Hamlet, ante las armas nucleares
EL JEFE del Gobierno dan¨¦s, Poul Schl¨¹ter, hace de una pregunta hamletiana --to be or not to be, ser o no ser de la OTAN- el centro de su Campa?a para las elecciones anticipadas que ha convocado para el 10 de mayo. El Partido Socialdem¨®crata -el m¨¢s fuerte del pa¨ªs- y los otros partidos de izquierda y de centro que se oponen al Gobierno minoritario de derecha califican de maniobra esa forma de enfocar las elecciones, ya que nadie pone en duda la pertenencia a la OTAN. Pero, al margen de los problemas internos de Dinamarca, lo ocurrido en ese pa¨ªs ha puesto en candelero un tema que interesa a los espa?oles: la entrada en pa¨ªses no nucleares de barcos con armas nucleares.A este respecto llama la atenci¨®n la diferencia radical entre la posici¨®n del PSOE aqu¨ª y la de los socialdem¨®cratas en Dinamarca. Este pa¨ªs, desde hace 30 a?os, se ha negado a recibir armas nucleares en tiempos de paz, lo que no ha entorpecido su participaci¨®n en la OTAN. En los ¨²ltimos tiempos, de acuerdo con una evoluci¨®n l¨®gica de amplios sectores de opini¨®n ante la evidente disminuci¨®n de los peligros de una agresi¨®n sovi¨¦tica contra Occidente, los socialdem¨®cratas daneses han acentuado su presi¨®n para exigir garant¨ªas de esa no presencia de armas nucleares. El 14 de abril, el Parlamento de Copenhague aprob¨® por mayor¨ªa una propuesta socialista para que se informe a los nav¨ªos que entren en Dinamarca de la posici¨®n oficial de no aceptar armas nucleares. Fue el detonante aprovechado por Sch1ater para disolver el Parlamento y convocar elecciones.Desde entonces se ha desencadenado una campa?a internacional contra la moci¨®n votada por los diputados daneses, que el secretario de Estado Shultz ha respaldado en Bruselas con graves acusaciones. Todo ello est¨¢ ayudando a la campa?a electoral de la derecha. Pero no est¨¢ en juego s¨®lo la patria de Hamlet. Estados Unidos y los mandos de la OTAN utilizan el caso dan¨¦s para exigir al conjunto de los aliados un alineamiento m¨¢s estricto con la estrategia nuclear. Los argumentos empleados desbordan el tema de la entrada de los barcos. Shultz insiste en que pertenecer a la OTAN debe implicar para todos asumir los mismos riesgos. Mientras EE UU prosigue sus negociaciones con Mosc¨², y prepara los cambios de estrateffia que la nueva situaci¨®n va a suponer, tolera cada vez peor que los aliados europeos, como es inevitable, tengan en cuenta en su pol¨ªtica de seguridad los nuevos aires que corren por Europa. Lo que no suporie poner en cuesti¨®n la OTAN, pero s¨ª considerar que su estrategia puede no ser invariable.
Para contribuir a un proceso de flexibilizaci¨®n de dicha estrategia, el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez dispone de cartas excepcionales. Espa?a, a diferencia de Dinamarca, est¨¢ en la OTAN por una decisi¨®n tomada en refer¨¦ndum, y con tres condiciones. Una de ellas excluye que se pueda "almacenar, instalar o introducir" armas nucleares. La "no introducci¨®n" por aire est¨¢ regalada por un art¨ªculo adicional del convenio con EE UU, cl¨¢usula que permanece en el proyecto que se est¨¢ negociando. Con respecto a los puertos, no hay duda de que entran barcos con armas nucleares y el Gobierno ha guardado silencio al respecto. Pero en los ¨²ltimos d¨ªas, con motivo de nuestro futuro ingreso en la Uni¨®n Europea Occidental (UEO), se han sucedido declaraciones oficiales, desde la del embajador en Holanda hasta la del ministro de Defensa, en el sentido de que el Gobierno acepta la entrada de barcos con armas nucleares y de que ello no modifica su posici¨®n.
No est¨¢ claro, sin embargo, que esta actitud sea acorde con lo votado en el refer¨¦ndum, cuando ¨¦ste excluye que se puedan "introducir" armas nucleares. No es evidente que ese "introducir" se refiera s¨®lo a armas que vayan a quedarse en Espa?a, porque esa eventualidad est¨¢ ya prohibida por los verbos "almacenar e instalar". Al agregarse "introducir", el texto parec¨ªa referirse a los casos de tr¨¢nsito o escala. As¨ª lo han entendido, en cualquier caso, muchos espafloles que votaron en el refer¨¦ndum. No es serio decir que no se ha producido ning¨²n cambio. Se ha producido, y el Gobierno tiene que explicarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Pol¨ªtica nacional
- Dinamarca
- Contactos oficiales
- Pol¨ªtica defensa
- Presidencia Gobierno
- OTAN
- Armas nucleares
- Pol¨ªtica exterior
- Transporte mercanc¨ªas
- PSOE
- Escandinavia
- Gobierno
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Armamento
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Transporte
- Defensa