El amigo de Fraga

"Si Fraga marcha de aqu¨ª ma?ana, yo marcho tambi¨¦n", asegura el empresario Rosendo Naseiro, secretario de Finanzas del Partido Popular (PP), citado repetidamente en los ¨²ltimos d¨ªas como presunto inductor de sobornos pol¨ªticos. Lafidelidad a don Manuel, junto a sus m¨²ltiples negocios y aficiones, pesan mucho m¨¢s en ¨¦l que la pol¨ªtica y que el PP. "A mi menda nunca le van a ver en una lista electoral", asegura; "nunca he cantado el Cara al sol y nadie me ha dado nada en la vida".

"Tengo muy claro que no soy un pol¨ªtico", dice Naseiro; esto [su cargo en el PP] es s¨®lo una experiencia m¨¢s en mi vida". "Digo m¨¢s: si ocurriera una desgracia a Manuel Fraga, creo que dejar¨ªa de ser militante del PP". "Y sin embargo, s¨®lo una vez le ped¨ª un favor, que colocara a un hermano m¨ªo en un banco, y no lo hizo".El tesorero del Partido Popular, que ya en otras ¨¦pocas sembr¨® la alarma en los despachos de la sede popular cuando Fraga le pidi¨® un informe sobre las finanzas del partido, se cierra en banda cuando se le pregunta por la grabaci¨®n en la que el broker Gustavo Dur¨¢n cita su presunto respaldo a una operaci¨®n de compra de votos denunciada recientemente.

"No le voy a contestar a ninguna pregunta relacionada con la funci¨®n pol¨ªtica", dice tajante. "No me gusta que se me nombre, pero no me siento afectado por ese asunto. Lo importante es lo profesional: no figurar en el RAI [registro de impagados]. Si ahora me fuera de aqu¨ª sin hablar una palabra, a mi vida profesional no le afectarla. Hay -una investigaci¨®n en el PP y yo voy a estar calladito hasta que termine". ,Y si el asunto trasciende al terreno penal? "Pues declarar¨¦ lo que haya que declarar".

"No soy un conservador", sentencia, "y no me gusta llevar corbata; algunos que dicen que est¨¢n a la izquierda... eso es muy relativo. Tampoco es que sea socialista, aunque este socialismo de ahora, la verdad, no lo veo tan mal. Han hecho cosas bien, cosas mal, pero no es un desastre. Y respecto a la vida privada, no digamos: creo que puedo hablar con quien me d¨¦ la gana, acostarme con quien quiera y hasta ser maric¨®n".

Un amante del golf

Naseiro no ha puesto plazo a su permanencia en la calle de G¨¦nova, salvo que all¨ª tiene una misi¨®n que cumplir. "Si me canso de estar aqu¨ª, me voy antes. Estar sentado tantas horas me empieza a joder un poco. En tres meses he engordado cuatro kilos". No le gusta el squash, a diferencia de Gustavo Dur¨¢n, sino el golf, algo no tan a mano si se trabaja en el centro.Naseiro tiene 51 a?os, est¨¢ casado -pr¨¢cticamente separado-, y tiene una hija de 22 a?os que estudia Historia del Arte en Madrid. Hablar de su vida y sus or¨ªgenes s¨ª le gusta, sobre todo si es para subrayar que todo lo debe "a la suerte y al trabajo".

Naseiro es un hijo de caseiros. Naci¨® en Lanz¨®s, parroquia de Villalba (Lugo). Su padre emigr¨® a Cuba dos veces, pero no tuvo suerte, y a la vuelta cogi¨® en arrendamiento unas tierras.

Por su edad, no pudo ser compa?ero de juegos de Fraga. "Yo deber¨ªa andar jugando con el aro cuando ¨¦l ya era catedr¨¢tico", ironiza. Estudi¨® bachillerato en Villalba y aprendi¨® el oficio de tintorero a la vez. A los 17 a?os era aprendiz en una tintorer¨ªa de Ferrol, donde tambi¨¦n cargaba carb¨®n en el puerto.

Un viajante de m¨¢quinas de tintorer¨ªa le anim¨® a poner su propia tienda y, con la ayuda de unos ahorros de su madre, abri¨® la primera en Tul (Pontevedra). All¨ª se cas¨® con Olga Rodr¨ªguez Lorenzo, y all¨ª naci¨® su hija. Luego puso otra en Pontevedra, y una pensi¨®n en el piso de arriba, y otras tintorer¨ªas.

Entonces fue cuando decidi¨® meterse en el negocio del transporte, en el que estaba introducida desde antiguo la familia de su mujer, y en el que ¨¦l es ahora un empresario importante con base en Alicante, poseedor de una buena colecci¨®n de floreros y bodegones de pintores valencianos del siglo XVIII. "No soy un ricach¨®n, pero tampoco un desharrapado", afirma.

Tras un primer encuentro con Fraga en Perbes, no lo volvi¨® a ver hasta despu¨¦s de la muerte de Franco, en Alicante, y de all¨ª vino su inilitancia en AP, y su amistad con ¨¦l, que surgi¨®, dice, "por eso del palsanaje".