El primero de la clase
"Estoy en una especie de estado de vejez l¨²cido. Me encuentro muy sereno. La serenidad de un hombre que no tiene expectativas personales concretas por delante, si es con lucidez, es un estado perfecto". Claro que ¨¦l las tiene todas. A los 46 a?os, este hombre t¨ªmido, un d¨ªa inseguro, padre de dos hijos, una vida sentimental atribulada, el alter ego de Felipe Gonz¨¢lez, temido como una hidra aunque ¨¦l lo niega, confiesa que Ia gente ya no me cree cuando hablo de esto, pero a m¨ª me gustar¨ªa estar en otra cosa, retirarme. Lo que pasa es que es muy complicado y que hay compromisos morales con la gente, con el partido, con la sociedad. Pero a m¨ª me gustar¨ªa... no s¨¦, lo de la ense?anza me coge un poco mayorcito, algo relacionado con los libros, la traducci¨®n por ejemplo, dedicarme a los libros en cualquier caso, porque ellos son los grandes personajes de mi vida". No fuma, apenas bebe, casi no duerme este Savonarola enjuto que el PSOE utilizara en su d¨ªa como l¨¢tigo de herejes y espuela de leales. Hace cuatro a?os las tertulias madrile?as se agarraban las tripas de risa cuando supieron por una semblanza de Alfonso Guerra que a los nueve a?os le¨ªa a Balmes."Pero si es verdad que lo hac¨ªa, y que con 14 me le¨ª a todo Lope de Vega, ?por qu¨¦ lo voy a negar?". Entonces usted fue un ni?o prodigio o poco menos. "?Prodigio? No, no; en absoluto. Lo que era un ni?o de muchas notas, por necesidad. Mi familia ten¨ªa dificultades y yo sent¨ªa la obligaci¨®n de hincar los codos y estudiar. Mi chaval est¨¢ el primero de la clase tambi¨¦n. Pero yo no creo que eso sean m¨¦ritos. Yo tengo un concepto bastante mediocre de m¨ª mismo, y he repetido hasta la saciedad que mi memoria es infinitamente mejor que mi inteligencia".
Hay una norma no escrita en este peri¨®dico, casi ya una tradici¨®n, en el sentido de que el director de EL PAIS s¨®lo firma entrevistas con jefes de Estado o primeros ministros. Esta cl¨¢usula s¨®lo se ha roto en dos ocasiones, que yo recuerde, en los casi 11 a?os de vida del diario. La primera, cuando Felipe Gonz¨¢lez era l¨ªder de la oposiclon y en clara alternativa al poder, que entonces encarnaba Adolfo Su¨¢rez. La segunda, hoy, con Alfonso Guerra, seguramente porque la ¨²nica alternativa al poder de Felipe viene precisamente de ¨¦l, y no, por el mornento, de ning¨²n otro partido. "Estoy plenamente convencido de que si hubiera una discrepancia fundamental entre Felipe y yo en la vida pol¨ªtica, yo me iba a casa. El enfrentamiento no se va a dar. La discrepancia, puede. .., incluso un d¨ªa la discrepancia total, pero nunca el enfrentamiento". Claro, porque ya se dice que ustedes se reparten los papeles: ¨¦l de polic¨ªa bueno y usted de malo. "Yo no soy ning¨²n polic¨ªa... Es verdad que se ha generado esa imagen del duro y el Hando, y la verdad es que pol¨ªticamente ha funcionado, aunque no sea real, y es imposible luchar contra ello". Vaya que si lucha, pese a todo, Alfonso Guerra, convencido de que "no es cierto que la gente me tema en mi partido, antes bien estoy, convencido de que el sentimiento general es de afecto y de cari?o". Vaya que si lucha cuando confiesa que "lo m¨¢s importante en la vida de las personas son los hijos, porque la gratificaci¨®n de convivir con un chaval o con una ni?a est¨¢ m¨¢s all¨¢ de cualquier otra aspiraci¨®n del ser humano". ?No le parece, se?or vicepresidente, que ofrece usted una imagen muy poco autocr¨ªtica de s¨ª mismo? ?Cu¨¢les son sus defectos, seg¨²n usted?" "Hombre, soy poco sociable, tengo tendencia a la soledad, y eso no es muy humano, me parece. De ah¨ª viene la acusaci¨®n de que soy seco, lo que no es cierto. En cambio, soy, may orgulloso, nunca estoy donde no me quieren. Eso en pol¨ªtica debe ser tremendo, un error capital, pero no me va tan mal, despu¨¦s de todo".
Alg¨²n d¨ªa los aficionados a la interpretaci¨®n psicol¨®gica de la historia bucear¨¢n en el significado de la amistad Felipe-Alfonso para encontrar respuesta a algunas de las interrogantes de la transici¨®n. Mientras tanto, a m¨ª me ha parecido preferible preguntar al vicepresidente del Gobierno por las cuestiones diferentes de la pol¨ªtica, en estos d¨ªas de agitaci¨®n callejera en los que se queman monigotes de paja con la efigie de los gobernantes y hasta hay una revista que anuncia una inminente crisis en el Gabinete. "Yo tendr¨ªa que decir siempre que no va a haber crisis, aunque la hubiera. Pero mi impresi¨®n, con todos los respetos a esa publicaci¨®n, es que eso est¨¢ absolutamente en el vac¨ªo. No hay ning¨²n fundamento". 0 sea que, arrellanados en los sof¨¢s de su despacho, durante casi tres horas, en la ma?ana del Martes Santo pasado, mantuvimos esta conversaci¨®n en la que el n¨²mero dos del PSOE y del Ejecutivo describe con nitidez sus posiciones en pol¨ªtica, interior y exterior, en econom¨ªa y en los problemas institucionales.
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