Hacia un reparto de la renta por el empleo y en pro de los asalariados

El nuevo cuadro macroecon¨®mico para 1988, muy similar al presentado en septiembre junto a los presupuestos del Estado -el aumento del PIB pasa del 3,8% al 3,7% y la principal diferencia por componentes se deriva de prever un d¨¦ficit de 3.500 millones de d¨®lares por mercanc¨ªas y servicios, casi el doble que entonces-, incluye la estimaci¨®n de que los asalariados mejorar¨¢n su participaci¨®n en la renta gracias a que el empleo volver¨¢ a crecer un 2,6%.Econom¨ªa se?ala que desde 1986 el reparto de la renta ha sido favorable a las remuneraciones salariales, tendencia que se reforzar¨¢ en 1988. Si en 1985 bajaron hasta el 49,9% del PIB antes de impuestos y subvenciones, en 1986 pasaron al 50,1 %, el pasado a?o al 50,3% y en 1988 llegar¨¢n al 50,8%.

Seg¨¢n Solchaga, hay dos v¨ªas para el reparto: con el mismo empleo y m¨¢s salarios reales o con los mismos salarios reales y m¨¢s empleo. "Soy partidario de la segunda y por eso recomiendo moderaci¨®n salarial". A?adi¨® el ministro, que hay una posterior redistribuci¨®n mediante el sistema fiscal, derivada de que la presi¨®n fiscal ha aumentado m¨¢s para las rentas altas y las mixtas, lo cual ha permitido aumentar el pastel a repartir por la v¨ªa del gasto.

Solchaga afirm¨® ayer que el mayor l¨ªmite para esto es la carga financiera, por lo que debe seguir la reducci¨®n del d¨¦ficit. Tambi¨¦n propugn¨® los fondos de inversi¨®n, siempre que partan de un acuerdo previo de patronal y sindicatos.