A Dr¨¢cula le gusta el 'rock'
La f¨¢brica del rock absorbe cuantos fen¨®menos se producen aunque sean contrarios al modelo establecido. The Damned irrumpieron con furia en los momentos m¨¢s rebeldes de la historia del rock. El ¨ªmpetu de entonces se agot¨® y el punk se qued¨® donde surgi¨®, en los barrios urbanos humildes, donde a¨²n tiene su raz¨®n de ser.Dave Vanian, cerebro de The Damned, ha encontrado otras maneras, m¨¢s apacibles de expresarse en rock. Entre notas de ¨®rgano barroco se present¨® el quinteto brit¨¢nico con su conductor envuelto en capa negra. Parec¨ªa as¨ª una figura ¨²nica de Dr¨¢cula y de Don Juan Tenorio.
La balada inicial, un tema t¨ªpico de m¨²sica ligera muy vulgar, Sanctum Sanctorum, prepar¨® el t¨ªmido salto de Vanian, que arroj¨® su capa y arranc¨® con la marcha fuerte del recital. Poco se tarda en apreciar que este hombre, con gestos ocasionales de cantante t¨ªpico hortera, canta mal, con un tono que le distingue, pero de escasa potencia. Vanian aprovech¨® para interpretar su repertorio m¨¢s reciente, Anything, In dulce decorum, del ¨²ltimo LP, o Shadow of love, donde sonaron unas voces de coros precisos que result¨® estaban grabados, o Is it a dream?, del ¨¢lbum anterior.
Concierto de The Damned
Sala Astoria. Madrid, 13 de febrero.
Vanian a menudo crea los mismos efectos de ritmo en la estructura de los temas m¨¢s jaleosos, que se sucedieron desde la mitad,del concierto. Frena el tiempo r¨¢pido y canta con calma pasajera para volver a la fase anterior con mayor agresividad.
Eso se repiti¨® en versiones sui g¨¦neris de L . A. woman, de Doors, o en la del ¨¦xito de Barry Ryan, Eloise. El grupo, sin Vanian en escena, dej¨® notar su Inclinaci¨®n al rock duro, que es a lo que realmente suena casi toda, la instrumentaci¨®n de The Damned, m¨¢s unos ligeros toques sinf¨®nicos.
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