El 'mayo del 68' entra en los Inv¨¢lidos
Una amplia exposici¨®n recuerda el mes en que Par¨ªs fue capital del mundo
La Biblioteca de Documentaci¨®n Internacional Contempor¨¢nea presenta, desde el 4 de mayo hasta el 10 de julio, una exposici¨®n, Mayo-junio 68, abundantemente documentada, con mesas redondas y un amplio programa cinematogr¨¢fico que incluir¨¢ pel¨ªculas de Marker, Bellochio, Godard y Fassbinder, entre otros. La exposici¨®n de la Biblioteca de Documentaci¨®n Internacional Contempor¨¢nea, por esas extra?as iron¨ªas de la vida, est¨¢ nada m¨¢s y nada menos que en los Inv¨¢lidos, donde tiene su sede el Museo del Ej¨¦rcito, el Bur¨® Nacional de Excombatientes y, por si fuera poco, la tumba de Napole¨®n.
Parece como si el rotundo e inesperado avance de Jean-Marie Le Pen en la primera vuelta de las elecciones francesas a?adiera todav¨ªa m¨¢s nostalgia al aniversario, como si fuera m¨¢s intensa la a?oranza de esa r¨ºvolution que fue Mayo del 68, pues efectivamente tuvo mucho m¨¢s de r¨ºve (sue?o) que de revoluci¨®n. Como todos los aniversarios que se precien, el de Mayo del 68 ha comenzado a tener su cohorte de ediciones de libros, documentos, entrevistas de sus principales protagonistas (de ambos campos), subastas p¨²blicas (en la sala Drouot se adjudicaron carteles entre 400 y 3.600 francos la unidad, unas 8.000 y 72.000 pesetas) y, por supuesto, exposiciones.La presencia de la exposici¨®n en los Inv¨¢lidos en principio no parece haber producido reacciones particulares entre los protagonistas de aquella "guerrilla contra la muerte climatizada que se os quiere vender bajo la denominaci¨®n de porvenir", que dir¨ªa Cort¨¢zar y que ellos escribieron convencidos en uno de los carteles expuestos en la muestra. Uno de aquellos protagonistas, Jean-Fran?ois Godchau, antiguo dirigente de la UNEF (el sindicato estudiantil) y hoy profesor de Historia, estuvo presente en la conferencia de prensa, en la que participaron, entre otros, Genevi¨¨ve Dreyfus Armand, responsable del interesant¨ªsimo libro editado para esta ocasi¨®n y que sirve de cat¨¢logo; Pierre Grappin, entonces decano de la universidad de Nanterre, y Maurice Grimaud, prefecto de polic¨ªa de Par¨ªs, quien afirm¨® que Mayo del 68 fue una purga necesaria de la sociedad de entonces, de sus fantasmas y coacciones, puesto que el Gobierno no hab¨ªa sabido ponerse al ritmo de su tiempo.
Grimaud dijo que lo que ¨¦l trato de impedir sobre todo era el desbordamiento y los muertos, y a?adi¨® que si tuviera que enfrentarse otra vez a una situaci¨®n como aqu¨¦lla, en l¨ªneas generales la abordar¨ªa de la misma manera, pues siempre fue muy consciente de que lo que ten¨ªa enfrente no eran malhechores, sino una juventud que no ped¨ªa nada para ella misma, sino un cambio social.
La exposici¨®n, montada en unas salas realmente exiguas para la abundancia de documentaci¨®n presentada, no comprende m¨¢s que un tercio del total de la que dispone la biblioteca sobre el tema, los movimientos estudiantes en Francia y en el mundo en 1968. Aunque la parte dedicada al extranjero es muy reducida, la deficiencia queda compensada por el amplio espacio que la misma ocupa en el mismo cat¨¢logo.
Carteles y fotos
En la muestra, cronol¨®gica, hay de todo; por supuesto, carteles, tanto de la Escuela de Bellas Artes como de la de Artes Decorativas, que aparecen confundidos, aunque en la ¨¦poca sus relaciones no fueran excelentes. Son carteles, la mayor parte de ellos en xerigraf¨ªa -en la exposici¨®n se imprime con los mismos medios de entonces-, de un estilo particular, pero sobre todo eficaz, tan eficaz que fue luego imitado en otros pa¨ªses, como, por ejemplo, Checoslovaquia (los checos visitaron estos talleres para aprender). Adem¨¢s de los carteles, destacan las fotograf¨ªas, la mayor parte de ellas obras de Elie Kagan y Gerard Aim¨¦, aut¨¦nticos cronistas de aquellos hechos. Significativas, traen a la memoria muchos hechos o an¨¦cdotas, como aquella en la que aparece Aragon pidiendo t¨ªmidamente la palabra durante un mitin detr¨¢s de Cohn-Bendit, quien, meg¨¢fono en boca, se la concede diciendo: "Aqu¨ª todo el mundo puede hablar, incluidos los cr¨¢pulas estalinistas".Junto a las fotos, los peri¨®dicos; por ejemplo, el n¨²mero del 3 de mayo de L'Humanit¨¦, con el famoso art¨ªculo de Georges Marchais 'Falsos revolucionarios que desenmascarar', adem¨¢s de un mont¨®n de adoquines (no se sabe si aut¨¦nticos o no) y, lo m¨¢s importante, un muestrario de la literatura que nutri¨® el movimiento: Tratado de saber vivir para uso de las generaciones j¨®venes (Vaneigen), La miseria en el medio estudiantil o La revoluci¨®n permanente (Trotski), La sociedad del espect¨¢culo (G. Debord) y La internacional situacionista, sin olvidar los tebeos er¨®ticos y Hara-Kiri, sin que curiosamente aparezca nada sobre el anarquismo espa?ol, que, sin embargo, tuvo gran influencia en el pensamiento de alguno de los protagonistas, como ha afirmado repetidamente Cohn-Bendit.
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