Per¨² se prepara para un nuevo reajuste econ¨®mico bajo un clima de agitaci¨®n

En v¨ªsperas de un nuevo reajuste econ¨®mico, las expectativas generales en Per¨² se han volcado en la especulaci¨®n del d¨®lar, la agitaci¨®n laboral, la escasez de alimentos y la propuesta empresarial de un "pacto de solidaridad" social, r¨¢pidamente acogido por el Gobierno.

El prolongado Consejo de Ministros del jueves ¨²ltimo, que dur¨® nueve horas y media, no s¨®lo evidenci¨® las diferencias entre la realidad t¨¦cnica y pol¨ªtica que atraviesa la econom¨ªa peruana hoy -en la que los costos social y pol¨ªtico se colocan en primera l¨ªnea- sino a las dificultades para aplicar medidas correctivas urgentes en medio de una aguda crisis.La divisi¨®n entre "gradualistas" e "inmediatistas" viene precedida por la dura experiencia del paquete econ¨®mico antiinflacionario del 6 de septiembre, que no ha logrado, casi tres meses despu¨¦s y a mes y medio de cumplirse el plazo de vigencia del que se llam¨® en los inicios "plan cero", reducir las brechas fiscal y cambiaria, mejorar las exportaciones, eliminar distorsiones en los precios y, en el mejor de los casos, detener la espiral inflacionaria.

Los temas m¨¢s pol¨¦micos de este nuevo ajuste parecen ser el cambiario -dejar flotar el d¨®lar o devaluar-, la cuant¨ªa de la subida de los combustibles y el desmonte de los subsidios, sobre todo en el ¨¢rea alimenticia.

A todo esto, se han adelantado campa?as electorales, ya con nombres propios, para los comicios municipales del a?o pr¨®ximo y los preparativos para congresos partidistas el mes entrante.

Plan de seis meses

El presidente Alan Garc¨ªa, que est¨¢ por el mantenimiento del poder adquisitivo de los asalariados, que han visto mermados sus ingresos en un 66%, y por un costo social m¨ªnimo, asegur¨® el s¨¢bado 19 que el reajuste que se aproxima es un plan de seis meses, con metas concretas en aspectos tales como la exportaci¨®n, la inflaci¨®n y la reducci¨®n de subsidios, entre otros.En sus palabras, estas medidas "tendr¨¢n un costo social menor que las de septiembre" pues ser¨¢n la tercera parte de aqu¨¦llas, garantiz¨® d¨®lares para alimentos y medicinas hasta 1990 en que dejar¨¢ la presidencia y subray¨® tres puntos de inter¨¦s en el plan de reajuste: correcci¨®n de la tasa cambiaria y mantenimiento de su paridad por lo menos en seis meses, la defensa de los ingresos de los asalariados y el apoyo a una gran mayor¨ªa pobre desempleada ante el embate de la lucha antiinflacionar¨ªa.

Sin embargo, estas intenciones no se concretan a¨²n. En la calle el d¨®lar paralelo ha alcanzado cotizaciones que sobrepasan los cien puntos en menos de una semana -de 515 intis se lleg¨® el jueves ¨²ltimo a los 630 intis- y a la especulaci¨®n de la divisa norteamericana acompa?an, hace algo m¨¢s de diez d¨ªas, crecientes colas de personas que desde la madrugada buscan abastecerse de arroz, az¨²car, aceite y leche en polvo.

La agitaci¨®n laboral prosigue y la huelga minera acaba de entrar en su segundo mes sin soluci¨®n. Los gremios exigen que la indexaci¨®n salarial sea respetada y anuncian una serie de huelgas para los pr¨®ximos d¨ªas.

Por su parte,los empresarios, reunidos en su gran asamblea anual "CADE 88", han lanzado la idea de un "pacto de solidaridad" social, que el presidente Garc¨ªa acogi¨® con entusiasmo y rapidez. La concertaci¨®n ya concreta parece que es el asunto que m¨¢s se demorar¨¢.