Papandreu no quiere romper la baraja
Grecia, trata de arrancar 'concesiones' pol¨ªticas para renovar el acuerdo sobre las bases de EE UU
H?CTOR LAMAR Dos d¨ªas despu¨¦s de la denuncia por Grecia del tratado greco-norteamericano sobre cooperaci¨®n econ¨®mica y militar, nadie piensa con seriedad aqu¨ª que las bases estadounidenses sean desmanteladas en un futuro pr¨®ximo. Esta denuncia, cinco meses antes de que expire el acuerdo, fue mencionada varias veces por el Gobierno socialista griego, lo que ten¨ªa, en opini¨®n generalizada, un car¨¢cter formal. Tal proceso est¨¢ contemplado en el texto del acuerdo de 1983. La ¨²nica sorpresa estriba en que se esperaba, que Grecia hiciera su denuncia a finales de este mes.
La explicaci¨®n para este adelanto podr¨ªa ser la celebraci¨®n, el pr¨®ximo d¨ªa 18, de la convenci¨®n del. Partido Dem¨®crata estadounidense en, Atlanta. Al hacer la denuncia antes del 20 de julio, el Gobierno de Atenas pretende no crear dificultades posteriores a Michael Dukakis, de origen griego y virtual candidato dem¨®crata, con una decisi¨®n que, aun siendo formal, no puede por menos que desagradar a los norteamericanos.Para la oposici¨®n conservadora helena, el gesto de los socialistas es una mascarada, y se inscribe "en el marco de las tentativas teatrales del Gobierno para confundir al pueblo en el asunto de las bases", se?alan fuentes del Partido de la Nueva Democracia. E incluso hay un toque de atenci¨®n de los comunistas: "El Gobierno juega con el pueblo griego y prosigue la negociaci¨®n con los norteamericanos para mantener las bases". El partido comunista de Grecia "hace un llamamiento al pueblo griego" para que presione al Gobierno de Papandreu a acabar inmediatamente las negociaciones con EE UU.
Por parte de Estados Unidos hay calma. "Esper¨¢bamos desde hace tiempo un proceder como ¨¦ste. El Gobierno griego indic¨® en el momento de ratificar el tratado, en 1983, que ten¨ªa intenci¨®n de denunciarlo al cabo de cinco a?os", afirm¨® en Washington el portavoz del Departamento de Estado, Phyllis Oakley.
En el comienzo de las negociaciones sobre la presencia norteamericana, el pasado mes de noviembre, la parte griega disoci¨® claramente estas nuevas conversaciones del acuerdo de 1983, que termina para los griegos a finales del presente a?o. "Las negociaciones en curso no tienen que ver con la renovaci¨®n del acuerdo de 1983, sino que se trata de un nuevo acuerdo que parte de cero", dijo ayer el portavoz del Gobierno de Atenas, Sotiris Costopoulos. Seg¨²n los t¨¦rminos del acuerdo de 1983, los norteamericanos tendr¨¢n, a partir del 1 de enero de 1989, 17 meses para desmantelar sus instalaciones, a?adi¨® el portavoz griego.
En lo que concierne a las actuales negociaciones, las dos partes, encabezadas por el embajador estadounidense, Alan Flanigan, y su hom¨®logo griego, Christos Zacharakis, se encontraron siete veces, y deben tener una nueva ronda a finales de este mes. Hasta el momento estas negociaciones han sido un di¨¢logo de sordos. Costopoulos dijo que los puntos de vista eran diferentes, pero las conversaciones "no est¨¢n estancadas".
Punto de vista t¨¦cnico
En tanto los norteamericanos mantienen un punto de vista t¨¦cnico en la negociaci¨®n, los griegos insisten en que la conclusi¨®n de un nuevo acuerdo pasa necesariamente por el apoyo "a los intereses supremos de Grecia", o, lo que es lo mismo, asegurar un equilibrio de fuerzas en el mar Egeo frente a Turqu¨ªa y la salida de Chipre de los soldados turcos para conseguir un arreglo en la isla. Estados Unidos respondi¨® que no pod¨ªa incluir en un acuerdo bilateral cuestiones que ata?en a terceros pa¨ªses. La soluci¨®n para los griegos se encuentra en que Washington firme una declaraci¨®n, al margen del acuerdo, que apoye esas demandas.
En las negociaciones actuales, el Gobierno de Papandreu est¨¢ obligado, opinan algunos comentaristas, a mantener unaposici¨®n dura ante una opini¨®n p¨²blica aritinorteamericana desde que EE UU apoy¨® la dictadura de los coroneles (1967-1974). De modo que la denuncia del acuerdo de 1983 y la defensa de Ios intereses supremos de Grecia" est¨¢n dentro de esta l¨ªnea.
Sin embargo, no es menos cierto que el Gobierno prosigue las negociaciones, y nada hace pensar que tenga intenci¨®n de interrumpirlas. La presencia de las bases de EE UU garantiza a Grecia una ayuda de varios centenaresde millones de d¨®lares. A cambio de un nuevo acuerdo, que ser¨¢ sometido a refer¨¦ndum, la parte griega solicita, seg¨²n fuentes helenas, la retirada de la base de Hellenikon, pr¨®xima al centro de Atenas y que es un foco de perturbaci¨®n permanente por los atentados a soldados norteamericanos.
Los soldados norteamericanos de esta base han sido, a menudo, objetivos terroristas.
Adem¨¢s de la base de Hellenikon, donde est¨¢n estacionados aviones esp¨ªa SR-71, Estados Unidos dispone de otras tres bases y una veintena de instalaciones con unos 4.000 soldados.
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