Belloch: "El poder judicial est¨¢ obligado a tener su propio discurso"
MadridJueces progresistas y conservadores se han dado la mano por primera vez para buscar una salida a la situaci¨®n de deterioro del servicio de la justicia. No se trata de un frente pol¨ªtico contra el Gobierno ni de un frente corporativista. Se trata de convencer al Gobierno de que adopte las medidas necesarias para que el aparato judicial funcione con las debidas garant¨ªas. El Consejo del Poder Judicial ha asumido, los planteamientos de los jueces. Juan Alberto Belloch, de 37 a?os, veterano dirigente de Jueces para la Democracia y presidente de la Secci¨®n Segunda de la Audiencia Provincial de Bilbao, eval¨²a estos acontecimientos.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha ocurrido para que los jueces progresistas se al¨ªen con los conservadores y juntos amenacen hasta con la huelga al Gobierno?Respuesta. Esta relaci¨®n asociativa no es como se ha dicho en alg¨²n caso un frente com¨²n contra la pol¨ªtica judicial del Ejecutivo. Tampoco constituye una actuaci¨®n corporativa. En realidad, se trata de una reflexi¨®n com¨²n de todas las asociaciones profesionales de jueces sobre los planteamientos que podr¨ªan asumir conjuntamente, al margen de la opci¨®n ideol¨®gica o gremial para intentar hacer frente a la situaci¨®n de deterioro de la Administraci¨®n de justicia. Evidentemente, es un proceso que viene de atr¨¢s y que no se ha producido de un d¨ªa para otro. Las asociaciones de jueces, cada una por su cuenta, y Jueces para la Democracia, en particular, hace a?os que vienen planteando sus propias opciones para frenar la degradaci¨®n del servicio judicial. En estos momentos, la situaci¨®n ha llegado a un l¨ªmite en que es razonable dudar de que la justicia pueda cumplir su funci¨®n constitucional. Nuestro objetivo central es que una empresa privada de consultores realice un estudio a fondo de cu¨¢l es la potencialidad real del actual servicio judicial, qu¨¦ se puede hacer con ¨¦l y qu¨¦ m¨¦todos de gesti¨®n hay que introducir para su racionalizaci¨®n. ?Se puede decir que es corporativista un movimiento que lo que esencialmente pretende es que se instaure un proceso de auditor¨ªa y de control de su propia actividad interna?
P. Pero, aun con esos matices, la impresi¨®n es que Jueces para la Democracia han roto con la actitud, al menos de no beligerancia, que ven¨ªan manteniendo frente al Gobierno socialista.
R. Comprendo que esa interpretaci¨®n se pueda dar. Pero la verdad es que no entra dentro de nuestras intenciones ni de nuestra voluntad cambiar de trayectoria. Para nosotros, lo decisivo en este caso era que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se atreviera finalmente a velar y a asumir, en definitiva, un discurso aut¨®nomo respecto del discurso del poder ejecutivo. Lo cual no supone un discurso de confrontaci¨®n. Para nosotros resultaba inaplazable, precisamente por nuestra opci¨®n progresista, que el poder judicial y su ¨®rgano de gobierno se den cuenta de que el propio equilibrio institucional exige que no tengan una actuaci¨®n seguidista respecto de los otros poderes del Estado sino que se atrevan a tener su propio discurso aut¨®nomo. Nos pareci¨® evidente que si el CGPJ no ten¨ªa el apoyo de la totalidad de los jueces ser¨ªa muy dificil que asumiese el liderazgo y el protagonismo del proceso judicial. La actitud del CGPJ en los ¨²ltimos acontecimientos, asumiendo por mayor¨ªa las propuestas de las asociaciones judiciales, ha supuesto un cambio fundamental
Con este Gobierno o con cualquier otro, el CGPJ est¨¢ obligado a desarrollar su propio discurso, porque es algo que viene exigido por el propio juego institucional.
Planteamiento com¨²n
P. ?Considera usted que el CGPJ est¨¢ en condiciones de desarrollar un discurso propio respecto del Ejecutivo?
R. Lo creo. Las ¨²ltimas decisiones del CGPJ han supuesto un giro trascendental en su l¨ªnea. Con toda honradez, creo que es la primera vez que el ¨®rgano de gobierno del poder judicial se ha atrevido a adoptar una postura de manera completamente aut¨®noma. Pienso que eso pueda ser el inicio de un proceso en la medida en que se decida a seguir siendo coherente con este planteamiento. Lo que ocurre es que el CGPJ solo, como instituci¨®n, no es suficientemente fuerte para poder hacerlo. Como tampoco lo son las asociaciones judiciales, aisladas o juntas, para forzar ellas solas un di¨¢logo con el poder ejecutivo. Sin embargo, el CGPJ y las asociaciones judiciales, el uno desde su papel institucional y las otras desde el suyo propio, est¨¢n en condiciones de hacer llegar un planteamiento com¨²n sobre objetivos concretos al poder ejecutivo.
P. Un Gobierno que alardea de haber hecho m¨¢s que ning¨²n otro en el pasado por la justicia,?va a ser receptivo a estos planteamientos?
R. Debe tener la sensibilidad suficiente para darse cuenta de que no es un planteamiento que se le hace desde posturas de oposici¨®n pol¨ªtica. Si lo hace se encerrar¨¢ en un laberinto sin salida y se equivocar¨¢. Debe entender que lo que se le oferta es una di¨¢logo real para el pleno desarrollo de las instituciones. En estos momentos hay m¨¢s de tres millones de litigios al a?o. Anualmente, siete u ocho millones de ciudadanos se relacionan de una u otra forma con la justicia. Y ya no aceptan que las cosas sigan funcionando mal, que los juzgados act¨²en con retraso, que un pleito dure a?os. Pero, adem¨¢s, el pleno desarrollo de la Constituci¨®n exige la existencia del poder judicial. Es todav¨ªa una cuesti¨®n pendiente, que podr¨¢ retrasarse m¨¢s, pero cuya soluci¨®n es inevitable. El CGPJ y las asociaciones judiciales tienen una responsabilidad espec¨ªfica en este momento: la de tratar que sea este Gobierno, y en este momento hist¨®rico, el que d¨¦ ese paso.
P. ?En qu¨¦ circunstancias los jueces adoptar¨ªan medidas de presi¨®n, incluida la de huelga?
R. En un planteamiento racional, nunca deber¨ªan darse esas circunstancias. Lo razonable es que el poder ejecutivo se convenza de que no tiene otra v¨ªa que la del di¨¢logo y la de buscar salidas a un problema que no es gremial ni corporativo, sino que afecta al conjunto del servicio p¨²blico de la justicia.
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