Ennosuke: "El 'kabuki' es una explosi¨®n de energ¨ªa"
El espect¨¢culo tradicional de teatro japon¨¦s se presenta por primera vez en Espa?a
Ichikawa Ennosuke III, de 47 a?os de edad, goza en su pa¨ªs de origen, Jap¨®n, de un prestigio social muy superior al que en Occidente se le pueda conceder a un actor de primera fila. Es un maestro del arte del kabuki, forma teatral que desde el siglo XVII permanece invariable y en la que sus tragedias hist¨®ricas o cotidianas se presentan envueltas en la m¨¢s depurada est¨¦tica. Su objetivo principal es dar a conocer "esa expresi¨®n de energ¨ªa y belleza que es el kabuki, en la que nos comunicamos a trav¨¦s de la pasi¨®n y los sentimientos". El espect¨¢culo, que ser¨¢ retransmitido en directo el viernes por TV-2, se presenta hoy en Madrid, en el marco del Festival de Oto?o.
Ennosuke III pertenece al m¨¢ximo rango de la compleja jerarqu¨ªa a la que pertenecen los actores del teatro kabuki, cuyos personajes siempre son interpretados por hombres. Su familia lleva seis generaciones en las que de forma directa se hereda el arte del kabuki. Durante 150 a?os su familia, conocida por Omodakaya, ha ido transmitiendo este arte teatral a trav¨¦s de los nombres de Ennosuke, que lleva ¨¦l, y Dansiro, que llevan su hermano peque?o y su sobrino: "El kabuki empez¨® hace 380 a?os", comenta Ennosuke, "por lo que tengo que decir modestamente que mi familia no es de las m¨¢s antiguas, pero he de a?adir que actualmente no quedan apenas familias como la m¨ªa, en la que hemos ido heredando por l¨ªnea directa, de padres a hijos, el arte del kabuki". Sus hijos, al igual que ¨¦l, se subieron a un escenario de kabuki siendo muy peque?os. Es a los 16 a?os cuando deciden si contin¨²an con el kabuki: "Mis hijos han elegido otras cosas y acepto su voluntad", concluye Ennosuke sin expresar tristeza.Cuenta apesadumbrado el retraso con el que empez¨® a prepararse para ser un actor de teatro kabuki: "Inici¨¦ mi preparaci¨®n cuando ten¨ªa ocho a?os, ya que la II Guerra Mundial impidi¨® que comenzara a formarme a los cinco a?os, que era el momento en que ten¨ªa que haber empezado".
La sociedad moderna
En Jap¨®n, donde la industrializaci¨®n marca la vida cotidiana de sus habitantes, subsisten formas primitivas de arte invariables a lo largo de los siglos, como el teatro n?, el g¨¦nero marionet¨ªstico del bunraku o el kabuki. "En pocos sitios como en mi pa¨ªs se da de una forma m¨¢s contundente la coexistencia de lo renovador y moderno con lo tradicional y las formas que conservan lo antiguo", comenta Ennosuke III. "La generaci¨®n joven acepta el kabuki como una circunstancia normal que conocen desde que nacieron". Estos actores son aut¨¦nticos y privilegiados miembros de una de las elites m¨¢s prestigiadas de la sociedad japonesa. Sus vidas est¨¢n llenas desde la infancia de renuncias, aunque Ennosuke III las vive como algo natural: "Recuerdo c¨®mo de peque?o me apetec¨ªa jugar y deb¨ªa limitarme. Es una vida de monje oriental, donde el esp¨ªritu siempre debe estar concentrado y no se puede entrar en el mundo de la dispersi¨®n".
?l se incluye en el grupo de personas que desde Jap¨®n critican a los occidentales que ven en el kabuki un arte debajo del cual se esconde una reflexi¨®n intelectual: "A lo mejor es que la gente confunde el kabuki con el n?, que desde su origen era intelectual y para una ¨¦lite, aunque no se expresa con energ¨ªa. El kabuki es una explosi¨®n de energ¨ªa y belleza en la que expresamos con nuestro cuerpo y sentimientos la alegr¨ªa de vivir".
A pesar de las influencias que el kabuki recibe, adem¨¢s del budismo, del teatro n?, en ning¨²n momento se antepone, a la hora de la representaci¨®n, el texto al actor, como ocurre en el teatro occidental y en el n?: "El kabuki busca la belleza y la expresi¨®n en los actores, que es lo primero", comenta Ennosuke. Lo curioso es que una regla de oro para los actores del kabuki es deslumbrar al espectador sin intentar destacar y rechazando la originalidad. "Todo tiene que salir", a?ade Ennosuke, "de una fuerza interior que emana desde las entradas, como ocurre cuando realizamos los mi¨¦". Estos mie a los que se refiere Ennosuke son unos momentos cumbre de la actuaci¨®n que se acent¨²an por medio de poses. impresionantes, en las que el actor permanece quieto como una estatua y con los ojos abiertos de par en par, momento en el que la pose se acent¨²a con el sonido de unas claquetas de madera para atraer la atenci¨®n del p¨²blico sobre el actor. "Esta fuerza interior que utilizamos en el kabuki la he relacionado con lo que he observado cuando he visto flamenco". El te¨®rico teatral polaco Jan Kott, que se sinti¨® especialimente atra¨ªdo por el kabuki, define este arte como "un teatro de descarada ilusi¨®n".
La obra que representan hasta el pr¨®ximo domingo es uno de los textos cl¨¢sicos m¨¢s brillantes del repertorio kabuki. Para que acudiera a Espa?a el teatro kabuki, que como hecho excepcional est¨¢ realizando una gira por Europa, no s¨®lo se ha tenido que buscar desesperadamente un espacio f¨ªsico en el que cupieran, sino que el Festival de Oto?o de la Comunidad de Madrid, que ha invertido 17 millones en este espect¨¢culo, ha recurrido al patrocinio de 63 empresas para poder asumir lo que hubiera supuesto unos gastos de casi 300 millones de pesetas.
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