Europa, en Centroam¨¦rica

LA DIPLOMACIA espa?ola ha desempe?ado un papelrelevante en el proceso que ha permitido reunir en Hamburgo a los ministros de Exteriores de la Comunidad Europea (CE), de Centroam¨¦rica y del Grupo de Apoyo al Plan de Esquipulas, con dos objetivos centrales: el respaldo pol¨ªtico de Europa a los esfuerzos en favor de la paz y de la democracia y la ayuda econ¨®mica al plan de rehabilitaci¨®n de la zona. Antes incluso de ingresar en la CE, Espa?a estuvo presente en las primeras reuniones entre los cancilleres europeos, centroamericanos y del Grupo de Contadora que tuvieron lugar en 1984 en San Jos¨¦ de Costa Rica y en 1985 en Luxemburgo.

Europa ha hecho suya la filosof¨ªa de que los conflictos de Centroam¨¦rica requieren una soluci¨®n regional. Actitud que contrasta con la pol¨ªtica de la Administraci¨®n de Reagan, que los sit¨²a en el marco de la pugna Este-Oeste y se plantea como objetivo central derribar el Gobierno de Nicaragua mediante la lucha armada de la contra. La tercera reuni¨®n de ministros de Exteriores de la CE y de Centroam¨¦rica, hace un a?o en Guatemala, tuvo menor relieve que las anteriores porque coincidi¨® con un momento de confusi¨®n, cuando el plan de Contadora hab¨ªa agotado sus efectos y no hab¨ªa cuajado a¨²n el plan del presidente Arias para relanzar los esfuerzos de paz. En agosto de 1987, en Esquipulas, el plan Arias cobr¨® su perfil definitivo como compromiso solemne de los cinco presidentes centroamericanos.

La reuni¨®n de Hamburgo ha sido denominada como San Jos¨¦ IV. Es una manera de subrayar el car¨¢cter institucional que han tomado los encuentros de los ministros comunitarios con los de Centroam¨¦rica y con los de los pa¨ªses latinoamericanos comprometidos en el apoyo a los esfuerzos de paz. La reuni¨®n de Hamburgo tiene lugar cuando el plan de Esquipulas 2 ha logrado avances indiscutibles: a pesar de muchos obst¨¢culos, hay negociaciones entre el Gobierno sandinista y la contra, y se han dado pasos efectivos para que el Gobierno sandinista, si es ¨¦sa su voluntad pol¨ªtica, emprenda una democratizaci¨®n real en Nicaragua. El momento es adecuado para que Europa tome medidas que refuercen lo que ha hecho desde 1984.

Es importante, antes que nada, que la CE manifieste ahora su respaldo inequ¨ªvoco al plan de Esquipulas 2. Varios cancilleres centroamericanos han asegurado que una participaci¨®n europea, y m¨¢s concretamente espa?ola, puede ser ¨²til en la verificaci¨®n de las medidas acordadas. Espa?a est¨¢ dispuesta a prestar tal ayuda si los diversos pa¨ªses de la zona se lo piden. Por otra parte, la Europa comunitaria ha acogido con satisfacci¨®n los pasos dados hacia la creaci¨®n de un Parlamento centroamericano. De Hamburgo deben salir acuerdos para contribuir a su realizaci¨®n en la pr¨¢ctica.

Y est¨¢ finalmente el problema de la ayuda econ¨®mica. No habr¨¢ soluci¨®n duradera sin medidas para mejorar situaciones econ¨®micas absolutamente intolerables. El deseo europeo de ayudar a la paz es inseparable de una voluntad, que debe ser generosa, en el terreno de las aportaciones econ¨®micas. Partiendo de los planes preparados por la Comisi¨®n Europea, cabe esperar que los ministros decidan hacer un esfuerzo extraordinario, exigido por las necesidades apremiantes del momento. El futuro papel de Europa en la regi¨®n depende mucho de lo que haga ahora.