Ra¨²l Alfons¨ªn anunciar¨¢ hoy en la OIT la reforma de las leyes sociales

El presidente Ra¨²l Alfons¨ªn anunciar¨¢ hoy ante la asamblea anual de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), reunida en Ginebra, la reforma de las leyes laborales vigentes en Argentina desde la dictadura que asol¨® al pa¨ªs entre 1976 y 1983. Los proyectos, redactados en forma conjunta por funcionarios del Ministerio de Trabajo y los asesores de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), son el paso previo a la firma de un "pacto social".

El secretario general de la CGT y l¨ªder del sindicalismo peronista, Sa¨²l Ubaldini, fue inscrito como orador en la misma asamblea para el 19 de junio, dos d¨ªas despu¨¦s de que el Parlamento argentino comience a tratar el llamado "paquete de leyes laborales". Ubaldini quiere estar seguro de que no se producir¨¢n reformas sustanciales en los textos de esos proyectos. El lunes 1 de junio, cuando la delegaci¨®n obrera hab¨ªa abordado ya el avi¨®n que la trasladar¨ªa a Ginebra, el secretario general de la CGT impidi¨® la partida y orden¨® a los dirigentes regresar al centro de la ciudad ante la demora del Gobierno en enviar los proyectos al Parlamento.La legislaci¨®n que ser¨¢ aprobada por el Congreso si se respeta el acuerdo previo entre radicales y peronistas, los dos partidos mayoritarios, contempla todos los reclamos hechos por la CGT desde que asumiera el Gobierno democr¨¢tico. Los proyectos incluyen una nueva ley de Asociaciones Profesionales, de Convenciones Colectivas para discutir salarios y condiciones de trabajo entre obreros y empresarios y de Obras Sociales, que quedar¨¢n a cargo de los sindicatos. El Gobierno radical intent¨®, en el comienzo de su gesti¨®n, imponer una ley de Reordenamiento Sindical con la que se propon¨ªa quebrar el control peronista en los gremios. El proyecto fue aprobado en la C¨¢mara de los Diputados, donde el radicalismo tiene mayor¨ªa propia, pero lo rechaz¨® el peronismo en el Senado.

Desde entonces, su Gobierno debi¨® soportar la embestidade la Confederaci¨®n General del Traba . o contra la pol¨ªtica economica y laboral. Se sucedieron ocho huelgas generales en tres a?os y quedaron en el camino tres ministros de Trabajo y uno de Econom¨ªa. La aplicaci¨®n del riguroso plan de ajuste, llamado austral, en junio de 1985 de acuerdo con las pautas fijadas por el Fondo Monetario Internacional para renegociar la deuda externa argentina, provoc¨® una nueva ola de conflicto social.

El Gobierno decidi¨® a fines de 1986 iniciar una pol¨ªtica de "concertaci¨®n" con los dirigentes gremiales marginados de la CGT, a los que hab¨ªa acusado durante la campa?a electoral de elaborar un "pacto sindicalmilitar". Ese'grupo, conocido como Los 15, dirige los gremios con mayor n¨²mero de afiliados a pesar de que no tiene el control de la central ¨²nica de trabajadores. Uno de Los 15, el secretario general de la Federaci¨®n de Trabajadores de Luz y Fuerza, Carlos Alderete, fue designado ministro de Trabajo en marzo de este a?o.

Compa?ero n¨²nistro

El nuevo ministro, considerado como un "compa?ero" por la CGT, fue autorizado por el Gobierno a conceder un aumento del 6% en los salarios m¨ªnimos y a redactar, junto con los asesores de la CGT, los proyectos de leyes laborales enviados ahora al Parlamento. La estrategia de Ra¨²l Alfons¨ªn para alcanzar el "pacto social" debe enfrentar la reacci¨®n de los empresarios. La Uni¨®n Industrial Argentina (UIA) ha rechazado los textos de laCGT y algunos dirigentes radicales que se indignaron cuando el Gobierno cit¨® a los gremialistas con los que se hab¨ªa enfrentado tres ahos ¨¢ntes, acusan ahora a Alderete de ser el representante de la CGT dentro del poder ejecutivo.En un improvisado mensaje, difundido el lunes por la cadena nacional de radio y televisi¨®n poco antes de partir hacia Suiza, el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn, con ¨¢nimo relajado y buen humor, explic¨® al pa¨ªs la importancia de tres leyes que acababa de firmar: la de "obediencia debida" que exime de proceso a los oficiales de las Fuerzas Armadas que recibieron ¨®rdenes durante la guerra sucia contra la subversi¨®n, la que autoriza el traslado de la capital al sur del pa¨ªs y la que introduce la posibilidad del divorcio vincular. Alfons¨ªn se mostr¨® confiado en alcanzar, al regreso de su viaje, el "pacto social" y cerr¨® su discurso con una recomendaci¨®n: "P¨®rtense bien".