Capital riesgo y capital de simiente
El surgimiento de la capacidad empresarial de alta tecnolog¨ªa producido por la revoluci¨®n microelectr¨®nica ha sido posible por la llegada paralela del llamado "capitalismo riesgo", que es en s¨ª un tipo nuevo de empresariado. De hecho, el buen capitalista riesgo de la primera etapa desempe?a tres papeles:1. Identifica y selecciona a empresarios de gran potencial.
2. Ayuda al equipo empresarial a preparar un plan de operaci¨®n y consigue, a menudo, el capital inicial.
3. Da consejos de estrategia para construir y dirigir una organizaci¨®n en r¨¢pido crecimiento.Ideas prometedoras
Los capitalistas riesgo son mucho m¨¢s que simples inversores; son por s¨ª mismos empresarios capaces de identificar las oportunidades, as¨ª como a otros empresarios. La proximidad a los empresarios les permite a los inversores descubrir ideas prometedoras en una etapa inicial. ?sta es la raz¨®n por la que los capitalistas riesgo tienden a ir en grupo, para poder intercambiarse sugerencias y darse participaci¨®n unos a otros en los negocios. Adem¨¢s, tal como se?al¨® Wilson, "el capitalista riesgo se convierte en una forma de empresario especializado, compartiendo los riesgos, as¨ª como las recompensas de la empresa, con sus fundadores y gerentes".
El desarrollo del capital riesgo depende no s¨®lo de la existencia de capitalistas riesgo, es decir, de una administraci¨®n local cualificada, sino tambi¨¦n de la existencia de una v¨ªa, para los inversores en acciones en las primeras etapas, para realizar sus inversiones.Esta v¨ªa de salida es la que proporciona el mercado de valores no cotizados (USM) y el mercado directo (OTC).La diferencia entre el mercado de valores no cotizados y el mercado directo, ambos caracter¨ªsticos del mundo brit¨¢nico, consiste en que aqu¨¦l tiene un parqu¨¦ de negociaci¨®n y est¨¢ regulado, mientras que el segundo es un mercado por tel¨¦fono y no tiene, por lo general, ning¨²n tipo de restricciones.
En el Reino Unido, el mercado de valores no cotizados fue creado en 1890, siendo el primero en Europa, y a finales de 1985 hab¨ªa conseguido un total de 1.000 millones de libras esterfinas, el 75% de las cuales fueron obtenidas por inscripci¨®n de capital y el resto por emisi¨®n de derechos.
En contraste, se calcula que el mercado directo tiene un tama?o de una quinta o sexta parte del del USM. Al mismo tiempo, la provisi¨®n de capital riesgo ha ido aumentando con regularidad, y en 1985 el Reino Unido representaba las dos terceras partes del total de capital riesgo invertido en la Comunidad Europea, si bien hay que reducir tales cifras ya que la mayor parte de estas inversiones se deben a compras de participaciones por parte de los empresarios y no a capital riesgo para nuevas empresas.
El caso de Jap¨®n
El capital riesgo europeo es b¨¢sicamente algo brit¨¢nico (con un 40% del total, aproximadamente, seguido de Holanda con el 16%); Jap¨®n est¨¢ considerado como "el entorno m¨¢s hostil del. mundo para el capital riesgo", por lo que el verdadero capital riesgo sigue siendo b¨¢sicamente un fen¨®meno norteamericano que resulta dif¨ªcil transferir o exportar. El crecimiento del capital riesgo en Estados Unidos, que ha producido un grupo prol¨ªfico de individuos e instituciones independientes que hasta ahora, y de manera acumulativa, han proporcionado unos 19.600 millones de d¨®lares en Estados Unidos, proviene b¨¢sicamente de dos decisiones importantes tomadas por el Gobierno norteamericano en 1978.1. La decisi¨®n de la Administraci¨®n Carter de reducir el tipo del impuesto sobre beneficios del capital de manera dr¨¢stica, del 49% al 28% (que fue posteriormente reducido a¨²n m¨¢s, hasta el 20% actual, mediante la reducci¨®n fiscal de Reagan).
2. La decisi¨®n del Ministerio de Trabajo de Estados Unidos de relajar las normas de la ley de Seguridad de Retiro (Erisa), permitiendo a los gerentes de los fondos de pensiones situar una peque?a parte de sus carteras en inversiones supuestamente m¨¢s arriesgadas, ofreciendo beneficios m¨¢s elevados.
Desde entonces, los fondos de pensiones han m¨¢s que quintuplicado sus contribuciones anuales a los fondos de capital riesgo, y se calcula que actualmente m¨¢s de una tercera parte de los fondos de capital riesgo de Estados Unidos (sobre 1.100 millones de d¨®lares) proviene de los fondos de pensiones libres de impuestos.
Seg¨²n ciertos c¨¢lculos -realizados a partir de un estudio realizado por la General Accounting Office, del Congreso norteamericano (GAO), sobre una muestra de 72 empresas nuevas establecidas en la d¨¦cada de los setenta con respaldo,de capital riesgo-, 1.000 millones de d¨®lares de capital riesgo pueden haber generado:
1. Un volumen de negocios acumulado de 30.000 millones de d¨®lares.
2. 650.000 empleos.
3. 4.500 millones de d¨®lares en exportaciones.
4. 2.250 millones de d¨®lares en ingresos fiscales.
Aunque es s¨®lo una conjetura, estas cifras revelan las profundas implicaciones maeroecon¨®micas de los mercados de capital riesgo y de su impacto en la creaci¨®n de empleo.Las empresas j¨®venes
Se calcula que el capital de inversi¨®n existente para empresas europeas j¨®venes en r¨¢pido crecimiento alcanz¨® un total de m¨¢s de 7.000 millones de d¨®lares en 1985, en comparaci¨®n con 20.000 millones de d¨®lares en Estados Unidos.
Pero las cifras no dicen toda la verdad. Seg¨²n la Asociaci¨®n Europea de Capital Riesgo, la carencia de suficientes proyectos de inversi¨®n de calidad o de empresas j¨®venes que requieren inversiones hace que una gran proporci¨®n de los fondos se dirijan a empresas maduras que necesitan capital para su desarrollo o para financiar grandes compras de participaciones. Y esto es algo que merece tenerse en cuenta al intentar comparar la eficacia del capital riesgo que funciona en Estados Unidos y en Europa.
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