Fidelidad y desconfianza

Muchos de los conflictos que se producen entre la Administraci¨®n central y las nacionalidades hist¨®ricas disminuir¨ªan si el Gobierno del Estado confiara m¨¢s en la fidelidad de ¨¦stas, opina Jordi Sol¨¦ Tura, quien cree que Espa?a necesita una bundestreue, la cl¨¢usula de fidelidad federal que rige las relaciones entre el Gobierno federal alem¨¢n y los l?nder: "Aqu¨ª esto no existe cuando los nacionalistas no reconocen totalmente la realidad de Espa?a o el reparto de poderes. No puede haber equ¨ªvocos, como jugar con la independencia y pedir traspasos".Ernest Lluch, desde su experiencia como ministro, admite que esa desconfianza existe. "O los nacionalistas aceptan que Espa?a es una democracia estable y que las leyes estatales -aunque no sean de su agrado- deben acatarse hasta que otra mayor¨ªa las cambie democr¨¢ticamente, o entran en una pendiente hacia la insumisi¨®n y el independentismo", afirma el ex titular de Sanidad. Rodolfo Mart¨ªn Villa admite que la deslealtad de unos y la desconfianza de otros existe a menudo: "Lo peor es que ni unos reconocen no ser leales ni los otros ser desconfiados".

Miquel Roca rechaza que se dude de la lealtad de los catalanistas: "Jugar a la pol¨ªtica del recelo es peligroso y puede ser rec¨ªproco. Que se recele de nosotros cuando hemos protagonizado una operaci¨®n pol¨ªtica fracasada, pero con voluntad de participar en la pol¨ªtica del Estado, es in¨¦dito".

Un alto cargo de la Generalitat afirma que "evidentemente ellos no se f¨ªan de nosotros y nosotros no nos fiamos de ellos. Fijemos, como en la RFA, unas reglas de juego claras, que no sean interpretativas, y entonces el concepto de fidelidad estar¨¢ bien se?alado y ser¨¢ rec¨ªproco".