Abel se queda a vivir en Ria?o
Como abogado de los vecinos de Ria?o, de la Coordinadora de Afectados de la Comarca de Ria?o (Cacor) y de asociaciones culturales, ecologistas, deportivas y otras, estimo tener derecho -y casi deber- de contestar al art¨ªculo de Juan Benet Ca¨ªn en Ria?o, que public¨® EL PA?S el 4 de diciembre pasado.Lo primero que hubiera sido obligado es que el escritor no hubiese ocultado que su otra profesi¨®n es la de ingeniero de caminos, canales y puertos, y que es, por tanto, padre o compadre de algunas de las obras que defiende, entre ellas la misma de Ria?o. Parece l¨®gico que un padre quiera a sus criaturas, aunque sean tan monstruosas como la que nos ocupa. Y es tambi¨¦n sabido que determinados progenitores sostienen -pese a que los ginec¨®logos auguren el nacimiento de una extravagancia- su licencia para nacer, m¨¢xime si han sobrepasado las semanas (o los a?os, como en el caso del monstruo de Ria?o) que permitir¨ªan determinar su aborto legal.
Sorprendentemente, Juan Benet -que se autotitula antifranquista y atribuye sospechosas nostalgias a quienes luchamos contra el crimen anunciado del embalse de Ria?o- inicia su art¨ªculo con un l¨¦xico -"vencedores y vencidos" de la m¨¢s rancia tradici¨®n franquista.
Para ¨¦l, son pobres ignorantes todos los catedr¨¢ticos, hombres de letras y de leyes, historiadores, bi¨®logos, antrop¨®logos, agricultores y ganaderos que se han pronunciado -y siguen pronunci¨¢ndose- en contra del embalse, Leviat¨¢n de megal¨®manos.
Por favor, se?or Benet, ll¨¢menos a cuantos estamos contra sus embalses -si quiere hacerlo- ignorantes e incluso rojos, si es que la resurrecci¨®n de este proyecto de la dictadura afecta tanto a las fibras de su paternidad profesional que necesita desahogarse.
Pero no intente confundir "al personal" con una boutade tan impresentable como la de suponer nostalgias franquistas a quienes estamos en contra del pantano -perd¨®n, embalse- de Ria?o. No vaya a resultar que nos venga a las mientes aquel refr¨¢n que denuncia a quienes atribuyen al pr¨®jimo la condici¨®n que les es propia. Despu¨¦s de todo, el embalse de Ria?o es un proyecto franquista y, en pura l¨®gica, habr¨¢ que dudar antes de quienes lo defienden que de cuantos nos oponemos.
En su elemental aritm¨¦tica de "vencedores y vencidos", para Juan Benet unos son los "beneficiarios" y a otros "les toca perder". Ocurre, sin embargo, que en este caso, como en tantos otros, los beneficiarios no son los que nos quiere presentar -esos regantes sedientos que apagar¨ªan su sed entre el a?o 2000 y el 2010, con las migajas de lo embalsado-, sino los de siempre. ?No es cierto, se?or Benet?
Lamento que, pese a blasonar de conocer la zona de Ria?o mejor que "muchos de sus habitantes" y de ser "m¨¢s amante de ella que el periodista encargado de hacer un dram¨¢tico y llamativo reportaje" -?qui¨¦n se da por aludido?-, no ha logrado amarla lo suficiente como para defenderla. Hay muchas personas que pasan por la vida con la soberbia bajo el brazo, pisando jacintos y capilotes, tras la consigna de que "siempre tiene que haber vencedores y vencidos", "beneficiarios y perdedores". Y, naturalmente, los jacintos y capilotes -sin m¨¢s defensa que su belleza, sin porras antidisturbios ni botes de humo- estar¨¢n siempre entre los vencidos y perdedores.
Esos medios de comunicaci¨®n que el se?or Benet desprecia y en los que presume desconocimiento del valle de Ria?o han sintonizado con la sensibilidad de millones de personas de este pa¨ªs que ni comprendemos ni admitimos que el progreso tenga que hacerse a costa del genocidio, de la continua violaci¨®n del derecho de gentes, del despojo y la violencia y de pisotear los valores espirituales, humanos, paisaj¨ªsticos, hist¨®ricoart¨ªsticos, ecol¨®gicos, etc¨¦tera, que en su art¨ªculo obvia Juan Benet con una frivolidad incre¨ªble, al socaire de una modernidad decimon¨®nica.
Su art¨ªculo est¨¢ plagado de paternalistas aseveraciones de que los dem¨¢s "ignoran", "no saben", "desconocen"... cuanto ¨¦l, naturalmente, como todos los perdonaignorantes y sabelotodo, domina. Y, aunque en representaci¨®n de los ignorantes puedo refutar -pues tengo muy buenos asesores de su profesi¨®n y de otras muchas- todos y cada uno de sus argumentos (contra su risible aserto de que los embalses act¨²an como factores de incremento de especies no preciso asesoramiento: ?se refiere a los lucios... o incluso a los fuera borda?), voy tan s¨®lo a complementar su "discreta formaci¨®n t¨¦cnica" con algunas aportaciones de otro tipo, aun consciente de que ¨¦stas no t¨ªenen para ¨¦l gran importancia.
'Ignorancias' de Benet
Y vamos con las ignorancias de Juan Benet:
Ignora que entre los bienes afectados por el embalse de Ria?o existen edificios de los siglos XVIII a principios del siglo XX, con escudos, emblemas, piedras her¨¢ldicas, rollos de justicia, cruces de t¨¦rmino y otras piezas de inter¨¦s hist¨®rico, imposibles de enumerar en este art¨ªculo, muchos de los cuales han sido propuestos como monumentos hist¨®rico-art¨ªsticos. ?C¨®mo ha contemplado la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Duero este tema? Yo se lo dir¨¦: de ninguna forma.
Tampoco sabe que algunas casas re¨²nen las condiciones para ser declaradas como zona arqueol¨®gica -art¨ªculo 15.5 de la ley 13/85 del 25 de junio- por contener sus muros l¨¢pidas vadinienses del siglo III, muchas de las cuales esperan todav¨ªa salir a la luz. ?Las recuperar¨¢ el se?or Benet antes de la inundaci¨®n? Ignora igualmente que, seg¨²n la ley citada, es expoliaci¨®n poner en peligro estos valores que la Administraci¨®n est¨¢ obligada a proteger, constituy¨¦ndose en su defensora, no en su enterradora.
Desconoce -o conoci¨¦ndolo, lo silencia- que no es cierto que todas las personas aceptaran y cobraran, y -que carecen del derecho de propiedad y de usufructo. Por el contrario, pronto demostraremos, donde tiene que demostrarse, con documentaci¨®n y otras pruebas, que en su mayor parte los llamados "mutuos acuerdos" est¨¢n viciados en el consentimiento, otros est¨¢n aceptados por personas que no representaban a quienes dec¨ªan representar, algunos firmaron despu¨¦s de muertos, etc¨¦tera. Si, como apunta Juan Benet, Franco "carec¨ªa del menor escr¨²pulo a la hora de apropiarse de los progresos t¨¦cnicos de la naci¨®n para presentarlos como conquistas de su r¨¦gimen" -afirmaci¨®n que no tengo inconveniente en aceptar y que espero me libre de sus sospechas- no comprendo que pueda asumir sin escr¨²pulos el escritor-ingeniero aquellas expropiaciones y "mutuos acuerdos".
Afirma que el embalse de Ria?o amortizar¨ªa en muy pocos a?os los gastos de construcci¨®n de la presa y la expropiaci¨®n de los terrenos inundados. No nos extra?a. Es l¨®gico que se amortice en poco tiempo todo -?en favor de qui¨¦n?-, incluido aquello que no es mero terreno y que no merece mayor atenci¨®n para Juan Benet, si tenemos en cuenta que la Confederaci¨®n pag¨® por cada hijo de vecino, y no a todos, 2.000 pesetas -s¨ª,ha le¨ªdo usted bien-, indemnizaci¨®n inferior a la prevista por cada oveja. Indicar¨¦ tambi¨¦n que la ley protege a todo poseedor, aun precarista, contra los actos de fuerza, aunque provengan de la Administraci¨®n, y con mayor raz¨®n cuando esa Administraci¨®n viene admitiendo desde hace 20 a?os a esos poseedores sus comercios y actividades, e ingresando, sin remilgos, contribuciones e impuestos. La protecci¨®n de estos ciudadanos se apoya en el C¨®digo Civil, en las leyes administrativas y en el C¨®digo Penal.
Tambi¨¦n le ilustrar¨ªa acerca de que los pa¨ªses progresistas y civilizados, a los que Espa?a acaba de incorporarse, tienen una legislaci¨®n que no autoriza, sin previos estudios de impacto medio ambiental, realizar obras hidr¨¢ulicas de la magnitud del embalse de Ria?o. Espa?a ha asumido en reciente ley esta legislaci¨®n, pero a?adiendo una disposici¨®n final, en virtud de la cual no entrar¨¢ en vigor hasta dentro de dos a?os... As¨ª que, se?or Benet, no nos ponga a Europa como ejemplo si no es para seguir sus civilizadas precauciones.
Lo que no me impide estar de acuerdo con V¨¢zquez Montalb¨¢n en que, junto a la Europa de las catedrales, existe la Europa de los chorizos...
Tengo en mi poder una carta del presidente de la Comisi¨®n de Peticiones del Parlamento Europeo, en la que se?ala que algunos diputados espa?oles han alegado que el embalse de Riaflo ya se ha construido. ?Tan precarias son las razones para justificarlo que es necesario simular que el ecocidio est¨¢ ya consumado?
Remito a cuantos creen en la invasi¨®n de Ria?o a los art¨ªculos 33.3 y 45.2 de la Constituci¨®n espa?ola, al art¨ªculo 137 bis del C¨®digo Penal y art¨ªculos 493 y 496 del mismo texto legal, que nos ilustran sobre los delitos contra el derecho de gentes, las amenazas y las coacciones. Pueden dar tambi¨¦n un repaso a los art¨ªculos 86 y siguientes de la ley de Expropiaci¨®n Forzosa, que obligan, en los supuestos de expropiaciones que impliquen traslado de poblaciones, a instalarlas en terrenos similares y en viviendas y locales de negocio semejantes a los que ocupaban en la zona expropiada para que puedan seguir su sistema de vida. En resumen. Qu¨¦dese el se?or Benet con su teor¨ªa de Ca¨ªn y el crimen de lesa modernidad; qu¨¦dese con su sue?o de director general de Obras Hidr¨¢ulicas para inundar de embalses una Galicia, destinada, como Le¨®n, a ser "perdedora", estanque de patos y cementerio de pueblos. Mientras todo esto llega, si Dios no lo remedia, Abel ha decidido quedarse a vivir en Ria?o, esperando tranquilo que llegue Ca¨ªn con su quijada de burro.
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