Cerca de 25.000 puestos de funcionarios han sido cubiertos mediante libre designaci¨®n desde 1984.
El Gobierno ha convocado, por vez primera en los ¨²ltimos tres a?os, un concurso para provisi¨®n de puestos de trabajo en los altos niveles de la Administraci¨®n al que podr¨¢n concurrir libremente los f¨²ncionarios que lo deseen, cuyos m¨¦ritos ser¨¢n valorados conforme a un baremo de puntos. La convocatoria supone un hecho extraordinario en la pol¨ªtica desarrollada hasta ahora por el Gobierno socialista, que hab¨ªa utilizado profusamente el sistema de la libre designaci¨®n. Desde 1984, cerca de 25.000 puestos de trabajo de la Administraci¨®n han sido cubiertos por este procedimiento. Tales datos refuerzan las denuncias gen¨¦ricas realizadas durante la campa?a electoral sobre el amiguismo y la politizaci¨®n del funcionariado.
La convocatoria, suscrita por el ministerio para las Administraciones P¨²blicas, cuyo titular es Joaqu¨ªn Almunia, y publicada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado el 3 de junio, se refiere a 13 plazas comprendidas entre los niveles 17 y 26 (el nivel m¨¢ximo es 30, subdirector general) de funcionarios de la Administraci¨®n del Estado. Dos de esas plazas corresponden al nivel 26, algo verdaderamente excepcional.En los niveles 17 a 24, las plazas se vienen cubriendo en un elevado porcentaje mediante libre designaci¨®n. Por ejemplo, en el nivel 24 (jefes de secci¨®n, director de programas ... ), donde est¨¢n catalogados 7.565 funcionarios, 4.000 de ellos han sido promovidos en los ¨²ltimos tres a?os mediante libre designaci¨®n. Y a partir del nivel 24 los nombramientos siempre se produjeron a discreci¨®n de las autoridades ministeriales.
Otros niveles
En los niveles menos altos se refleja tambi¨¦n con claridad este mecanismo. En el nivel 14 jefes de negociado, se han situado 2.800 personas por libre designaci¨®n, sobre un total de 13.020 funcionarios catalogados en ese pelda?o, seg¨²n datos obtenidos en fuentes de la Administraci¨®n.
Los altos funcionarios de carrera suman cerca de 5.000 empleados, distribuidos as¨ª: 1.305 del nivel 30 (m¨ªnimo de 250.000 pesetas netas al mes, m¨¢ximo de unas 300.000); 434 del nivel 29 (unas 240.000 pesetas); 1.900 del nivel 28 (m¨ªnimo de 220.000 pesetas o 240.000 pesetas); y 640 del escal¨®n 27 (unas 215.000 pesetas). Estos datos sobre los sueldos son meramente aproximativos, puesto que entran en juego factores como el destino, los complementos de productividad, la antig¨¹edad y otros.
Las fuentes oficiales consultadas llegan a reconocer que .s¨®lo un 25%" de las provisiones de puestos de trabajo se han efectuado por libre designaci¨®n de entre los funcionarios que se presenten candidatos a un ascenso.
Seg¨²n esas cifras, entre el 1 de octubre de 1984 y el 31 de diciembre de 1986 los ascendidos por libre designaci¨®n fuer n24.466; por concurso de m¨¦ritos, 43.370; y por concurso interno, 33.495.
Ahora bien, estos datos deben ser contemplados desde el punto de vista global, para toda la Administraci¨®n, puesto que en la v¨ªa de los concursos se incluyen, por ejemplo, puestos como los de cartero o maestro que hinchan esos porcentajes y minoran el relativo a libres de signaciones. Sin embargo, ¨¦stas adquieren un importante peso en empleos de mayor trascen dencia Gefes de servicio, jefes de secci¨®n, jefes de programas ingenieros, t¨¦cnicos de grado medio, secretar¨ªas y otros).
El concepto de libre designaci¨®n viene dado por el art¨ªculo 19 de la llamada ley 30, la de Medidas Urgentes para la Re forma de la Administraci¨®n P¨²blica, promulgada en el segun do a?o del mandato socialista (en agosto de 1984), cuando era ministro de la Presidencia Javier Moscoso. Esta norma esta blece como "sisterna normal" el de concurso, y obliga al Gobierno a elaborar una relaci¨®n de los empleos que se consideran sujetos a un sistema excepcional, la libre designaci¨®n, as¨ª como sus retribuciones y complementos.
El pr¨®ximo 2 de agosto se cumplen tres a?os de la promulgaci¨®n de esta la ley, y solamente dos departamentos hanconfeccionado tal lista: el de Industria y el de la Presidencia. Este ¨²ltimo departamento estaba, si cabe, m¨¢s obligado que ninguno otro, como promotor que era de la ley; pero la relaci¨®n que elabor¨® ha quedado invalidada en la pr¨¢ctica puesto que parte de los centros directivos de ese ministerio ha pasado al departamento de Administraciones P¨²blicas.
As¨ª pues, nada impide actualmente que, por ejemplo, un cartero sea nombrado mediante libre designaci¨®n; y hasta el pasado 1 de, enero cualquier funcionario pod¨ªa ser ascendido dentro de su mismo grupo con ese mecanismo sin l¨ªmite de pelda?os. Desde el 1 de enero -por uno de los efectos retardados de la ley 30-, s¨®lo se puede ascender por libre designaci¨®n de dos en dos escalones.
M¨¢s f¨¢cil
Los socialistas se disculpan con dos explicaciones a estos datos sobre libres designaciones: por un lado, el PSOE se encontr¨® unos cuadros de la Administraci¨®n que le recibieron de u?as, y necesitaba promover a funcionarios que sintonizasen con elcambio; y por otra parte, argumentan, la excesiva utilizaci¨®n de esa figura prevista en la ley no se debe a la politizaci¨®n, sino a la comodidad de los gestores p¨²blicos.
En efecto, los funcionarios de libre designaci¨®n pueden ser destituidos en cualquier momento, y no consolidan su nivel correspondiente -inferior en dos escalones al del puesto que ocupen- hasta dos a?os despu¨¦s del nombramiento. En cambio, los funcionarios de concurso s¨®lo son separados de su puesto por expediente disciplinario.
Asimismo, las fuentes socialistas explican que el sistema de nombramiento es m¨¢s sencillo y ¨¢gil en el caso de las designaciones libres. Se evitan concursos, ex¨¢menes y burocracia.
En cuanto a los enchufes, las fuentes del PSOE y de la Administraci¨®n arguyen que en muchos casos se trata de ascensos favorecidos en niveles intermedios por asuntos familiares o de amigos, y recalcan que no tienen un sentido pol¨ªtico. Un alto cargo de un ministerio aseveraba en su despacho: "No puede haber 25.000 funcionarios con el carn¨¦ del PSOE".
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