Tina Anselini
Una imagen confortante para la paridad de sexos en Italia
Desde que hace unos d¨ªas fue nombrada presidenta de la comisi¨®n gubernamental para la igualdad del hombre y la mujer, en sustituci¨®n de la socialista Elena Marinucci, Tina Anselmi ha hecho tantas cosas que podr¨ªa pensarse que el Ejecutivo italiano considera el cometido verdaderamente vital. Porque esta v¨¦neta de 61 a?os, diputada democristiana desde 1968, fue la primera mujer ministra (de Trabajo y de Sanidad), presidi¨® la comisi¨®n investigadora sobre la logia mas¨®nica Propaganda Dos (P-2), de Licio Gelli, y actualmente representa a su pa¨ªs en la comisi¨®n de la mujer de la ONU.
Partisana a los 16 a?os, jugadora de baloncesto, organizadora de las hilanderas y del sindicato textil de su provincia -"yo, que empec¨¦ con las mujeres, vuelvo ahora a ellas"-, cruz de guerra al valor militar, dirigente nacional de las j¨®venes democristianas, presidenta de la comisi¨®n pol¨ªtica europea sobre la mujer y licericiada en letras. modernas en Mil¨¢n, lanueva encargada de velar por la paridad de los sexos en ltalia dice haber nacido en un mundo campesino que siein pre se ha negado a abandonar.Tina Anselmi, resuelta y risue?a, est¨¢ considerada entre los honestos de la Democracia Cristiana, incluso por los comunistas, y su afabilidad y la apariencia de que en cualquier momento va a sacar las agujas de hacer punto para aprovechar el tiempo le dan un cierto aire de la abuela que todos los italianos querr¨ªan tener.
Ha mantenido la voluntad de no abandonar sus ra¨ªces en el porte y en sus rasgos, desde un rostro sin un ¨¢pice de maquillaje, ni siquiera la socorrida barra de labios, hasta los zapatos bajos y las medias gruesas, la ausencia de pendientes o el peinadito modoso de sus cabellos rubios naturales.
Hablar a Tina Anselmi sobre ese su abuela symbol le trae a la memoria la encuesta que un semanario hizo hace tiempo, preguntando a los hombres italianos con qu¨¦ mujer querr¨ªan irse a la cama. "Yo, que ten¨ªa ya 50 a?os, qued¨¦ la octava o la novena, a pocos puntos de actrices muy guapas y j¨®venes. Mi madre, que a¨²n viv¨ªa, se escandaliz¨® mucho, aunque le dije que lo que ten¨ªa que hacer era estar orgullosa, porque, con mi edad, pasaba por delante de mujeres j¨®venes, ciertamente m¨¢s bellas y elegantes. ?Y sabe por qu¨¦ me hab¨ªan elegido los hombres? Porque dec¨ªan que era confortante", dice riendo.
Ante la encuesta, recientemente publicada, en la que algunos parlamentarios italianos confiesan que en la C¨¢mara corren la marihuana y la coca¨ªna, Tina Anselmi ha dicho que tales manifestaciones no hacen sino desprestigiar al Parlamento.
"0norevole, no me diga que usted nunca se ha fumado un canuto...". "Pues no, nunca he fumado nada; aunque ten¨ªa una abuela, que me influy¨® mucho y siempre me fascin¨®, que fumaba en pipa, y entonces era una cosa incre¨ªble. Yo aspir¨¦ una bocanada de mentol a los 14 a?os, y fue algo terrible".
Pero que nadie crea que Tina Anselmi no tiene vicios. El principal, robar melones a los campesinos de alrededor, debi¨® de nacerle tan hondo que sigui¨® ejercit¨¢ndose en ¨¦l, incluso siendo ya diputada, seg¨²n cuenta. Y ya, puestos a confesar ¨¦stos, la m¨²sica cl¨¢sica y el folk, andar por el monte, el buen teatro y el cine se convierten en peccata minuta. Y luego, los amigos. Esta mujer, soltera, que vive en un convento, "porque est¨¢ cerca de la C¨¢mara", afirma que le encantan sus amigos y que son un punto de referencia muy importante de su vida.
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