La dimisi¨®n del ugetista Juan Mazarrasa, nuevo s¨ªntoma de la divisi¨®n existente en el socialismo
La dimisi¨®n de Juan Mazarrasa como responsable de la Uni¨®n de T¨¦cnicos y Cuadros de UGT es un escal¨®n m¨¢s en el proceso de alejamiento que viene sufriendo la familia socialista. Juan Mazarrasa es uno de los ¨²ltimos militantes que ha tratado de conjugar su fidelidad a la UGT con sus criterios pol¨ªticos, cercanos a los que defiende el Gobierno del PSOE, hoy por hoy enfrentados a los que enarbola la UGT.
Aunque la dimisi¨®n se haya producido por la falta de apoyo oficial a la consolidaci¨®n de la Uni¨®n de T¨¦cnicos y Cuadros, la marcha de Mazarrasa hay que encuadrarla dentro del deterioro que sufren las relaciones entre el sindicato y el Gobierno. Las discrepancias de Mazarrasa, hoy diputado por Cantabria, con la direcci¨®n del sindicato se vienen arrastrando desde hace varios a?os. El diputado socialista fue ya en 1985 el ¨²nico miembro de la ejecutiva ugetista que mostr¨® claramente su apoyo a las tesis de Jos¨¦ Luis Corcuera sobre la pol¨¦mica reforma de pensiones. Otros dirigentes sindicales que tambi¨¦n estaban a favor de la propuesta del Gobierno prefirieron mantener ocultas sus opiniones. Nunca se sabr¨¢ si por disciplina o por su capacidad para mantener la esquizofrenia de la doble militancia, posiblemente porque supieron encender una vela a Dios y otra al diablo. Hoy siguen viviendo con la contradicci¨®n de ocupar cargos en el sindicato y ostentar cargos en la pol¨ªtica.
Lo cierto es que Juan Mazarrasa, entonces secretario de Formaci¨®n, apoy¨® sin ambajes la reforma del Gobierno y los criterios de su compa?ero de ejecutiva, Jos¨¦ Luis Corcuera. Corcuera termin¨® dejando su cargo de Acci¨®n Sindical porque, seg¨²n sus palabras, no quer¨ªa romper la organizaci¨®n. Mazarrasa continu¨® disciplinadamente en UGT, posiblemente para no aumentar la crispaci¨®n en el sindicato.
Alejamiento creciente
A pesar de todo, nada fue ya lo mismo. Mazarrasa nada ten¨ªa que ver, nada que perder en una ejecutiva con unos miembros con los que cada vez compart¨ªa menos ideas. En el ¨²ltimo congreso de UGT, en 1986, dej¨® la ejecutiva. La elecci¨®n para montar y dirigir la Uni¨®n de T¨¦cnicos y Cuadros tampoco sirvi¨® para arreglar las cosas. Porque aunque en el ¨²ltimo congreso de UGT hab¨ªa aceptado la propuesta defendida por el propio Nicol¨¢s Redondo de encuadrar los profesionales de manera diferenciada y espec¨ªfica, pocas federaciones hab¨ªan apoyado en la pr¨¢ctica esta idea. Para la mayor¨ªa de los dirigentes sindicales, los t¨¦cnicos titulados deb¨ªan estar organizados junto a sus compa?eros de mono. Juan Mazarrasa hab¨ªa mostrado en privado su cansancio por su trabajo, que no contaba con el apoyo real del sindicato. M¨¢s volcado hacia las tesis del Gobierno, Mazarrasa ha roto ya sus amarras con el sindicato. ?l ha sido incapaz de -dicho en t¨¦rminos religiosos- servir a la ley, a Dios y al dinero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.