Revoluci¨®n
Leo en la Prensa que Serra tiene otro piano en su casa, adquirido, ¨¦ste s¨ª, con su propio dinero. Todo un detalle de finura financiera y persistencia mel¨®mana. Han pasado dos o tres semanas desde que surgi¨® el tema del piano y a¨²n sigue el personal d¨¢ndole vueltas al asunto y la oposici¨®n presentando aviesas preguntas en el Congreso. Se dir¨ªa que la gente no ha llegado a percatarse de la bicoca que supone tener un ministro de Defensa semejante. Un se?or de la guerra que, en lugar de llevarse a su casa una resma de informes sobre las metralletas m¨¢s letales del mercado, se lleva un liviano pu?ado de sonatas.S¨ª, ya s¨¦: a la ciudadan¨ªa le reconcome y enrabieta que el Estado, o sea, usted, su prima, su nieto y servidora, le hayamos pagado el maldito piano al se?or Serra. Ahora bien, y puesto que nadie nos consulta sobre el fin en el que emplean nuestro dinero, ?no resulta m¨¢s reconfortante adquirir pianos que lanzagranadas? Yo, la verdad, prefiero que Defensa compre la Filarm¨®nica de Londres y no misiles antia¨¦reos; prefiero el agujero de las flautas a las ¨¢nimas sin alma de los rifles, o el brillo del estofado de las arpas al fr¨ªo resplandor de las cure?as. Los instrumentos musicales, en fin, s¨®lo alcanzan a matar de aburrimiento.
Y, siguiendo el hilo de la l¨®gica, ?no cabe pensar que hay una secreta intenci¨®n en el asunto? ?Un sutil y solapado intento de reconversi¨®n de nuestro Ej¨¦rcito? ?La revolucionaria voluntad de trocar las bombas por los bombos? Quiz¨¢ detr¨¢s de tanta tontuna socialista se oculte un abnegado empe?o de progreso. Y as¨ª, del mismo modo que la huelga general hubiera sido un colosal fracaso de no mediar la cerril actitud del Gobierno contra ella (?qu¨¦ sacrificada y oblicua manera de fomentar la participaci¨®n de los huelguistas!), tambi¨¦n pueden estar comprando pianos como locos para lograr, soterradamente, el desmantelamiento del Ej¨¦rcito. Quiz¨¢ nuestros pobres dirigentes se est¨¦n haciendo pasar heroicamente por imb¨¦ciles para hacer la revoluci¨®n calladamente.
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