Traves¨ªa
En la oscuridad del s¨¢bado caminaba solo por la ciudad con la memoria h¨²meda perdida en el fondo del mar. Algunos mendigos le salieron al paso. Hermano, ?me da una caridad? Al atravesar una plazoleta con ¨¢rboles oy¨® el canto de un ruise?or enamorado de las tinieblas. Hab¨ªa en la esquina varios centauros con los senos de escayola a la intemperie, con ligueros rojos y minifaldas de plata. Alguien le llam¨® desde un cubo de basura tiritando. Guapo, ?necesitas cm poco de ternura? Por la acera desolada pasaron unos mozalbeltes con navajas temblorosas y las tabernas desped¨ªan gritos, echaban a la calle bocanadas de licor. Sin esperanza, ¨¦l buscaba a la chica que lo hab¨ªa abandonado. ?En qu¨¦ punto del asfalto se hallar¨ªa aquella corza? Ve¨ªa sus ojos de oro dentro de la niebla brillando, a¨²n florec¨ªan los neones en la madrugada, un coche tard¨ªo cruz¨® cargado de risas. Probablemente ella estar¨ªa en una discoteca bailando con otros amigos, en un incierto jard¨ªn abrazada a un nuevo amante. Una infanta p¨¢lida se pinchaba una vena en un t¨²nel de cemento y cerca de all¨ª sonaban las blasfemias de una reyerta de beodos. Con leves zancadas, una sombra de traficante se le acerc¨® por la espalda para ofrecerle la raci¨®n. Amigo, ?quieres un pedazo de cielo? Su amor ten¨ªa el cuello de una diosa y se hab¨ªa ido.En la oscuridad del s¨¢bado, perdido en la ciudad, su memoria comenz¨® a sumergirse en un mar muy azul, pero no lloraba. De un garito sal¨ªa un h¨¢lito de m¨²sica acu¨¢tica y los anuncios trazaban dibujos de coral en la bruma. Ahora, en el agua, los centauros se un¨ªan a otros peces fosforescentes, las navajas urbanas se agitaban como sardinas, las rameras de aquel pasaje maldito parec¨ªan ¨¢nforas griegas de un precio. ?En qu¨¦ lugar del fondo marino le estar¨ªa esperando, durante siglos, recostada, una. diosa tan esquiva? En la cima de la oscuridad apareci¨® de pronto la luz fr¨ªa y no quiso desear nada m¨¢s sino el recuerdo de ella. Camino de casa a¨²n le sali¨® al pase, el ¨²ltimo mendigo. Hermano, ?me da una caridad?
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