La iglesia se suma a la ofensiva de la oposici¨®n contra Noriega

"Hoy es un d¨ªa grande para IIglesia", proclam¨® el sacerdote espa?ol Vicente Villanueva, al comienzo de una de las muchas misas que ayer sirvieron en todo Panam¨¢ para que la poblaci¨®n reclamase su triunfo electoral. Pac¨ªficos y masivamente, los opositores paname?os llenaron los templos con la esperanza de recoger all¨ª energ¨ªas para afrontar una semana decisiva pata la supervivencia del r¨¦gimen militar. Era la fiesta de Pentecost¨¦s.
"Que la fuerza del Esp¨ªritu Santo que en este d¨ªa convirti¨® a cada uno de los medrosos disc¨ªpulos en poderosos leones convierta a cada paname?o en un valiente defensor de sus derechos", dijo el padre Villanueva entre el entusiasmo de cientos de personas reunidas en la iglesia de Cristo Rey bajo un manto de pa?uelos blancos.Sentado en el primer banco rezaba el candidato a la segunda vicepresidencia, Guillermo Ford, cuyo, rostro estaba cruzado por los puntos que cerraban las heridas abiertas el mi¨¦rcoles pasado por los miembros de los llamados Escuadrones de la Dignidad. Cuando cantaban el Gloria, entr¨® el candidato a la primera vicepresidencia, Ricardo Arias, recibido, como Ford, con gritos de "?justicia, justicia!"
Como parte de una homil¨ªa en la que el sacerdote anunci¨® el pronto final de "la larga noche, del v¨ªa crucis de Panam¨¢", fue le¨ªdo el comunicado elaborado por los obispos el pasado viernes. En ¨¦l, la Iglesia rechaza la suspensi¨®n de las elecciones y 'pide "en el nombre de Dios, a los responsables ¨²ltimos, que respeten la voluntad del pueblo".
Desmayos de emoci¨®n
El mismo documento y escenas similares se repitieron en las dem¨¢s iglesias de la capital paname?a, por donde fueron transitando los candidatos opositores a lo largo de toda la ma?ana, sin que se produjeran incidentes ni intervenci¨®n policial. Los oficiantes pidieron a Dios por el eterno descanso del sacerdote espa?ol H¨¦ctor Gallego, desaparecido durante el Gobierno de 'Omar Torrijos, y del holand¨¦s Nicol¨¢s van Kleef, muerto el pasado 7 de mayo por disparos de un agente de la polic¨ªa.Algunas mujeres se desmayaron entre la emoci¨®n, otros hac¨ªan circular de mano en mano pasquines con instrucciones para la huelga general convocada para el mi¨¦rcoles pr¨®ximo. Dif¨ªcilmente consegu¨ªa el padre Villanueva mantener el orden entre feligreses apasionados y camar¨®grafos que arrasaban el altar. Ni siquiera la advertencia ir¨®nica de que se ver¨ªa obligado a llamar a la guardia" provoc¨® algo m¨¢s que unas risas hist¨¦ricas.
El comunicado episcopal fue le¨ªdo incluso en la misa transmitida por todos los canales de televisi¨®n, aunque el canal de las Fuerzas de Defensa lo compens¨¦ despu¨¦s con otra misa oficiada por el capell¨¢n castrense en la que hizo votos por "una patria soberana y libre". Los obispos pidieron a los militares que no empleen las armas contra el pueblo y se preguntaron: "?Qu¨¦ justificaci¨®n moral puede haber para dispersar a golpes y balas a hombres y mujeres que no cometen otro delito que el reclamar pac¨ªficamente sus derechos?".
Fue una jornada de total protagonismo de la Iglesia, que cruz¨® as¨ª definitivamente el rubic¨®n y se coloc¨® claramente contra el r¨¦gimen. El mensaje de los obispos incluye un llamamiento a la concordia y un ofrecimiento a interponer "los mejores oficios" de la Iglesia en la b¨²squeda de una soluci¨®n negociada.
Uno de los personajes m¨¢s conocidos del r¨¦gimen, el ex ministro Mario Rognoni, ha declarado que el Gobierno estudia, en coordinaci¨®n con el Grupo de los Ocho, la formaci¨®n de una junta c¨ªvico militar que prepare el camino de una transici¨®n pac¨ªfica. Esta opci¨®n parece contar con el visto bueno de los hombres m¨¢s moderados del r¨¦gimen, pero no de los sectores militares. La oposici¨®n ha manifestado que ver¨ªa con buenos ojos una f¨®rmula de ese tipo siempre que permitiese entregar el poder el 1 de septiembre a su candidato presidencial, Guillermo Endara, y se garantizase la salida de Noriega antes de ese misma fecha.
Amenaza de intervenci¨®n
Hasta el hallazgo de una salida pol¨ªtica, el r¨¦gimen tendr¨¢ que soportar todav¨ªa fuertes presiones, incluida la amenaza de una intervenci¨®n militar norteamericana. Estados Unidos est¨¢ concentrando tropas, municiones y material militar en los alrededores del canal de Panam¨¢, fuera de las bases habituales, ante el clima de perturbaci¨®n pol¨ªtica que vive este pa¨ªs.Fuerzas militares norteamericanas, en cantidades no reveladas, han tomado posiciones en puntos estrat¨¦gicos de las riberas del canal, en territorio ya bajo control de Panam¨¢, pero que las tropas estadounidenses tienen derecho a patrullar en virtud de los acuerdos Torrijos-Carter sobre el canal. Un convoy de m¨¢s de 10 camiones cargados con municiones y explosivos, espectacularmente protegido por cinco tanquetas, se sum¨® en la noche del s¨¢bado a las fuerzas acantonadas en las proximidades del Corte Culebras, que est¨¢ considerado como el punto m¨¢s importante y m¨¢s vulnerable del canal. En ese lugar, los norteamericanos han reunido m¨¢s de un centenar de camiones y han levantado tiendas de campa?a.
El convoy con municiones fue dirigido por veh¨ªculos de la polic¨ªa militar norteamericana, que interrumpi¨® el tr¨¢fico en una carretera p¨²blica paname?a e instal¨® un control de autom¨®viles mientras dur¨® la operaci¨®n. Varias tanquetas permanecieron en los alrededores del canal, a lo largo de los 10 kil¨®metros que separan el Corte Culebras de la base de Howard, de donde salieron los soldados. El Ej¨¦rcito paname?o hab¨ªa retirado el s¨¢bado los controles militares establecidos en d¨ªas anteriores en las entradas de las bases norteamericanas, lo que evit¨® cualquier contacto entre unidades de los dos pa¨ªses.
Noriega acudi¨® hace un mes a la presentaci¨®n del libro Como pez en el agua, en el que su, autor, Nils Castro, uno de los principales ide¨®logos del r¨¦gimen, advierte que, de producirse un ataque militar extranjero, las Fuerzas de Defensa paname?as destruir¨ªan el canal.
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