Energ¨²menos
Es un viejo tema de la ficci¨®n cient¨ªfica el de que las m¨¢quinas acaban dominando a sus creadores. En el caso de los coches, hace mucho que nos acostumbramos -m¨¢s o menos- a respirar sus gases y a verlos invadir las aceras, pero actualmente el anunciad¨ªsimo autom¨®vil es objeto de verdadero culto. Unos emergen de las aguas como ¨²ltimo grito evolutivo en su din¨¢mica darwiniana, y otros nos aseguran que son "el ¨²nico amigo en quien confiar". ¨²ltimamente est¨¢ de moda el uso abusivo de las se?ales sonoras. Existe hoy en Madrid un numeroso ej¨¦rcito de energ¨²menos hist¨¦ricos que gozan de total impunidad para atormentar a vecinos y viandantes con su odioso claxon. ?No se puede hacer algo para imponer, en beneficio de todos, un poco de racionalidad en el caos? ?Nadie puede hacer nada?-
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