La reforma interminable
Muchas de las obras p¨²blicas inauguradas en Madrid son remendadas pocos meses despu¨¦s
La plaza de Chamber¨ª cubierta de arcos fue inaugurada sin alcantarillas. Alguna biblioteca ha sido abierta y luego ha habido que habilitar la correspondiente partida para comprar libros. Para llegar hasta las estrellas del Planetario hay que pasar por un puente cuyo pavimento ha cedido. La plaza de la Provincia ya ha sido retocada tres veces. La piscina cubierta del Pilar tuvo que ser cerrada a los pocos d¨ªas de su apertura. El alcalde anuncia al mes de su colocaci¨®n la sustituci¨®n de las farolas de la Puerta del Sol. Todo ello hace que los presupuestos se disparen y que los t¨¦cnicos municipales parcheen lo que otros hicieron mal. Es la reforma interminable.
El n¨²mero de obras realizadas por el Ayuntamiento en los ¨²ltimos a?os ha crecido vertiginosamente, pero muchas de ellas, una vez terminadas, se convierten en origen de nuevas obras por defectos de proyecto o de acabado, cuando no es el gusto el que entra en juego. A la cantidad de retoques hay que sumar el deslizamiento que sufren los presupuestos de otras obras.Sorprende que los responsables municipales descubran las farolas de Sol tina vez puestas o que no haya bancos en la plaza de Dal¨ª seis meses despu¨¦s de la inauguraci¨®n. Asimismo choca que en la rampa de acceso al Planetario, construida en septiembre, unos tablones limitan ahora un trozo de pavimento que se ha hundido.
Algo nada nuevo, pues unas semanas despu¨¦s de que en julio se inaugurara la plaza de Dal¨ª unas vallas met¨¢licas salvaban a los transe¨²ntes de caer en una v¨ªa de alcantarillado mal cubierta y en el hueco dejado por unas losetas, tambi¨¦n levantadas. En esta plaza a¨²n faltan hasta los bancos. El gasto de los 36 millones que cuesta el mobiliario urbano fue aprobado por fin en noviembre.
Cuatro papeles
Uno de los mejores ejemplos de esta reforma interminable es la plaza de la Provincia. Fue inaugurada en abril, tras una inversi¨®n de 18 millones de pesetas. En septiembre era cambiado el muro de hormig¨®n colocado frente al Ministerio de Asuntos Exteriores.
El ministerio envi¨® incluso una nota al Ayuntamiento para se?alar los errores que ten¨ªa el texto del muro en el que se recordaba la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea. Entre los pa¨ªses integrantes se citaba a Inglaterra y Holanda, en lugar de Reino Unido y Pa¨ªses Bajos. El muro fue sustituido por otro de granito en el que se grab¨® el texto corregido. Luego fue la fuente la que comenz¨® a dar problemas.
La Casa de Vacas del Retiro, restaurada en mayo para sala de ensayos de la banda municipal y para sala de exposiciones, y Premio de Urbanismo y Arquitectura del Ayuntamiento, parece que ahora no ser¨¢ destinada a los ensayos musicales. Faltan los despachos para el personal administrativo, almacenes para los instrumentos, archivo y otras salas. Seg¨²n fuentes municipales, construir todo esto costar¨ªa unos 60 millones de pesetas, al tenerse que hacer en el subsuelo del edificio.
Tambi¨¦n fue Premio de Urbanismo la reforma de la plaza de los Carros, realizada en octubre de 1984. Para cuando se dieron los premios, el pasado mes de mayo, ya nadie recordaba la tala de un cipr¨¦s de 22 a?os, realizada, seg¨²n los vecinos, "con nocturnidad y una perfecta organizaci¨®n". Sobre la galer¨ªa subterr¨¢nea habilitada para visitas, y por la que discurre un antiguo viaje de agua del siglo X, los arque¨®logos que en su d¨ªa destacaron su descubrimiento lo citan como ejemplo de c¨®mo no se debe tratar un hallazgo arqueol¨®gico.
La piscina cubierta del barrio del Pilar tuvo que ser cerrada al poco tiempo de su inauguraci¨®n, el 1 de abril, a causa de deficiencias t¨¦cnicas, como la escasez de sumideros en las duchas o diversos problemas en la carpinter¨ªa met¨¢lica.
Tambi¨¦n fueron anunciadas otras muchas obras, como el cierre del Retiro con una verja art¨ªstica, que no llegaron a verse realizadas porque la cantidad que ped¨ªan los contratistas era demasiado alta. De otras se afirm¨® que ser¨ªan econ¨®micamente rentables, como el rock¨®dromo de la Casa de Campo. El hecho de que no est¨¦ cerrado impide hasta ahora alquilarlo a empresarios privados. Ya hay presupuesto para construir una valla alrededor del rock¨®dromo. Pronto se entrar¨¢ pagando.
Fuentes municipales reconocen que algunos de los proyectos que se presentan para su aprobaci¨®n en el pleno s¨®lo constan de . cuatro papeles" en los que se hacen unas especificaciones de car¨¢cter general. Se trata de aprobar primero el gasto, aun a riesgo de que el presupuesto definitivo no tenga nada que ver con el aprobado. Estos deslizamientos, como los llaman en Hacienda, han obligado incluso a sacrificar un proyecto en beneficio de la terminaci¨®n de otro.
Los fallos, seg¨²n muchos t¨¦cnicos consultados, est¨¢n motivados por las prisas con las que se quiere elaborar un plan trienal de inversiones que se considera "un bocado demasiado grande para el Ayuntarniento".
Abuso del dedo
"Me da la impresi¨®n de que se est¨¢ abusando del dedo. Hemos denunciado el sistema utilizado para encargar la obra oficial como un agravio a la profesi¨®n en general", dice Vicente S¨¢nchez de Le¨®n, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid. "Comprendemos que hay alguna obra que por su entidad haya que encarg¨¢rsela a un profesional de prestigio, pero normalmente las obras que suponen una imagen para la ciudad tendr¨ªan que salir a concurso p¨²blico. Claro que esta soluci¨®n es m¨¢s cara y exige m¨¢s tr¨¢mites".
Si desde fuera se lanzan cr¨ªticas a c¨®mo se contratan las obras con fondos de la partida de asistencia t¨¦cnica, desde dentro del Ayuntamiento tambi¨¦n existe malestar entre los t¨¦cnicos. "En los ¨²ltimos meses el n¨²mero de quejas ha ido en aumento por estos encargos a profesionales ajenos al Ayuntamiento", afirma Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa G¨®mez, presidente de Maisal, asociaci¨®n que dice agrupar al 60% de los arquitectos e ingenieros superiores municipales de Madrid. "La ley permite al Ayuntamiento contratar fuera un proyecto y no utilizar a su propio personal, pero pensamos que las puertas falsas que hay para las excepciones se est¨¢n utilizando en el 100% de los casos. Eso crea una desmoralizaci¨®n total y una desprofesionalizaci¨®n en unos servicios t¨¦cnicos que son fuertes y capacitados", dice el presidente de Maisal.
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