Viento
La ¨²nica ciencia auton¨®mica que respeto es la ciencia de los vientos. No la anernografia, sino la vieja sabidur¨ªa de reconocer vientos a primera vista y luego llamarlos por su nombre verdadero, invocarlos o maldecirlos por sus olvidados apellidos locales. Desconfilo de esos autonomistas fanatizados con las difelencias ling¨¹¨ªsticas comarcales, capaces de matar por un fonema mancillado o de secuestrar banqueros en nombre de curiosas desinencias verbales, pero analfabetos con sus propios vientos, incapaces de recitar las propiedades de sus soplos y de interpretar correctamente sus arcanas e influyentes ventoleras.Porque los vientos, en contra de lo que pudiera parecer, tienen fronteras muy r¨ªgidas, son acontecimientos rabiosamente locales, y seg¨²n viajan en el tiempo y en el espacio van cambiando de raza, de qu¨ªmica, de magnetis?no, de acento. No me vale que las cr¨®nicas de hoy le echen la culpa de las inclemencias atmosf¨¦ricas que padecemos al viento del Norte que asola el continente. Esos mapas del tiempo nos enga?an con sus generalizaciones a ojo de buen sat¨¦lite. A esa nortada, en mi tierra, le decimos el viento gallego, pero nuestros vecinos, m¨¢s m¨ªticos, lo nombran como los antiguos griegos; dicen Boreo, y enciman lo adjetivan al modo de Shakespeare cuando se les pone furioso con los abedules de la Terrach¨¢ y espanta el ganado: "That ruffian Boreas". Pero este duro viento mayor, este vendaval del Norte, tambi¨¦n es el Bai del Egipto fara¨®nico, y el temible Breva del lago Como ' y el Bur¨¢n y el Myatel de las Rusias, y el Matacabras de La Mancha, y el Iseran de los Alpes franceses, y tambi¨¦n el Circias de la Roma de los ¨²ltimos c¨¦sares, y por qu¨¦ no, el Pei Fung de China o el Pruga de Alaska.- Y en cada una de estas grandes geograf¨ªas, a medida 'que descendemos de escala, surgen nombres nuevos, y lo que era un viento ¨²nico, universal, may¨²sculo y singular vendaval de etnia plat¨®nica, se fragmenta, adquiere rango de plural, y abate el bosque, hiela los cuerpos y agita las costas de manera distinta, tan mod¨¦licamente auton¨®mica.
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