Enfrentamientos en torno al r¨¦gimen cubano protagonizan el ¨²ltimo debate del Congreso de Valencia
Enfrentamientos verbales, en algunos casos pr¨®ximos a acabar en las manos, gritos, silbidos y aplausos en torno al r¨¦gimen de Fidel Castro en Cuba fueron los verdaderos protagonistas del ¨²ltimo debate del Congreso Internacional de Intelectuales y Artistas, que se clausura oficialmente hoy en Valencia. El debate, sobre Los intelectuales, las violencias y las nuevas conciencias cr¨ªticas, se convirti¨® a ratos en un tumulto que el moderador, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, intentaba deshacer. Ello se ve¨ªa acrecentado por una afluencia de p¨²blico tal que llenaba pasillos y escaleras de la sala B del Palau de la M¨²sica.
Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n que hab¨ªa comenzado la mesa redonda con unas notas previas sobre los intelectuales y las violencias, tema del debate, tuvo que cortar las intervenciones sobre el r¨¦gimen cubano que hab¨ªan convertido el acto en algarada. Al margen de los enfrentamientos sobre el sistema cubano, lleg¨® a producirse tambi¨¦n un intento de agresi¨®n al escritor y ex miembro del PCE Jorge Sempr¨²n, y a Antonio de Senillosa, que no lleg¨® a materializarse.La expectaci¨®n (en la sala con capacidad para 400, hab¨ªa 600 personas) ven¨ªa dada por el tema de debate y sobre todo por la presencia del Daniel Cohn-Bendit, l¨ªder estudiantil en mayo de 1968 en Par¨ªs. En el delate, Cohn-Bendit se?al¨®: "La independencia de los intelectuales s¨®lo se puede conseguir si condenamos esos m¨¦todos estalinistas [se refer¨ªa al asesinato de Yoyes a manos de ETA], pero condenamos tambi¨¦n los restos franquistas de la polic¨ªa espa?ola". "La libertad del intelectual espa?ol", a?adi¨®, "es decir no a ETA, pero tambi¨¦n no a la tortura policial".
El acto comenz¨® a centrarse en Castro y su r¨¦gimen cuando intervino el periodista Carlos Franqui, uno de los art¨ªfices de la revoluci¨®n cubana, exiliado en Italia desde 1968. Franqui pint¨® un cuadro de desolaci¨®n sobre el que se alz¨® la revoluci¨®n y sobre ¨¦sta sus errores hasta que, como dijo, "el pan y la libertad desaparecieron y s¨®lo qued¨® el terror".
La intervenci¨®n de Franqui se desarroll¨® sin incidentes, pero no as¨ª la de Martha Frayde, m¨¦dica cirujana residente en Espa?a y perteneciente al Comit¨¦ pro Derechos Humanos en Cuba. Sus palabras, centradas en la denuncia de violaciones de derechos humanos en Cuba, caldearon el ambiente.
Reconocidos miembros del Partido Comunista de los Pueblos de Espa?a, de Ignacio Gallego, comenzaron a repartir panfletos firmados por una autodenominada Comisi¨®n pro Libertad de Expresi¨®n. En ellos se calificaba de "flagrante agresi¨®n a la memoria de quienes han luchado a brazo partido contra el fascismo" la presencia de "un sector de autodenominados intelectuales que vienen colaborando con los m¨¢s precaros (sic) enemigos de la libertad", con menci¨®n expresa a Martha Frayde.
El tumulto continuaba. Un grupo, en el que se encontraba el escritor Mario Vargas Llosa, aplaud¨ªa con entusiasmo, mientras que otro, en el que estaba el actor Francisco Rabal, daba gritos de "?Fuera!". La guinda la puso el comandante Jos¨¦ Luis Pitarch al decir de Martha Frayde: "Se le ha olvidado decir que antes de Fidel muchas cubanas eran putas de los americanos".
Garc¨ªa M¨¢rquez se explica
El escritor y premio Nobel colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez asegur¨® ayer que no asisti¨® al Congreso Internacional de Intelectuales y Artistas, que se clausura hoy en Valencia, porque no recibi¨® una invitaci¨®n. "No s¨¦ si me la han enviado, pero yo no la he recibido y me daba verg¨¹enza pedirla", afirm¨®. Dijo que no era cierto que hubiera estado ilocalizable, puesto que en los ¨²ltimos d¨ªas se encontraba en Barcelona.El autor de El coronel no tiene quien le escriba se?al¨® ayer que le hubiera gustado asistir a los debates celebrados en Valencia, para as¨ª tener ocasi¨®n "de conversar con los buenos amigos que all¨ª hab¨ªa".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.