El Vaticano califica de "cism¨¢tica" la actitud de Lefebvre y revela los detalles de las negociaciones
La Santa Sede calific¨® ayer la decisi¨®n de Lefebvre de consagrar a cuatro obispos como un "gesto de naturaleza cism¨¢tica". Al mismo tiempo, el Vaticano ha reaccionado con la publicaci¨®n de la correspondencia mantenida a tres bandas, entre el Papa, el cardenal Ratzinger y el arzobispo rebelde, que contiene los distintos pasos de las infructuosas negociaciones en busca de un acuerdo.
En una nota hecha p¨²blica ayer, el Vaticano se refiere al caso Lefebvre utilizando la palabra cisma, un t¨¦rmino que nadie habr¨ªa querido pronunciar. El documento indica que ante la decisi¨®n de consagrar a cuatro obispos "escogidos por ¨¦l y sin el necesario mandato pontificio, con profundo dolor por este gesto de naturaleza cism¨¢tica", la Santa Sede considera oportuno dar a conocer a los obispos del mundo y a sus fieles toda la informaci¨®n necesaria.De hecho, el Vaticano no s¨®lo hace p¨²blico el dif¨ªcil y complejo itinerario de las negociaciones entre la Santa Sede y el arzobispo suspendido a divinis y que ahora podr¨ªa acabar excomulgado, sino que ha entregado la fotocopia de la ¨²ltima carta de Lefebvre al Papa y la respuesta de ¨¦ste al arzobispo rebelde. El jefe de la Fraternidad de San P¨ªo X encabeza su carta, en franc¨¦s, con un Tres saint pere (Muy santo padre), mientras que Juan Pablo II, que le responde en la misma, lengua, empieza su carta sin encabezamiento, diciendo: "Con vivo y profundo dolor he recibido su carta de fecha 2 de junio".
A ambas cartas siguen sendas notas con comentarios. La del papa Wojtyla dice: "Si monse?or Lefebvre procediese efectivamente a las ordenaciones episcopales anunciadas y provocara la ruptura con la sede apost¨®lica, acarrear¨ªa graves consecuencias can¨®nicas". Juan Pablo II indicaba que si Lefebvre ordenaba a nuevos obispos, autom¨¢ticamente, ¨¦l, los nuevos obispos y cuantos dentro de la Fraternidad se mantengan a su lado quedar¨ªan excomulgados y ser¨ªan considerados por Roma cism¨¢ticos o herejes.
La nota vaticana explica que, tras la visita apost¨®lica del cardenal Gagnon a la Fraternidad San P¨ªo X, realizada por voluntad del papa Wojtyla, ¨¦ste exhort¨® al cardenal Ratzinger, en una carta del 8 de abril de 1988, a "hacer todo lo posible" para alcanzar una acuerdo. Este carteo condujo a los encuentros del 12 al 15 de abril de este a?o entre expertos te¨®logos y canonistas de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe y la Fraternidad de Lefebvre.
Nada que hacer
Se prepar¨® un protocolo de entendimiento que fue firmado por ambas partes el 5 de mayo pasado. Lefebvre se compromet¨ªa a reconocer cinco puntos concretos; entre ellos, no seguir polemizando con la Santa Sede sobre la doctrina del Vaticano II y se pon¨ªan las bases para el reconocimiento de la Fraternidad, que se convert¨ªa en una "sociedad de derecho pontificio". Adem¨¢s se les permit¨ªa utilizar la liturgia anterior a la reforma del concilio, a cambio de que el Papa nombrara un obispo "escogido de com¨²n acuerdo entre los sacerdotes de la Fraternidad".
Sin embargo, el 6 de mayo, "un d¨ªa despu¨¦s de la firma del protocolo" dice la nota vaticana, Lefebvre insist¨ªa en que la ordenaci¨®n de un obispo deb¨ªa tener lugar, sin esperar m¨¢s, el 30 de este mes. Ratzinger y Lefebvre se volvieron a encontrar en Roma el pasado 24 de mayo. Ratzinger le ofreci¨® el 15 de agosto como fecha para la consagraci¨®n del obispo. Lefebvre no cedi¨®.
A este punto el Vaticano pidi¨® una pausa de reflexi¨®n. Pero tampoco fue respetada por el arzobispo franc¨¦s, quien con fecha 2 de junio escribi¨® al Papa una nueva carta que revela que ya nada se pod¨ªa hacer.
Lefebvre ha enviado ya las invitaciones para la ordenaci¨®n de cuatro nuevos obispos, mientras afirma que la ¨²nica esperanza para el Vaticano es 'rezar para que me muera antes de esa fecha".
Las cartas boca arriba
J. A. Marcel Lefebvre escribi¨® al Papa una carta, el 2 de junio, en la que le acusa de que su falso ecumenismo conduce a la Iglesia "a la ruina y a los cat¨®licos a la apostas¨ªa", y alega que su oposici¨®n a Roma y al Concilio Vaticano II es "para conservar intacta la fe del bautismo".
Juan Pablo II, en su contestaci¨®n del pasado d¨ªa 8, le recrimina no haber sido fiel a los pactos firmados el 5 de mayo, y afirma que lo ¨²nico que Roma pretende es "salvaguardar la unidad en la verdad en la obediencia a la revelaci¨®n divina, traducida e interpretada por el magisterio de la Iglesia en los 21 concilios ecum¨¦nicos desde Nicea hasta el Vaticano II".
El arzobispo rebelde afirma en su escrito que reza " para que la Roma moderna, apestada de modernismo, vuelva a ser la Roma cat¨®lica y encuentre de nuevo su tradici¨®n bimilenaria'.
Juan Pablo II, "con coraz¨®n paternal", le invita a volver "con humildad a la plena obediencia al vicario de Cristo". Y acaba diciendo: "Querido hermano, no permitais que el a?o dedicado de modo particular a la madre de Dios acarree una nueva herida a su coraz¨®n de madre".
Lefebvre reitera que reza por el Papa, y se despide con estas palabras protocolarias: "D¨ªgnese recibir, muy Santo Padre, la expresi¨®n de mis sentimientos m¨¢s respetuosos y filialmente devoto en Jes¨²s y Mar¨ªa".
El Papa firma a secas: Juan Pablo II; Lefebvre: Arzobispo-obispo em¨¦rito de Tulle, fundador de la fraternidad de San P¨ªo X.
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