Impuestos para pagar y evitar intereses

El repaso a la evoluci¨®n de las grandes partidas del gasto p¨²blico permite afirmar que una cantidad equivalente a toda la subida de la presi¨®n fiscal desde 1982 ha sido aplicada a pagar los intereses de la deuda p¨²blica y, desde 1986, tambi¨¦n a reducir el d¨¦ficit. Tal incremento se ha centrado exclusivamente en los impuestos, pues las cotizaciones sociales han permanecido estables en una cifra que casi permite cubrir todas las prestaciones sociales, en las que se registra una inflexi¨®n a la baja desde 1986 a pesar de que los principales colectivos destinatarios han crecido durante los ¨²ltimos cinco a?os: m¨¢s de un 50% los parados y un 20% los pensionistas.En concreto, mientras que el descenso del d¨¦ficit en t¨¦rminos de necesidades de financiaci¨®n absorbi¨® en 1986 hasta una peseta de cada 100 producidas por la econom¨ªa, para quedarse en 1987 otras 2,3, los inter¨¦s de la deuda p¨²blica hab¨ªan exigido entre 1982 y 1986 un aumento de recursos equivalente al 3% del PIB. El endeudamiento del conjunto de las administraciones p¨²blicas, que ascend¨ªa a 6,1 billones en 1982 (incluyendo recurso no retribuido al Banco de Espa?a), era al terminar el a?o pasado de 15,3 billones de pesetas.

Consumo p¨²blico

Sin embargo, la mayor partida de gasto para el conjunto de las administraciones centrales y perif¨¦ricas es el consumo p¨²blico. Dentro de ¨¦ste las remuneraciones a los asalariados apenas han crecido en t¨¦rminos de PIB, aun cuando se presume un fuerte aumento de plantillas desde 1982 que el secretario de Estado de Hacienda supo cuantificar ayer. Borrell remiti¨® a los periodistas a un informe donde s¨®lo aparecen datos de 1987 y para las administraciones centrales, que ese a?o -considerado de freno en el incremento del empleo- elevaron sus plantillas el 17.. En las compras de bienes y servicios, que han crecido desde 192,2 en 0,7 puntos de PIB, una tercera parte son inversiones de car¨¢cter militar que se imputan como compras y s¨®lo en 1987 crecieron un 32,6% (hasta 345.000 millones).

Es en el segundo gran cap¨ªtulo del gasto p¨²blico, las prestaciones sociales (subsidios de paro, pensiones, prestaciones sanitarias y ayudas a colectivos como ancianos sin recursos e inv¨¢lidos, donde Espa?a ofrece la mayor diferencia respecto a la media de la CE, donde tales prestaciones superan el 20% del PIB, frente al 14,5% espa?ol. Pese al incremento de los colectivos subceptibles de recibir protecci¨®n, estas prestaciones se redujeron en 0,4 puntos del PIB en 1986, de forma que ahora quedan s¨®lo 0,4 puntos por encima de su nivel de 1982. Si en Espa?a ascienden a 14,5 por cada 100 pesetas producidas, la gran mayor¨ªa (hasta 13 pesetas) son financiadas por las cotizaciones de empresas y trabajadores.

La siguiente partida, los empleos de capital -inversiones p¨²blicas y transferencias de capital- se sit¨²a actualmente en niveles superiores a los europeos. Las inversiones p¨²blicas registraron desde 1982 hasta 1984 un retroceso de 0,6 puntos de PIB.