Gilbert & George: "Cada artista debe simular ser dos personas cuando trabaja"
Dos artistas que se definen como esculturas vivientes
Gilbert & George irrumpieron en la escena art¨ªstica brit¨¢nica, autodefini¨¦ndose como esculturas vivientes, hace 20 a?os, y siguen actuando como tales. Posan como aut¨®matas con toda naturalidad y se quitan la palabra uno a otro para completar casi cada frase. Ambos aparecen en la mayor¨ªa de sus fotomontajes como un leit motiv. Autores de una obra sin ambig¨¹edades, declaran que su fuerza radica en el trabajo en conjunto: "Cada artista debe simular ser dos personas cuando trabaja". Ayer se inaugur¨® en el palacio de Vel¨¢zquez, de Madrid, una exposici¨®n de sus obras.
Uno y uno, en este caso, ya no son dos, sino uno solo. Por eso no importa qui¨¦n contesta las preguntas. Gilbert & George dicen querer llegar al gran p¨²blico a trav¨¦s de grandes temas de la humanidad, como el miedo, la esperanza y la muerte. Lo hacen a trav¨¦s de una fresca explosi¨®n de colores y una afrenta a las buenas costumbres con su desenfadada imaginer¨ªa del erotismo masculino."Decimos que somos esculturas vivientes porque queremos que el espectador le d¨¦ cuenta de que se trata de nosotros habl¨¢ndoles a ellos. No se trata s¨®lo de una, experiencia est¨¦tica. Es el artista dirigi¨¦ndose directamente al espectador", contestan. "Empezamos a crear nuestro traba o sin tener un estudio, sin tener nada, pero aun as¨ª quer¨ªamos ser artistas y nos convertimos en esculturas vivientes. Creemos que el artista es la persona parlante", a?aden.
Sus obras tienen un n¨ªtido trabajo del color y la l¨ªnea; el planteamiento y composici¨®n tambi¨¦n es limpio: ellos tienen un aspecto quiz¨¢ demasiado pulcro, indecentemente impecable. "Durante mucho tiempo", dicen, "los artistas pensaban que el mejor arte era lo que pon¨ªa a la gente ignorante furiosa. Era la definici¨®n del gran arte: algo sucio, misterioso, oscuro. Algo a lo que la gente ordinaria no pod¨ªa acceder. Nosotros queremos hablar ¨¢travesando las clases sociales. Ambos venimos de un medio social muy pobre, y no nos interesa el arte que sirve s¨®lo a unos pocos y que ellos utilizan como s¨ªmbolo de su sofisticaci¨®n".
"Queremos bajar del pedestal en el que ha estado encumbrado el artista y estar con la gente, compartir sus mismos sentimientos", dicen 'estas esculturas vivientes. "Pensamos que el artista tiene que estar envuelto en la vida, no en el arte. El artista debe buscar una idea de la vida, no una idea del arte", agregan.
Gilbert naci¨® en Italia hace 44 a?os, es m¨¢s bajo, m¨¢s expresivo, se cree m¨¢s vulnerable a las corrientes de aire y por eso se pone y se quita el abrigo y la bufanda constantemente. George tiene 45 a?os y es de un hieratismo escalofriante. Es del tipo de persona que dice "esto es muy excitante" sin que apenas se le altere un solo m¨²sculo del rostro. Es posible que todav¨ªa no se hayan construido robots tan perfectos.
"Lo visual es cada d¨ªa m¨¢s importante", afirman. "Los j¨®venes quieren ideas visuales. No quieren leer libros, prefieren ver algo de inmediato. Nuestro trabajo est¨¢ dirigido a gente de todas las edades, pero les gusta especialmente a los j¨®venes, y eso nos alegra porque a los viejos no los podemos cambiar".
Ellos retratan la vida, pero en sus im¨¢genes no aparecen jam¨¢s las mujeres: "Cuando empezamos, nosotros ¨¦ramos el arte, nosotros ¨¦ramos los que habl¨¢bamos. Cuando extendimos nuestra expresi¨®n lo hicimos a trav¨¦s de otros hombres como nosotros. Nuestras ra¨ªces son masculinas".
"No ponemos objetos en nuestras obras de la forma que lo hacen otros artistas. Un artista normal puede poner una manzana o una mujer o un viol¨ªn. La mayor¨ªa de las veces los artistas retratan a mujeres como materia a tratar. Nosotros no tenemos materias a tratar, tenemos opiniones", dicen.
Trabajo a dos
En cuanto a su trabajo juntos, consideran que lo menos dif¨ªcil es hacerlo entre dos: "Eso es lo m¨¢s f¨¢cil de todo. En ello radica nuestra fuerza. Cada artista debe simular ser dos personas cuando trabaja. Piensa, ?debo hacerlo verde o rojo? Y debe esperar una respuesta, es como si fueran dos personas. Para nosotros es m¨¢s sencillo, porque somos en realidad dos personas"."El artista se encuentra siempre solo en su estudio pregunt¨¢ndose a s¨ª mismo si le gusta el rojo o el azul. La vida normal, fuera del arte, hace a cada uno dos personas tambi¨¦n: marido y mujer, rey y reina, el presidente y su esposa, es la combinaci¨®n m¨¢s normal", declaran con sencillez.
?Podr¨ªa decirse entonces que el proceso creativo entre ustedes es un proceso dial¨¦ctico? "S¨ª, aunque nofstamos particularmente interesados en una idea o forma particular en la que Gilbert o yo pensemos por separado. Es m¨¢s que eso, es lo que ambos pensamos: el terreno neutral en el que nos movemos el lugar de encuentro".
Si ustedes fueran el doctor Jekyll y mister Hyde, ?qui¨¦n seria qui¨¦n? Se miran, r¨ªen. "Creo que no es necesario que contestemos. Cualquiera puede darse cuenta de qui¨¦n es qui¨¦n".
Babelia
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