecen caer es en el contenido de The Milagro Beanfieldwar: los habitantes de la peque?a localidad de Milagro se niegan a que una urbanizaci¨®n construya en los alrededores porque va a terminar con su "tranquilidad y -armon¨ªa". Han vivido sin la atenci¨®n de las autoridades gr¨ªngas durante muchos a?os y no quieren a su lado un "para¨ªso artificial".
Los responsables de la pel¨ªcula se fueron con los trastos a otra parte y construyeron, unos 80 kil¨®metros m¨¢s al norte, una nueva plaza que recuerda mucho a la Chimay¨®. "Y que nos ha quedado mucho mejor", afirma, satisfecho, el productor.
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