Minor¨ªas

No estoy de acuerdo con el se?or Fraga Iribarne (EL PAIS del pasado 5 de septiembre) sobre la superioridad del sistema electoral mayoritario a "Ios diversos sistemas proporcionales". Porque al fondo m¨¢s gente tiene representaci¨®n con un sistema proporcional que bajo uno por mayor¨ªa. Y la representaci¨®n de todos los intereses es lo que se quiere lograr con la democracia.En un sistema mayoritario se forman dos partidos grandes (como en EE UU y en el Reino Unido), porque para ganar representaci¨®n hay que conseguir la mayor¨ªa o el 51%. Y a lo largo de hacer esto se pierden los intereses de las voces peque?as, porque tienen que escoger entre las facciones grandes para juntarse a una de ellas, porque no pueden ganar el 51% solas. Y esos grupos grandes, una vez conseguido el apoyo de los peque?os para ganar la elecci¨®n, no les hacen mucho caso despu¨¦s. Los peque?os tienen siempre que esperar que les hagan caso, porque no tienen voz directa en el Gobierno.

Con el sistema proporcional, m¨¢s partidos existen, porque no es necesario ganar la mayor¨ªa para colocarse en el Gobierno, sino una proporci¨®n. Cada uno gana representaci¨®n en proporci¨®n a lo suyo. Siguen existiendo todas las facciones, incluso las grandes, pero ¨¦stas quieren seguir haciendo caso a los peque?os, aun despu¨¦s de la elecci¨®n, porque los peque?os tienen sitio propio en el Gobierno tambi¨¦n, y los votos de una peque?a fracci¨®n, cuando uno no tiene la mayor¨ªa absoluta, pueden afectar los resultados de los debates.

Muchos dicen que las peque?as voces atrasan las cosas, pero a trav¨¦s de la historia se ve que han pasado muchas desgracias cuando se ignoran los peque?os intereses. Y en un sistema proporcional- existen menos posibilidades que pase esto. El sistema mayoritario tiene sus ventajas, pero en el fondo, por lo que he dicho, no es superior. Creo que la soluci¨®n es escoger lo mejor de los dos y crear un nuevo sistema para las necesidades propias de Espa?a.-