Los impuestos sobre la renta y sociedades crecer¨¢n m¨¢s que los que gravan el consumo
La programaci¨®n que el Gobierno tiene prevista acerca de los ingresos que esperan obtener durante los pr¨®ximos cuatro a?os parte de que se va a desacelerar el aumento de la presi¨®n fiscal, debido principalmente a un menor calentamiento de la actividad econ¨®mica.Mientras que en 1987 el producto interior bruto (PIB) creci¨® un 5,2% y para 1988 se espera al menos otro 4,5%, los objetivos apuntan a un 4% para 1989, el 3,5%, en 1990, el 4% en 1991, y un 4,6% de nuevo en 1992.
Por otro lado, un segundo eje de los programas fiscales se?ala que los cambios legislativos, m¨ªnimos para el pr¨®ximo a?o y abundantes en los siguientes -por el imperativo de la armonizaci¨®n comunitaria de los impuestos indirectos-, tender¨¢n en principio a elevar los ingresos, aunque en seguida surgir¨¢n factores que neutralizar¨¢n los efectos de tales incrementos potenciales.
Con la buena marcha del empleo y de los beneficios empresariales y con unas reformas normativas m¨¢s inmediatas -en especialmente las dirigidas a suprimir m¨¢s deducciones empresariales-, los impuestos directos se convertir¨¢n en la principal esperanza del fisco. Por ello, la imposici¨®n indirecta o sobre el consumo va a registrar un declive relativo.
Incorporaci¨®n del IVA
Durante los a?os 1986 y 1987, los impuestos sobre el consumo superaron en recaudaci¨®n a los directos, debido, por un lado, a la entrada en vigor del impuesto sobre el valor a?adido y, por otro, a los fuertes ingresos proporcionados por las gasolinas en la medida en que el Estado se qued¨® con la mayor¨ªa de los beneficios que origin¨® la bajada del precio del petr¨®leo y el descenso de la cotizaci¨®n del d¨®lar.
Pero los fuertes aumentos de recaudaci¨®n auspiciados a partir de 1987 en el impuesto sobre la renta y en el de sociedades como consecuencia del aumento de la actividad econ¨®mica van a causar en la estructura general de la recaudaci¨®n estatal un retorno al protagonismo de la imposici¨®n directa.
Al terminar este a?o, los tributos directos representar¨¢n cerca del 44,7% de la recaudaci¨®n del Estado, mientras que corresponder¨¢ el 44,3%. a los de carac ter indirecto que gravan el con sumo.
Este nuevo liderazgo recaudatorio de los impuestos que gravan los rendimientos de los particulares y de las empresas, generalmente considerados m¨¢s progresivos que los pagados por el consumo, figura en los planes del Gobierno corno uno de los objetivos a consolidar durante los pr¨®ximos cuatro a?os.
En 1992, seg¨²n muestra el gr¨¢fico adjunto, los impuestos directos deber¨¢n aportar un 47,1% de los ingresos estatales, mientras que la participaci¨®n de los impuestos inclirectos quedar¨ªa en el 41,8%.
Entre los primeros, s¨®lo el impuesto sobre sociedades ganar¨¢ tres puntos de participaci¨®n, mientras que, entre los segundos el IVA perder¨¢ 1,5 puntos.
Para el conjunto de las administraciones p¨²blicas centrales (Estado y Seguridad Social), la presi¨®n fiscal, entendida como la recaudaci¨®n de ingresos coactivos respecto al producto interior bruto (PIB), aumentar¨¢ durante el quinquenio que abarca de 1987 a 1992 a un ritmo anual de 0,8 puntos.
Este ritmo de incremento ser¨¢ una tercera parte inferior al de 1,2 puntos anuales registrado en el quinquenio anterior, debido al gran avance de los dos ¨²ltimos ejercicios, cuando la realidad ha superado a las previsiones, presupuestarias.
La presi¨®n fiscal global pasar¨¢, concretamente, desde el 28,8% del producto interior bruto en 1987 (8,9% impuestos directos, 9,1% indirectos y 10,8% cotizaciones sociales) hasta el 33% en 1992 (11,3% puntos los impuestos directos, 10% los indirectos y 11,3% las cotizaciones sociales).
De este aumento de cuatro puntos, 2,4 saldr¨¢n de los tributos sobre el ingreso, 4,1 de los que gravan el consumo y 0,5 de cotizaciones sociales.
Normativa legal
En el impuesto sobre la renta no hay previsi¨®n de modificar la normativa legal. La recaudaci¨®n crecer¨ªa cada a?o en torno al 12%, aunque para 1989 podr¨ªa ascender al 24%. (hasta 2,84 billones de pesetas) porque durante el presente a?o se volver¨¢n a superar los ingresos presupuestados.
En el de sociedades, la media de aumento anual hasta 1992 ser¨¢ del 16,8%. por la buena marcha de los beneficios empresariales y porque se preparan recortes en las deducciones. Pero en 1989 el incremento sobre el presupuesto correspondiente a este a?o, que tambi¨¦n se espera sea superado al alza, se aproximar¨ªa al 43% (hasta 1,03 billones de pesetas).
Para el impuesto sobre el valor a?adido e impuestos especiales, los ingresos estar¨¢n condicionados por la armonizaci¨®n fiscal en el seno de la Comunidad Europea a partir de 1990 (v¨¦ase la columna de la derecha).
Por ¨²ltimo, en las cot¨ªzaciones a la Seguridad Social para 1989 no se preven modificaciones de los tipos y se espera un aumento recaudatorio del 8,5% debido al mayor n¨²mero de cotizantes previstos y al incremento de las bases. Para a?os siguientes, la tasa quedar¨ªa por debajo del 8%.
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