Un l¨ªder y un psic¨®logo
J. D. G., ?Cu¨¢l es la raz¨®n de que esta generaci¨®n no tenga un l¨ªder? Para Sanchis, esta deficiencia decisiva en la mala puesta en escena de la Quinta en Mil¨¢n, no tiene f¨¢cil respuesta. "No es un problema de encontrarlo, sino de forma de ser. Un l¨ªder a veces es perjudicial si se depende en exceso de ¨¦l. Tampoco se puede ir a una habitaci¨®n, pens¨¢rtelo un rato y salir siendo un promotor de intenciones en ese sentido".
Pero el Madrid siempre ha tenido gente as¨ª: "Hace cinco a?os aqu¨ª hab¨ªa dos o tres jugadores que ten¨ªan una forma de ser especial, como Camacho, Juanito o Santillana, o antes Stielike y Pirri, jugadores que a los noveles nos serv¨ªan de estandarte. Pero eso es innato. Y lo cierto es que creaban un ambiente especial para partidos importantes que quiz¨¢ ahora no existe".
Sanch¨ªs no ve claro que quiz¨¢ haya llegado el momento de que la quinta d¨¦ un golpe de Estado en el vestuario, porque afirma que "los cambios generacionales no son s¨®lo cuesti¨®n de edad, sino de car¨¢cter". Mientras la quinta se lo piensa, Stielike ha llegado a comentar su sorpresa porque nadie asumiese ese rol de l¨ªder en Mil¨¢n. "Todo el mundo se encogi¨®", ha dicho el alem¨¢n. "A m¨ª", afirma Sanchis, "lo que m¨¢s me sorprendi¨® fue que todos nos contagiamos des¨¢nimo en San Siro. La realidad es que esta vez han pasado varios d¨ªas y a¨²n no me lo explico. Y suele ocurrir cuando al Madrid le meten un gol. En Mil¨¢n, a partir del primer gol, todos dimos por perdida la eliminatoria. Quiz¨¢ lo explicase mejor un psic¨®logo".
Curiosamente, en el Madrid trabaja desde comienzos de temporada un psiquiatra con los juveniles, el doctor Mart¨ªn Pies. Y el primer equipo del Mil¨¢n cuenta tambi¨¦n con un psic¨®logo, que ha sentado en el sof¨¢ a las estrellas de Berlusconi antes de cada partido. "Ser¨ªa una experiencia nueva, porque toda ayuda que mejore el rendimiento es buena. Har¨ªa falta saber si un psic¨®logo o un psiquiatra en una plantilla de f¨²tbol producir¨ªa efectos beneficiosos. Los futbolistas tambi¨¦n somos personas, no robots".
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