Los otros 'okupantes'

No son punks ni skin heads ni pertenecen a tribu urbana alguna. Est¨¢ muy lejos de sus intenciones protagonizar una alternativa cultural a la movida oficialista e institucionalizada. Su ¨²nica aspiraci¨®n vital se resume en una palabra: techo, un espacio cubierto al que ellos llaman grandilocuentemente casa. En el barrio alcala¨ªno de Puerta de Madrid, los okupantes son en su mayor¨ªa parejas j¨®venes sin trabajo y prematuramente cargadas de hijos a los que alimentar.

Anselmo y Mari Nieves son una pareja de minusv¨¢lidos que apenas sobrepasan la veintena de a?os. Tienen un hornillo de gas, dos desvencijados sof¨¢s y un colch¨®n mugriento en el que duermen hasta el mediod¨ªa: "Total,para lo que hay que hacer". El Tribunal Tutelar de Menores se encarg¨® hace un par de a?os de quitarles sus dos ¨²nicas pertenencias legales, dos ni?os de corta edad, por "vivir como vivimos", en un min¨²sculo local propiedad del Ayuntamiento de Alcal¨¢ en el que se atrincheraron hace cinco a?os, procedentes de su antigua residencia bajo el puente de Zulema, en las orillas del r¨ªo Henares.Una vez en su nuevo hogar, tapiaron ventanas con tablas y cartones e iniciaron una etapa que todav¨ªa contin¨²a tras haber resistido impert¨¦rritos dos ¨®rdenes judiciales de desalojo.

Las ¨®rdenes judiciales s¨ª han podido, sin embargo, con las cinco familias que decidieron recientemente forzar las puertas de cinco locales municipales y esparcir sus b¨¢rtulos en las futuras salas de espera de lo que ser¨¢ el Centro de la Mujer y la Unidad de drogodependencias del barrio Puerta de Madrid.

Seg¨²n Jos¨¦ Luis Herrero, concejal de Vivienda, el Ayuntamiento de Alcal¨¢ tom¨® la iniciativa de avisar al juez para que desalojara estos locales "por una denuncia interpuesta por los vecinos del barrio, en la que acusaban a los asaltantes de alterar el orden y aseguraban haber recibido de ellos amenazas de cortar el gas y el agua a la comunidad".

Al menos 20 viviendas sociales del pol¨ªgono Puerta de Madrid, conocido popularmente como Lian Shan-po, se hallan ocupadas actualmente por inquilinos ilegales. De los 53 pisos habilitados por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) para albergar a ancianos con escasos recursos econ¨®micos, 12 est¨¢n habitados por familias que se han hartado de ver vac¨ªa una vivienda durante tanto tiempo, "cuando nosotros estamos en la calle y sin tener un sitio donde cobijar a nuestros hijos".

Burocracia

Jos¨¦ Luis Herrero, encargado como concejal de Vivienda de enviar al Ivima las solicitudes de viviendas sociales en Alcal¨¢, se queja "del lento proceso de adjudicaci¨®n de estos pisos, que por falta de alg¨²n tr¨¢mite burocr¨¢tico o porque el Ivima no consigue localizar a los adjudicatarios legales para comunicarles la concesi¨®n de la vivienda se pasan largos per¨ªodos vac¨ªos, invitando a cualquiera, necesitado o no, a hacerse due?o de ellos".?ste es el caso de 108 flamantes viviendas sociales del Ivima en el barrio de la Virgen del Val, para los que se han recibido 1.500 solicitudes de personas interesadas en optar a una de ellas. A pesar de que las obras est¨¢n terminadas desde hace seis meses, todav¨ªa no se han adjudicado, "y no ser¨ªa extra?o que cualquier d¨ªa nos encontr¨¢ramos las viviendas ocupadas, y no precisamente por sus leg¨ªtimos usuarios", a?ade Herrero.