Ruud Lubbers: "Espa?a es la definici¨®n de una esperanza"
El primer ministro holand¨¦s habla de Europa, de pol¨ªtica y defensa y del futuro de ambas
Pregunta. Primer ministro, ?cu¨¢l es el futuro de Europa?Respuesta. Estamos en el proceso de construir Europa y eso tendr¨¢ consecuencias fundamentales para las naciones que la constituyen. Naturalmente, vamos a necesitar un marco pol¨ªtico en el que pueda funcionar la democracia europea. A¨²n no est¨¢ maduro, pero se va avanzando. Al mismo tiempo, tengo la impresi¨®n de que esto ofrece nuevas posibilidades de encajar la identidad de las regiones. Aunque el espacio total resulte m¨¢s grande, convivir¨¢ en ¨¦l una pluriformidad cultural: la manifestaci¨®n de una Europa regional diferenciada.
P. Los catalanes, presionando por su identidad regional, se consideran m¨¢s europeos que el resto de los espa?oles y Madrid se pone algo hist¨¦rico porque le parece ver en ello un riesgo de desintegraci¨®n nacional. ?Cree usted que es as¨ª?
R. No, no lo creo en absoluto. Me parece que la connotaci¨®n regional es positiva, aunque muchos de los aspectos de la vida pol¨ªtica est¨¦n controlados por la capital.
P. Ahora que hablamos de ello, ?c¨®mo ve usted el futuro de la configuraci¨®n pol¨ªtica de Europa?
R. ?Qu¨¦ es Europa? Creo que uno de los aspectos de la civilizaci¨®n europea es el respeto por el individuo, por los derechos democr¨¢ticos ejercidos en libertad. Despu¨¦s est¨¢ el territorio, el espacio de Europa: empezamos por la econom¨ªa y, aunque la idea de un mercado ¨²nico es todav¨ªa muy importante, hoy ya aflora la de la Europa de los ciudadanos, por m¨¢s que a¨²n debamos encontrarle cauce.
Europa del Rin
P. ?No le parece que lo que estamos tratando de construir es una Europa del Rhin?
R. No. No, no. La CE originaria tiene forma de cruz: un eje tradicional, La Haya-Roma; otro, Bonn-Par¨ªs. Luego, el sistema se complic¨®, se hizo m¨¢s interesante con la accesi¨®n del Reino Unido. Bien, ?y Espa?a? Desde Holanda sentimos tres emociones cuando pensamos en Espa?a. La primera es que, cuando se habla de cultura europea, Espa?a no est¨¢ al margen de ella, sino en su centro. De modo que, hasta ahora, su sospecha de una Europa del Rhin es err¨®nea. En segundo lugar, para nosotros, Espa?a es la definici¨®n de una esperanza, es la prueba de que, saliendo de un per¨ªodo oscuro, la transformaci¨®n democr¨¢tica de sistemas dictatoriales es posible. En este caso concreto, ha sido un paso adelante para Europa. En tercer lugar, Espa?a ha hecho que Europa tenga que cambiar su comprensi¨®n de otros continentes. Suram¨¦rica, claro, pero tambi¨¦n el Mediterr¨¢neo, en el que nuestra presencia es ahora m¨¢s completa y en el que se nos ha facilitado el proceso de percepci¨®n de otras culturas, como el islam, por ejemplo.
P. ?Qu¨¦ piensa de la cooperaci¨®n pol¨ªtica?
R. Si se examina la historia de la construcci¨®n europea, se ve que existen diversos esquemas. Por ejemplo, el sistema monetario fue establecido, de la noche a la ma?ana, por Giscard d'Estaing y Helmut Schmidt, utilizando un m¨¦todo de choque. En cambio, la cooperaci¨®n pol¨ªtica fue creada de forma totalmente distinta: en silencio, paso a paso, por ministros que se reun¨ªan informalmente. No empez¨® con un acuerdo, sino con una pr¨¢ctica. El acuerdo lleg¨® m¨¢s tarde. Es un fen¨®meno interesante... que est¨¢ relacionado con la cuesti¨®n de la seguridad. Es cierto que son dos cosas aparte, pero est¨¢n siempre en contacto porque los que se ocupan de ambas son siempre los mismos.
P. No los mismos: muchos menos en un caso que en otro...
R. De acuerdo, pero los que est¨¢n en uno est¨¢n tambi¨¦n en el otro.
P. Ya. Irlanda lo complica todo no estando en la OTAN. Su presencia impide que las cuestiones de estrategia sean discutidas en el seno de la Cooperaci¨®n Pol¨ªtica. Es buen argumento en favor de la construcci¨®n de una Europa a dos velocidades.
R. Bueno, s¨ª. Pero prefiero varias velocidades a s¨®lo dos. As¨ª, no hay primeras y segundas categor¨ªas.
P. ?Qu¨¦ piensa del Oriente Pr¨®ximo?
R. Me alegra que en Europa hayamos elaborado una posici¨®n com¨²n. Pero estamos muy preocupados. Nos parece que es una l¨¢stima que la actividad de EE UU no est¨¦ teniendo ¨¦xito, porque creemos que est¨¢ en la buena l¨ªnea. Por eso, voy a ir a Israel a mediados de julio... como amigo cr¨ªtico. Desde el principio, hemos defendido el derecho de Israel a crear un Estado, pero pensamos que ha llegado el momento de que maduren un poco y se den cuenta de que tienen obligaciones para con los palestinos. Y tambi¨¦n la capacidad de resolver los problemas si verdaderamente quieren hacerlo. No se trata ya de recordar que [los palestinos] manifestaron hasta hace muy poco que les iban a echar al mar; esa era la realidad entonces, pero no puede ya ser ahora el principio inspirador de los actos. Este es el cambio de mentalidad que es necesario. Naturalmente, es m¨¢s f¨¢cil decir esto aqu¨ª que arreglarlo all¨¢.
P. ?Qu¨¦ piensa usted de la conferencia internacional?
R. Tiene que celebrarse, tiene que celebrarse. Es la llave del problema.
P. En relaci¨®n con Sur¨¢frica, ?no le parece que los Gobiernos democr¨¢ticos deber¨ªan decidir imponer sanciones de verdad, haciendo frente a las consecuencias interiores negativas?
R. S¨ª, desde luego. Si usted pide mi opini¨®n sobre la aplicaci¨®n de sanciones a Sur¨¢frica, incluso si a corto plazo nos hacen da?o econ¨®micamente, mi respuesta es categ¨®rica: estoy a favor. Hay una renovada marea contra el apartheid en Europa, y no s¨®lo el concierto de Wembley, y en EE UU.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre el acuerdo CE-Comecon?
R. Es muy importante desde el punto de vista pol¨ªtico. Ya sabe usted que el nudo gordiano est¨¢ en que por fin aceptan que nosotros representamos a Berl¨ªn. Poco a poco le vamos haciendo agujeros al muro. Queremos que Europa vuelva a ser una desde la perspectiva de la cultura y la civilizaci¨®n, pero el proceso es tremendamente largo porque hay enorme oscuridad, mucha tristeza, en las naciones de la Europa central.
P. ?Y las cumbres Washington-Mosc¨²?
R. Me parecen muy positivas, porque una de las condiciones para un mundo mejor es que las dos capitales est¨¦n dispuestas a trabajar juntas. Esto es lo esencial: que vean que hay un inter¨¦s com¨²n y que tengan un di¨¢logo.
P. ?Le parece que, aun cuando Washington es el ¨²nico que acude a la cumbre, es bueno que exista una segunda voz del mundo libre que disienta y opine por su cuenta?
R. No para disentir, sino para darle mayor sustancia. ?Sabe?, en el fondo, las reuniones de Washington y Mosc¨² se centran, m¨¢s que nada, en el deseo de evitar conflictos militares. La mejora de la situaci¨®n parece ser responsabilidad de los europeos. De modo que estar¨¦ de acuerdo con Felipe Gonz¨¢lez si hace un llamamiento en favor de una entidad pol¨ªtica llamada Europa, con rostro propio en el mundo, con su propio mensaje. Y, en determinadas situaciones, con capacidad de disentir. Recuerde usted el incidente de Libia. Lo bueno es que podamos formular posiciones comunes, sin rehuir el peso de sus consecuencias, en Sur¨¢frica, en el Pr¨®ximo Oriente.
Centroam¨¦rica
P. Y Centroam¨¦rica.
R. Y Centroam¨¦rica. Por cierto, estamos convencidos de que, para los que trabajan all¨¢, [?scar] Arias y sus amigos, el apoyo de los pa¨ªses europeos es muy importante.
P. ?,Qu¨¦ opina de la Uni¨®n Europea Occidental? ?Y Espa?a?
R. En los ¨²ltimos a?os, hemos sido testigos de un desarrollo muy positivo en torno a la UEO, de la cristalizaci¨®n de un nuevo pensamiento europeo. Existe en la UEO una coincidencia filos¨®fica, si se quiere, en torno a ciertos elementos esenciales de nuestro pensamiento estrat¨¦gico. Espero que ocurra lo mismo con Espa?a y Portugal y que, con la accesi¨®n de ambas, tengamos una plataforma reforzada y m¨¢s completa. Pero hay una condici¨®n: que no haya s¨®lo palabras, sino que se d¨¦ realmente una integraci¨®n de pensamiento y una s¨ªntesis de conceptos, En Espa?a hay un proceso de evaluaci¨®n y reevaluaci¨®n de las cuestiones de seguridad, con EE UU (y ah¨ª ciertamente ha habido problemas) y con pa¨ªses europeos. Y me parece que este an¨¢lisis que ustedes hacen de las responsabilidades estrat¨¦gicas de las sociedades democr¨¢ticas a¨²n no ha sido completado.
P. ?Podr¨¢ el Gobierno de un pa¨ªs desnuclearizado como Espa?a desempe?ar un papel ¨²til en la UEO?
R. Creemos, en la UEO, que en este momento el armamento nuclear es esencial para salvaguardar la paz y, simult¨¢neamente, buscamos medios para disminuir su papel. Veamos que ocurre con Espa?a. Aqu¨ª tengo que hacer una observaci¨®n adicional: espero que Espa?a participar¨¢ seriamente en las discusiones de la plataforma [de defensa europea] y que podremos evitar una situaci¨®n en la que la virtud de hacer un llamamiento en favor de la desnuclearizaci¨®n es entendida como virtud de unos cuantos pa¨ªses, mientras que el vicio de tener armamento nuclear es el vicio de los restantes. Me parece m¨¢s razonable definir el problema como un problema com¨²n: [todos] necesitamos un cierto grado de nuclearidad para la defensa com¨²n y, al mismo tiempo, una estrategia para disminuir el papel de aqu¨¦lla gradualmente, paso a paso. Y esto deber¨ªa ser entendido como una cuesti¨®n com¨²n.
Hannover y la presidencia espa?ola
Pregunta. ?Qu¨¦ puede esperarse de la cumbre de Hannover?Respuesta. Tengo cierta experiencia de consejos europeos. No todos son iguales. Hannover ser¨¢, me parece, fundamentalmente un consejo preparatorio de nuevas decisiones. Kohl querr¨¢ detenerse a pensar sobre lo que estamos haciendo en el mercado interior; tal vez quiera ocuparse de algunos temas que est¨¢n bloqueados a nivel de ministros y desbloquearlos. Pero el alcance ser¨¢ moderado. Tambi¨¦n nos prepararemos para adoptar una decisi¨®n de procedimiento sobre la creaci¨®n del Banco Europeo... una decisi¨®n sobre el procedimiento para llegar a una decisi¨®n. En tercer lugar, estar¨¢ la discusi¨®n sobre cu¨¢l es la Europa que queremos, especialmente su aspecto social, ?qu¨¦ entendemos realmente por Europa? Yo dir¨ªa que ¨¦ste es un consejo sobre los valores de Europa. Y finalmente hablaremos algo sobre la nueva comisi¨®n. [Su renovaci¨®n] debe producirse dentro de seis meses.
P. ?Qu¨¦ quiere decir ser presidente de la Comunidad?
R. Quiere decir sentarse en la silla. Bueno, los americanos dicen que es un 99% de transpiraci¨®n y un 1% de inspiraci¨®n. Porque el volumen de las decisiones que hay que tomar es colosal... S¨ª. Estaremos a mitad de la puesta en pr¨¢ctica del calendario del Libro Blanco. Important¨ªsimo. En segundo lugar, Espa?a podr¨¢ invertir en el proceso de innovaci¨®n de Europa. Lo que Hannover enunciar¨¢ como filosof¨ªa de los valores europeos, despu¨¦s de alguna profundizaci¨®n en Atenas, podr¨¢ ser cosechado m¨¢s espec¨ªficamente en Espa?a. Eso es lo que creo que pasar¨¢. Conociendo a Felipe Gonz¨¢lez, est¨¢ ciertamente dispuesto a hacer la transpiraci¨®n. Pero nosotros ciertamente a?adiremos algo de inspiraci¨®n...
P. Entonces, para Espa?a...
R. Teniendo en cuenta la... gigantesca, s¨ª, s¨ª, Negar¨¦ a decir gigantesca, importancia de Espa?a desde un punto de vista europeo, de la Europa que queremos crear, de nuestra responsabilidad en asuntos internacionales, si [Gonz¨¢lez] es un pol¨ªtico, tomar¨¢ la iniciativa desde la silla y marcar¨¢ el camino. Har¨¢ su trabajo; ¨¦sa es la transpiraci¨®n. En cuanto a la inspiraci¨®n, es distinto, porque depende de cu¨¢l pa¨ªs se es, de la personalidad del ministro de Asuntos Exteriores que se tiene. Tambi¨¦n hay sitio para las prioridades propias. Y espero que el modo en que Espa?a se comporte durante sus seis meses sea la respuesta definitiva a su pregunta sobre el Rin.
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