La clase de Kraus

Hay cosas que no resuelven los consultorios sentimentales. ?Qu¨¦ puede hacer una persona, por ejemplo, si se le entuba la u? Con el fin de resolver este y otros muchos problemas, m¨¢s de 100 estudiantes y profesores de canto se reunieron el viernes en el Conservatorio de Madrid para escuchar una lecci¨®n magistral seguida de preguntas. El or¨¢culo al que se dirigieron, Alfredo Kraus, de 60 a?os, es uno de los mejores cantantes del mundo.

Se ha dicho que los tenores de la edad de Kraus o est¨¢n retirados o hacen trampas. Por eso la cr¨ªtica se pasma ante la integridad vocal del int¨¦rprete canario, apoyado por su ejemplar y fabulosa t¨¦cnica. Esto deb¨ªan tener presente los estudiantes reunidos para escuchar su lecci¨®n; tras ella preguntaron con una mezcla de inquietud y respeto, por ver si el mito les daba la f¨®rmula del elixir.El primer ingrediente fue agua fr¨ªa: "En esta carrera son muy pocos los elegidos, y quien no sirva ha de tener el valor de reconoc¨¦rselo a s¨ª mismo y dejarlo". El alumno, adem¨¢s de "haber nacido", tiene que a?adir esfuerzo, inteligencia, y una capacidad de autocr¨ªtica en la que Kraus insiste mucho.

Las claves de la t¨¦cnica del tenor, seg¨²n explic¨®, son la "respiraci¨®n intercostal diafragm¨¢tica" y la utilizaci¨®n como referencia continua de un sonido ideal: la i. Aqu¨ª vino el primer y deslumbrante efecto: Kraus cant¨® una i, una e, y una a, y estas dos ¨²ltimas sonaron con la belleza de la primera, aunque todas n¨ªtidamente diferenciadas.

El resumen en letras de oro de la lecci¨®n ser¨ªa: fiato, apoyo, emisi¨®n, y colocaci¨®n de todas las vocales a la altura de la i. Luego vinieron las preguntas: a uno se le entubaba la u, otro quer¨ªa saber c¨®mo se abren las costillas al respirar y un tercero si hay que ponerse slips de goma o fajas el¨¢sticas para cantar -Kraus abog¨® por la naturalidad, o sea, ropa interior tradicional-. Tambi¨¦n se hicieron comentarios aparte, y uno de los oyentes critic¨® la teor¨ªa de la i y dijo: "Los consejos de Kraus son v¨¢lidos, pero sus apreciaciones a veces no". Otro se puso en trance: "Tiene raz¨®n en todo. Yo ten¨ªa problen¨ªas y desde que sigo su t¨¦cnica me va mucho mejor".

Esc¨¦pticos o entusiastas, el caso es que, terminada la clase, el maestro escuch¨® a cinco alumnos. Uno cant¨® un fragmento de La Traviata, la ¨®pera que lanz¨® a Kraus, con Maria Callas, hace 30 a?os. El tenor le hizo varias indicaciones con una voz de una perfecci¨®n demoniaca, y el estudiante, cuando las aplic¨®, empez¨® a transformarse en la sombra vocal de Fausto. L¨¢stima que esta fuera una lecci¨®n magistral, y no una lecci¨®n habitual.