'Zorro Plateado
Barbara Bush y su personalidad de matrona, sin la sofisticaci¨®n hollywoodiana o la arrogancia de Nancy Reagan se ha convertido en la verdadera estrella de la presidencia. Los primeros 100 d¨ªas han confirmado que esta mujer de 63 a?os, con aspecto de se?ora Mar¨ªa, que no esconde ni su pelo blanco ni sus arrugas y que bromea sobre su exceso de peso, puede ser una gran primera dama.
Zorro Plateado, como le han apodado sus nietos, transmite la solidez y el car¨¢cter que a veces parecen faltarle a su marido. A¨²nque su influencia en el presidente es notable -al parecer, fue Barbara quien lo convenci¨® de que hab¨ªa que prohibir la importaci¨®n de rifles de asalto-, no se inmiscuye en los asuntos de Estado. Es s¨®lidamente conservadora, pero no tiene una postura radicalmente antiaborto.
El ala este de la Casa Blanca, donde tiene sus oficinas, no se ha convertido en un temido centro de poder en Washington. Barbara ha colocado a una mujer de color al frente de su oficina de prensa. Cuando el lunes pasado acudi¨® con el presidente a los funerales, en Norfolk, por las v¨ªctimas de la explosi¨®n en el acorazado Iowa fueron sus fotos, consolando a los familiares de las v¨ªctimas, las que aparecieron en la primera p¨¢gina de la Prensa.
Barbara sabe estar lo mismo en una cena de Estado que en las caridades y actividades ben¨¦ficas que, como todas las primeras damas del mundo, realiza. Frecuentememte acude, sin fanfarria ni televisiones, a preparar comidas a una instituci¨®n de sopas bobas para vagabundos en Washington.
En los primeros 100 d¨ªas ha tenido que ser sometida a tratamiento de un problema de hipertiroidismo, que est¨¢ controlado pero que le va a obligar a medicarse el resto de su vida. Barbara, que tiene una cota de popularidad superior a la de su marido, ejerce adem¨¢s un c¨¢ustico sentido del humor, como demostr¨® recientemente cuando acudi¨® a una fiesta con periodistas con una peluca de color rojo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.