Carreras y Sinatra comparten una noche de ¨¦xito en Londres

Jos¨¦ Carreras apareci¨® en el Covent Garden londinense y suscit¨® las escenas m¨¢s emotivas que recuerda el coliseo. Ahogado en aplausos, el cantante demostr¨® al p¨²blico brit¨¢nico que la enfermedad no le ha restado un ¨¢pice de su capacidad art¨ªstica. En la misma noche del martes, otra megaestrella, Frank Sinatra, satisfizo a quienes hab¨ªan llegado a pagar en la reventa hasta 300 libras (60.000 pesetas) por verle y o¨ªrle.

La del martes fue una velada de reencuentro de los londinenses con dos ¨ªdolos que hac¨ªa a?os no pisaban por la ciudad. En el caso de Carreras, se trataba de dar la bienvenida a un artista al que no hace tanto apenas se le daba una m¨ªnina posibilidad de supervivencia. En Sinatra, los mel¨®manos quer¨ªan despedir a una ¨¦poca de la m¨²sica mel¨®dica: su recital est¨¢ planteado como una gira de despedida, aunque el cantante de los ojos azules se despidi¨® diciendo que va a volver el a?o que viene.Carreras demostr¨® a lo largo de dos horas estar completamente recuperado, con un programa cuidadosamente elegido. Del romanticismo a las arias religiosas, el tenor que comparte liderazgo de la actual afici¨®n con Domingo y Pavarotti, y que evoca las figuras de Carusso y Gigli, convenci¨® al p¨²blico de que la leucemia no le ha bajado del pedestal. El Covent Garden quer¨ªa escuchar a Carreras, y lo hizo con devoci¨®n, rota con no menos de una docena de largos aplausos a lo largo de la noche.

El p¨²blico se mostr¨® entregado antes de que Carreras cantara una sola nota -largu¨ªsima ovaci¨®n cuando apareci¨® sobre las tablas, colas de aficionados esperando en la puerta de acceso de artistas para felicitarle-, y el cantante no defraud¨® las expectativas. La cr¨ªtica especializada le encontr¨® "m¨¢s centrado y concentrado en el tono de lo que sol¨ªa estar en sus ¨²ltimas actuaciones oper¨ªsticas". Para el p¨²blico fue "como si se pusiera todo el tiempo en el l¨ªmite para demostrar que puede hacerlo".

Gira de despedida

Carreras hab¨ªa estado tres a?os sin aparecer por Londres, pero el gran Frank no pisaba por la capital brit¨¢nica desde hace un lustro. Ahora, a sus 73 a?os, est¨¢ embarcado en una gira mundial de despedida.Cuando el padrino de la m¨²sica mel¨®dica acompa?¨® sus palabras con m¨²sica, los aficionados -desde los Roger Moore, Michael Caine y Bob Hoskins de la primera fila al an¨®mino mel¨®mano- se dieron cuenta de que Sinatra tuvo y retuvo. Del inaugural For once in my life hasta que concluy¨® con un popurr¨ª cantado en solitario, a d¨²o y en tr¨ªo con Sammy Davis y Liza Minnelli, teloneros de esta gira mundial, la voz son¨® como se esperaba.

Hubo un momento en que Frank present¨® a la orquesta e hizo saber al p¨²blico que la dirig¨ªa su hijo Frank, "que est¨¢ aqu¨ª para cuidarme cuando me vuelva viejo". No se siente tal, y adem¨¢s advirti¨® que "eso no ocurrir¨¢ nunca". Los 5.200 espectadores salieron del Royal Albert confiando en que el "?Hasta el a?o que viene!" con que se despidi¨® el artista sea realidad. Los m¨¢s previsores ya empezaron ayer a ahorrar, por si no pueden hacerse con localidades en taquilla y tienen que compr¨¢rselas a los reventas, que el martes recibieron 300 libras por una localidad de 75.