Comandante Jos¨¦ Miguel: "Combatiremos si Pinochet se perpet¨²a con un fraude"
El dirigente del Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez aporta nuevos datos sobre el secuestro de Carre?o
M?NICA GONZ?LEZ, El Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez (FPMR) "no interferir¨¢ ni perturbar¨¢" la consolidaci¨®n de la unidad en torno al no en la pr¨®xima consulta que se prepara en Chile, declara a EL PA?S su m¨¢ximo dirigente, el comandante Jos¨¦ Miguel, en la primera entrevista personal que concede. "En tomo al plebiscito se ha generado un estado de ¨¢nimo y grandes condiciones de movilizaci¨®n. A ellas pensamos contribuir con nuevas acciones", a?ade. Cuatro a?os despu¨¦s de su nacimiento, y tras su ruptura con el partido comunista, la nueva cara del FPMR representa un comp¨¢s de espera. Pero no ha renunciado a una lucha frontal en el caso de que Pinochet se perpet¨²e con un fraude: "Para esa eventualidad nos preparamos".
El comandante Jos¨¦ Miguel revel¨® detalles in¨¦ditos del secuestro del teniente coronel Carlos Carre?o, la acci¨®n b¨¦lica m¨¢s importante realizada por el FPMR desde que atentara contra la vida del general Pinochet, en septiembre de 1986, ocasi¨®n en la que, seg¨²n Jos¨¦ Miguel, "un peque?o margen de azar salv¨® al tirano".Un teniente coronel Carre?o con hablar pausado y triste fue el que habl¨® a la Prensa el jueves 7 de enero, al ser dado de alta, desde el hospital militar. Lejos estaba la imagen del militar s¨ªmbolo del poder y de la fuerza del Ej¨¦rcito, representante de la f¨¢brica de armamento del Ej¨¦rcito en la Feria Internacional del Aire de marzo ¨²ltimo. El 1 de septiembre pasado, su vida cambi¨®, cuando fue secuestrado por un comando del FPMR. Allanamientos de casas y patrullas militares por doquier fueron la t¨®nica durante los 92 d¨ªas que dur¨® su cautiverio hasta que fue liberado, con un elegante traje, en pleno centro de Sao Paulo. Fue una sorpresa y un serio rev¨¦s para los servicios de seguridad de Pinochet.
Por entonces, el comandante Jos¨¦ Miguel se hab¨ªa convertido en el hombre m¨¢s buscado de Chile. Dos gruesos tapones en los ojos colocados en pleno barrio Providencia, gafas oscuras y un azaroso viaje de cinco horas nos llevaron hasta ¨¦l. Es la primera entrevista personal que concede. No hubo cuestionario previo, tan s¨®lo el hombre frente a la entrevistadora y el sonido de armas autom¨¢ticas que llegan desde el exterior.
Sin vacilar, aclara que el atentado contra Pinochet no fue un fracaso: "Marc¨® el inicio de una nueva etapa en la manera de hacer pol¨ªtica en Chile". Se apasiona con los hechos relacionados con la resistencia antifascista europea de los a?os cuarenta. Es un entendido en la materia. "De all¨ª", dice, "aprendemos cada d¨ªa y sacamos nuestras mejores experiencias".
Se siente imbuido de un cierto papel mesi¨¢nico, adjetivo que rechaza categ¨®ricamente. "S¨®lo s¨¦ que pertenezco a una generaci¨®n que debe entregar mucho m¨¢s que otras para alcanzar la libertad", acota mientras se arregla el pasamonta?as. '
Pregunta. ?Por qu¨¦ el FPMR escogi¨® al coronel Carlos Carre?o para secuestrarle?
Respuesta. Desde hac¨ªa semanas ten¨ªamos en observaci¨®n a varios oficiales. Preferimos escoger a un oficial de cierto prestigio dentro de las fuerzas armadas y que no estuviera directamente vinculado con la represi¨®n del r¨¦gimen. Quisimos hacer un llamamiento a ese sector de oficiales, y hacerles ver la terrible situaci¨®n de centenares de desaparecidos, asesinados, de sus familiares, de sus mujeres e hijos.
P. ?Confes¨¦ el coronel Carre?o en cautiverio alguna participaci¨®n en torturas, asesinatos u otros actos represivos?
R. Nosotros no interrogamos a Carre?o, no le presionamos ni torturamos. No actuamos como el aparato represivo del r¨¦gimen. Con ¨¦l hablamos de pol¨ªtica, de f¨²tbol y, por cierto, de temas militares. Es un hombre que sabe mucho de armamento, es un oficial muy valioso.
P. ?Cu¨¢l era el clima, el ambiente de esas conversaciones?
R. El de militares que se respetan y pueden escucharse.
P. ?Cree posible que un sector de oficiales, llegado el momento, le d¨¦ la espalda a Pinochet?
R. Estamos convencidos de que es posible rescatar a parte importante de ellos. No es una ilusi¨®n, esa idea se vio reafirmada con el caso Carre?o.
P. ?Cu¨¢l era el gran objetivo que persegu¨ªan con el secuestro?
R. Transmitir un mensaje al pueblo, mostrando que, a pesar de la fuerza del r¨¦gimen, es posible derrotarlo. Quisimos demostrar su vulnerabilidad, no compartiendo el derrotismo que hoy afecta a vastos sectores.
P. ?C¨®mo fue la actitud del coronel Carre?o en los primeros momentos del secuestro?
R. ?l cre¨ªa que ¨ªbamos a matarle. Hubo un momento de mucho riesgo, cuando los persegu¨ªa un veh¨ªculo de seguridad y tuvieron que romper el vidrio. Se produjo un intercambio de disparos. Carre?o se asust¨® mucho, y el jefe de la operaci¨®n le dijo: "Nosotros no queremos que muera". A partir de ese momento se tranquiliz¨®.
Contactos militares
P. ?Qu¨¦ antecedentes ten¨ªan ustedes para afirmar -como lo han hecho- que el Ej¨¦rcito buscaba al oficial para matarle?
R. En una reuni¨®n de oficiales que se realiz¨® en el edificio Diego Portales, en octubre, habl¨® el jefe de la guarnici¨®n de Santiago. Dijo que era un problema de honor encontrar a Carre?o antes que el FPMR lo liberara. Inform¨®, adem¨¢s, qu¨¦ oficiales hab¨ªan depositado dinero en la cuenta que abri¨® la familia para juntar la suma del rescate. Amenaz¨® con dar de baja al oficial que fuera sorprendido depositando dinero.
P. ?De d¨®nde saca esas informaciones? ?Tiene contactos con militares activos?
R. Tenemos organizaci¨®n en el interior de las Fuerzas Armadas. Por razones de seguridad hemos hecho desertar p¨²blicamente a algunos de nuestros conscriptos. Tenemos redes de militares activos, nos han dado armamento, adem¨¢s de los muchos amigos que tenemos entre ellos.
P. A trav¨¦s de su gente en los cuarteles, ?qu¨¦ otra informaci¨®n de inter¨¦s maneja?
R. Sabemos que Pinochet pretende repetir lo que se hizo el 11 de septiembre de 1973, utilizando al Ej¨¦rcito para mantenerse en el poder. Est¨¢n preparando a las fuerzas armadas para la idea de que es necesario pasar al conflicto de baja intensidad. En ¨¦l, los pr¨®ximos pasos se plantean no como hitos pol¨ªticos, sino como batallas en las que se gana tambi¨¦n con medidas demag¨®gicas populistas. En una reuni¨®n de suboficiales, un general plante¨® que el plebiscito era una batalla m¨¢s y que ten¨ªan que ganarla. No se trata, como ve, de una consulta electoral.
P. ?Qu¨¦ piensa el comandante Jos¨¦ Miguel cuando sabe que la familia Carre?o se qued¨® sin casa por pagar el rescate y posiblemente el oficial pueda quedar sin trabajo?
R. El rescate lo pagaron tambi¨¦n muchos militares, y ese es el drama que viven millones de chilenos. Tambi¨¦n es una demostraci¨®n de c¨®mo Pinochet abandona a su gente, como lo hizo con el mayor Fern¨¢ndez Larios y tantos otros. As¨ª como abandon¨® a sus escoltas durante el atentado de septiembre de 1986.
P. ?Por qu¨¦ liberaron al coronel Carre?o en S?o Paulo?
R. Porque consideramos que era una ciudad neutral e importante, donde toda la comunidad internacional ser¨ªa testigo de que cumpl¨ªamos nuestra palabra de entregar al coronel sano y salvo.
P. ?Sali¨® de Chile dormido, despierto, en cami¨®n, en avi¨®n? ?C¨®mo le sacaron de Chile?
R. Ese es trabajo para el fiscal militar Fernando Torres.
Cristianos y marxistas
El comandante Jos¨¦ Miguel reconoce la crisis que ha nacido entre el FPMR y el partido comunista, provocada, por "diferentes apreciaciones de la situaci¨®n pol¨ªtica". Y a?ade airado: "No somos el brazo armado de ning¨²n partido. No somos marxistas-leninistas. Somos cristianos y marxistas juntos".
P. ?No pretende su movimiento luchar por la instauraci¨®n de la dictadura del proletariado?
R. Terminantemente, no. Luchamos por acabar con este r¨¦gimen y que el pueblo pueda elegir democr¨¢ticamente su destino.
P. Con la liberaci¨®n de Carre?o, ustedes demostraron Poseer una infraestructura material importante. ?De d¨®nde sacan el dinero?
R. Esencialmente del pueblo y de lo que recuperamos de quienes tienen m¨¢s. Muchas de esas operaciones no son dadas a la publicidad.
P. ?No hay aportaciones de extranjeros? ?Cubanos?
R. No. Las relaciones que tenemos son de amistad y solidaridad.
P. ?Y esa amistad no se manifiesta en ayuda econ¨®mica?
R. Los recursos que poseemos nos los procuramos nosotros mismos.
P. ?No tuvo ayuda de otros movimientos de Am¨¦rica Latina o de Europa? ?De Sendero Luminoso -de Per¨²- o de ETA?
R. No. Ya se lo dije. Adem¨¢s, no tenemos relaci¨®n con esos movimientos. Hay diferencias. Nosotros luchamos contra un r¨¦gimen de ocupaci¨®n al que se opone una gran mayor¨ªa de chilenos.
P. ?No legitima, entonces, la lucha armada contra un Gobierno elegido democr¨¢ticamente.
R. Nosotros luchamos para que los chilenos logren condiciones de democracia real, participativa, como las que conocimos hasta 1973, y puedan optar por el camino que quieran. No compartimos la posici¨®n de Sendero Luminoso o de ETA.
P. Algunos dicen que empu?ar el arma es una opci¨®n f¨¢cil cuando la soluci¨®n pol¨ªtica se toma cada d¨ªa m¨¢s dificil.
R. La libertad vamos a conseguirla a trav¨¦s de la combinaci¨®n de diversas formas de lucha. Las formas tradicionales han variado, y mucha gente no se ha dado cuenta. La forma de hacer pol¨ªtica en Chile cambi¨®.
Llorar por un compa?ero
P. ?Llora cuando cae alguno de sus amigos o compa?eros?
R. Siendo un profundo dolor. No me da verg¨¹enza confesarlo, y lo comparto con mis hermanos, con los que me une todo, hasta la posibilidad de perder la vida.
P. ?Se acostumbra a llevar desde hace tantos a?os una vida clandestina, sin familia ni futuro?
R. Nadie se acostumbra a eso, ser¨ªa peligroso que as¨ª fuera, dejar¨ªa de ser humano. Pero es mi opci¨®n.
P. ?Se imagina como un militar en el Chile democr¨¢tico del ma?ana, si es que est¨¢ vivo para ese d¨ªa?
R. No. Me imagino aportando en la construcci¨®n de este pa¨ªs. Las armas las hemos empu?ado solamente para que los chilenos alcancemos la libertad.
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