Contra el tiempo

Las preguntas que, al margen de la defensa que Delgado haga de su liderato, se formulan algunos pronosticadores de ¨²ltima hora se centran en la contra reloj de Dijon (38 kil¨®metros). Si el Tour se empe?a en coronar a sus l¨ªderes en Alpe d'Huez, tambi¨¦n hay que destacar que en este decenio, al menos, ha convertido en irrelevantes las contra reloj organizadas en las pen¨²ltimas etapas. Ni Zoetemelk (1980, contra reloj de 34,4 kil¨®metros en Saint ?tienne), ni Hinault (1981, 46,5 en Saint Priese, o 1982, 48 en Saint Priese), ni Fignon (1983, 50 en Dijon, o 1984, 51 en Villafranche en Beaujolais), ni H?nault otra vez (1985, 46 en Lac de Vassivi¨¦rre) ni Lemond (1986, 35 en Saint ?tienne) vieron peligrar su posici¨®n.Delgado hace dudar sobre sus cualidades como contrarre lojista por lo realizado en a?os anteriores. Pero en 1987 s¨ª lo es. Y, si va de amarillo, todo el mundo ciclista sabe que defender a su t¨ªtulo mejor que nunca.

Las ¨²ltimas referencias de este a?o son buenas. En siete kil¨® metros de pr¨®logo, en Berl¨ªn, perdi¨® 12 segundos con Roche y diez con Bernard y super¨® a Mottet en siete y a Herrera en 12. En Futuroscope, en 87,5, distancia para grandes especia listas, fue el d¨¦cimo y perdi¨® 2.29 minutos con Roche, 1.47 con Mottet y 1.05 con Bernard; a Herrera le sac¨® 6.32. En Dijon le esperan 36. Cualquier conjetura sobra porque nadie puede adivinar la relaci¨®n de tiempos ni las condiciones psi col¨®gicas en que se encuentren los corredores.