Armenios y azerbaiyanos comparten culpabilidad
A¨²n no se ha olvidado la persecuci¨®n sangrienta de hace siete meses en la ciudad de Sumgait
En unos apartamentos desangelados de un barrio perif¨¦rico de Bak¨², varias familias armenias se alojan provisionalmente. Las puertas son de hierro, y los rostros que se asoman tras ellas, serios y desconfiados. Est¨¢n de luto y de paso hacia Armenia. Son fugitivos llegados de la vecina ciudad de Sumgait (a 32 kil¨®metros al norte de Bak¨²), donde contemplaron y sufrieron la matanza del 28 y 29 de febrero. Treinta y dos personas perdieron la vida: 26 armenios fueron v¨ªctimas directas del pogromo y seis azerbaiyanos fallecieron en el transcurso de la violencia.Los 400 polic¨ªas de la ciudad quedaron desbordados por los v¨¢ndalos que actuaron impunemente durante una jornada y que fueron controlados ¨²nicamente con la entrada en la ciudad de 7.000 soldados. Casi siete meses despu¨¦s, el pogromo de Sumgait es una herida abierta entre armenios y azerbaiyanos en la Rep¨²blica cauc¨¢sica de Azerbaiy¨¢n. Los armenios son el 8% de la poblaci¨®n de esta Rep¨²blica y eran 11.000 personas en Sumgait, un centro petroqu¨ªmico fundado en 1949 donde residen hoy unos 250.000 habitantes aquejados de graves problemas sociales.Nacionalismo reciente"Cuando est¨¦ en Armenia podr¨¦ contar c¨®mo mataron a mi padre, pero mientras est¨¦ aqu¨ª guardar¨¦ silencio porque soy responsable de la seguridad de mi madre", nos explica en Bak¨² un veintea?ero que no quiere ser identificado. El joven, muy delgado y con el cabello y los ojos muy negros, tiene ganas de contar la tragedia que experiment¨® su familia el 29 de febrero, cuando su casa de Sumgait fue saqueada por el solo hecho de que en ella viv¨ªan armenios. La madre, vestida de negro, muestra una extra?a serenidad. Con firmeza, reh¨²sa contar c¨®mo vio asesinar a su esposo, "un hombre que no se met¨ªa con nadie", y c¨®mo ella, a ra¨ªz de los golpes recibidos, fue internada en una cl¨ªnica. Esta viuda, a la que abrazaban las amigas azerbaiyanas durante el funeral, es ahora testigo en los procesos contra los implicados en el pogromo, 94 detenidos, mayoritariamente azerbaiyanos.
"Ahora s¨¦ de lo que es capaz este pueblo. Antes no compart¨ªa las ideas nacionalistas armenias ni las reivindicaciones de Nagorno-Karabaj. Ahora, s¨ª", dice el hijo, que naci¨® en Sumgait y domina mejor la lengua azerbaiyana que la armenia, de la que no conoce el alfabeto.
La chispa de los des¨®rdenes que asolaron Sumgait fue la llegada de un grupo de azerbaiyanos procedentes de Armenia, combinada con la noticia oficial de que dos j¨®venes azerbaiyanos hab¨ªan muerto en Nagorno-Karabaj. "Nadie crey¨® que los muertos fueran s¨®lo dos", afirma el nuevo alcalde de Sumgait, Rasim Eminbeili, que a finales de febrero era el director de la f¨¢brica de aluminio. "Nunca nos imaginamos que pudiera suceder una cosa as¨ª. Ahora me parece un sue?o", dice Eminbeili, que se niega a calificar de azerbaiyanos a los instigadores del pogromo, iniciado tras un mitin de 20.000 personas en el que se rechaz¨® la reivindicaci¨®n secesionista adoptada por Nagorno-Karabaj unos d¨ªas antes. "Entre los arrestados hay un armenio que fue uno de los m¨¢s activos participantes", subraya el alcalde tras el mitin, celebrado junto a la estaci¨®n de autobuses, los exaltados salieron a la caza de armenios, rompieron las puertas de las viviendas, golpearon con barras de hierro, cuchillos y hachas y hasta echaron a la gente por los balcones. Hoy, en estas aceras que fueron manchadas de sangre un vendedor exhibe pac¨ªficamente una partida de melones y los transe¨²ntes se paran a tomar un helado o un zumo.
"Antes no sab¨ªa d¨®nde estaba Eriv¨¢n. Ahora me echo a dormir y tiemblo. Los vecinos son atentos y me ofrecen ayuda. Pero las cosas ya no son iguales", dice Mar¨ªa Allajberdian en el piso de Sumgait que se dispone a abandonar.
De los 4.000 armenios que se marcharon tras los disturbios, seg¨²n la versi¨®n oficial, unos 2.000 han regresado a Sumgait tras ser persuadidos de que la situaci¨®n es segura. Eminbeili cree poder dar garant¨ªas, "basadas en el sentimiento", de que el pogromo no se repetir¨¢.
El Ayuntamiento ha comenzado a organizar partidos de f¨²tbol donde se re¨²ne a miles de personas cuyo comportamiento es observado atentamente, nos dice. "?Azerbaiyanos contra armenios? No. Eso ser¨ªa una provocaci¨®n extrema. Nuestros pueblos tienen sentimientos de culpa el uno frente al otro por lo que pas¨®". Los representantes azerbaiyanos esquivan la adjudicaci¨®n exclusiva de responsabilidades por los sucesos de Sumgait y cualquier comparaci¨®n con un genocidio y las reivindicaciones armenias de Nagorno-Karabaj son comentadas con agresividad en los despachos de Bak¨² y Sumgait.
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