"Es asombroso que mi dimisi¨®n sea m¨¢s noticia que el debate sobre el estado de la naci¨®n"
Declaraciones de Torres Dulce, ex presidente dei Comit¨¦ ale Apelaci¨®n del f¨²tbol espa?ol
El Comit¨¦ de Apelaci¨®n, presidido por Torres Dulce, perdon¨® un partido de sanci¨®n impuesto por el de Competici¨®n a Hugo S¨¢nchez, despu¨¦s de ser expulsado en el partido que su equipo disput¨® en Pamplona, ante Osasuna, el pasado 14 de febrero, en v¨ªspera de un decisivo encuentro de Copa del Rey frente a la Real Sociedad. Un socio del Madrid absolviendo a uno de sus jugadores es algo que, naturalmente, permite que se abra una dura pol¨¦mica sobre la independencia de los organismos jur¨ªdicos de la federaci¨®n. El ex presidente del Comit¨¦ de Apelaci¨®n a¨²n se muestra sorprendido de que su dimisi¨®n fuese m¨¢s noticiable que el debate del estado de la naci¨®n. con el que coincidi¨® en la fecha.Factores
Pregunta. ?Qu¨¦ factor fue el m¨¢s decisivo en su decisi¨®n de dimitir?
Respuesta. Si mi cargo era pacificar el f¨²tbol, apagar fuegos, poner de acuerdo los aspectos sancionadores o disciplinarios, tenia que contar con la absoluta confianza de todo el mundo, y tener la sensaci¨®n de que las decisiones del tribunal que presid¨ªa eran aceptadas y no puestas en tela de juicio permanentemente. Las declaraciones de algunos dirigentes de clubes notorios, en las que se dijo que no se puede ser soso de un club y presidente del Comit¨¦, me hirieron reflexionar. Otros dirigentes expusieron ciertas reticencias sobre m¨ª decisi¨®n. Hubo reacciones desproporcionadas, como la de Arconada, al hablar de 'hasta d¨®nde llega el enorme poder del Real Madrid'. Mi papel ya no pod¨ªa ser el de juez justo, porque pod¨ªan surgir suspicacias o utilizarse period¨ªsticamente como arma para contrarrestar las decisiones del Comit¨¦. Por eso tom¨¦ la decisi¨®n de dimitir. Adem¨¢s, los sucesos posteriores, con el caso del jugador del Sevilla Ram¨®n (castigado por un partido que deb¨ªa cumplir ante el Madrid, sanci¨®n refrendada por el
comit¨¦ de apelaci¨®n y posteriormente anulada por el Consejo Superior de Disciplina Deportiva), me corroboraron que era una decisi¨®n exacta, porque de nuevo se desbord¨® la pasi¨®n.
P. ?Le ha sorprendido la dimensi¨®n que alcanza a veces el f¨²tbol y, como ejemplo, en el caso Hugo S¨¢nchez?
R. El mundo del f¨²tbol est¨¢ en una escalada de agresividad y politizaci¨®n, entre comillas, excesiva. Me asombra de que al d¨ªa siguiente del debate sobre el Estado de la Naci¨®n, el protagonista de los informativos -incluso me llamaron peri¨®dicos extranjeros - sea yo y no Felipe Gonz¨¢lez. Eso es espectacular para el f¨²tbol, pero desgraciadamente malo para la vida pol¨ªtica del pa¨ªs. Es asombroso que la dimisi¨®n del presidente del Comit¨¦ de Apelaci¨®n
sea una noticia m¨¢s importante que el contenido del debate del estado de la naci¨®n.
P. ?En su vida profesional se ha encontrado en una situaci¨®n similar?
R. Como fiscal que soy, he llevado asuntos de cierta importancia y nadie se ha preocupado de ellos. En Sevilla me encargu¨¦ del asunto del Palmar de Troya, hasta que me cambiaron de destino, y en Madrid he llevado, entre otros, el de la discoteca Alcal¨¢ 20. En estos casos nadie mostr¨® inter¨¦s en preguntarme, en interrogarme o pedirme explicaciones, y pienso que tuvieron m¨¢s repercusi¨®n social que el caso Hugo S¨¢nchez
P. ?Qu¨¦ explicaci¨®n da a esta situaci¨®n?
R. Es consecuencia de la aton¨ªa de la vida pol¨ªtica espa?ola actual y debido Fen¨®meno
social que representa el f¨²tbol, con una resonancia espectacular.
P. ?Y eso es bueno o malo?
R Creo que es malo para Todos, para el f¨²tbol, para sus dirigentes. Al f¨²tbol no se le puede sacar de los estrictos t¨¦rminos deportivos. Es demencial que el descenso de un equipo sea un casus belli de la localidad equis y que el se?alar o no un penalti pueda provocar una situaci¨®n desestabilizadora. La situaci¨®n es imparable. Algunos hablan de profesionalizar los cargos de los comit¨¦s federativos, y eso es algo que me parecer¨ªa perfecto.
La Justicia deportiva
P. ?La justicia deportiva debe ser especial, diferente a la ordinaria?
R. No creo. Tambi¨¦n son pol¨¦micas las decisiones judiciales. Pienso en el juez de Pamplona en el caso de Cristina Almeida, en las escuchas ilegales o en el caso Escobedo. Somos un pa¨ªs en el que nos gusta extremadamente la pol¨¦mica, y si nos dieran cien instancias, recurrir¨ªamos a todas ellas. Por cierto, dicho sea de paso, no hay actividad privada o p¨²blica que tenga m¨¢s instancias que el f¨²tbol. Cuando toma una decisi¨®n un ¨¢rbitro, puede ser revisada por el Comit¨¦ de Competici¨®n, por el de Apelaci¨®n, por el Superior de Disciplina Deportiva y, si acuden a los tribunales ordinarios, por la v¨ªa contencioso - administrativa, por la Audiencia Territorial o Nacional, y por el Tribunal Supremo. Cinco instancias. Si matas a tu padre, delito de parricidio, s¨®lo tienes dos instancias, la Audiencia y el Tribunal Soprano.
P. ?C¨®mo valora su experiencia en el f¨²tbol?
R. Extraordinariamente positiva y agradable. Mi epitafio puede decir que fue dura, cola el corolario desagradable de los ¨²ltimos tiempos. Ha sido una experiencia enriquecedora, porque me ha permitido conocer el mundo del f¨²tbol.
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