Los cambios econ¨®micos de la URSS no son posibles sin tensiones sociales, seg¨²n Gavril Popov
Los cambios econ¨®micos deseados por la directiva sovi¨¦tica no son posibles sin tensiones sociales, seg¨²n el profesor de Econom¨ªa Gavril Popov, quien se ha manifestado en Pravda a favor de reducir los sueldos a los malos trabajadores para aumentar los salarios de los mejores. Popov lamenta la existencia de obreros y campesinos que se oponen a la reconstrucci¨®n (perestroika) econ¨®mica en nombre del principio de "vale m¨¢s p¨¢jaro en mano que ciento volando".
Gavril Popov, de 50 a?os, es un profesor de la universidad de Mosc¨² que en el pasado se ha distinguido por sus pol¨¦micas intervenciones, como la realizada con motivo del ¨²ltimo congreso del partido comunista, cuando defendi¨® el reconocimiento de los derechos espec¨ªficos de las minor¨ªas en el seno de la organizaci¨®n.Con un lenguaje claro y colorista, el profesor complet¨® hace unos d¨ªas una serie de dos art¨ªculos dedicados a analizar los obst¨¢culos que se oponen a la dinamizaci¨®n de la econom¨ªa sovi¨¦tica y a la reducci¨®n de los m¨¦todos administrativos y de control autoritario. Popov es autor de un libro -Direcci¨®n efectiva- donde defiende la reducci¨®n del sistema de seguridad social que acoge al ciudadano sovi¨¦tico, se pronuncia por un despido f¨¢cil y unos servicios cuyo precio corresponda a su calidad, as¨ª como una nueva estructuraci¨®n de la sociedad que prime a quien m¨¢s rinde y penalice a quien no trabaja.
Seg¨²n Popov, en una primera etapa de la reconstrucci¨®n hay que librarse de la tendencia niveladora en el reparto de los fondos existentes. "Esto significa aumentar el sueldo de los mejores a costa de la reducci¨®n de los ingresos de los peores trabajadores", afirma el profesor. "Como se sabe", contin¨²a, "no es costumbre entre nosotros disminuir los salarios. Es in¨²til".
Popov propone que los mismos colectivos laborales repartan los ingresos seg¨²n el rendimiento, y afirma que la superaci¨®n de la tendencia niveladora no es compatible con los que quieren vivir sin tensiones, pues, se?ala, "sin exacerbaci¨®n de las relaciones mutuas en el colectivo dif¨ªcilmente se puede desarrollar un movimiento de masas real al servicio de la reconstrucci¨®n y la aceleraci¨®n". El eslogan oficial seg¨²n el cual cada obrero debe recibir seg¨²n su trabajo, se ve en la pr¨¢ctica engullido por un estado de cosas en el cual las diferencias de productividad personal son borradas con tendencias niveladoras que act¨²an en nombre de la paz social en el grupo. Es este fen¨®meno el que ataca Popov.
Falta de apoyo popular
El principal obst¨¢culo para el cambio econ¨®mico no viene, se g¨²n Popov, de la resistencia del aparato administrativo, del partido o de los viejos creyentes ideol¨®gicos opuestos a las modificaciones. Viene, principal mente, seg¨²n Popov, de la falta de apoyo de la poblaci¨®n. La resistencia de los grupos institucionales mencionados "podr¨ªa ser barrida f¨¢cilmente por un movimiento de masas de los trabajadores que se apoyase en el deseo de la direcci¨®n del partido". "Pero, en la pr¨¢ctica, este movimiento de apoyo a un nuevo sistema econ¨®mico a¨²n no tiene la debida envergadura", se?ala. "La pasividad del principal eslab¨®n de la producci¨®n es la base que permite la existencia de administradores que frenan la reconstrucci¨®n".Entre los adversarios en el aparato de poder est¨¢n los que deben dejar sus puestos, los que tienen que cambiar su situaci¨®n y papel, los dirigentes de partido que perdieron mucho tiempo y fuerzas controlando el nivel de planificaci¨®n y los supuestos mantenedores de los principios te¨®ricos. Estos ¨²ltimos invocan, seg¨²n dice Popov, los intereses sociales, lo que parece "un cierto romanticismo", pero no defienden "ni siquiera ya el centralismo, sino sus portadores: el aparato burocr¨¢tico de la administraci¨®n".
Popov critica el Gosplan, el organismo de planificaci¨®n, por ser incapaz de realizar un cambio radical de sus funciones y, consecuentemente, una purga en su plantilla, y a los ministerios por las mismas razones. Critica tambi¨¦n el nuevo organismo de control estatal, el Gospriom, introducido recientemente para revisar la producci¨®n de las f¨¢bricas independientemente de ¨¦stas. Afirma Popov que las numerosas instancias de control existentes no lograron acabar con la producci¨®n de mala calidad.
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