Las huelgas de transportes dejaron durante ocho horas sin enlaces con Madrid a 200.000 vecinos de Parla y Getafe

Los efectos sumados de las huelgas de autobuses interurbanos y de Renfe provocaron ayer gigantescos atascos en las v¨ªas de acceso de Andaluc¨ªa, Toledo y Extremadura, y en sus prolongaciones en el casco urbano. Getafe y Parla -unos 200.000 habitantes- quedaron aisladas desde las nueve de la ma?ana hasta las cinco de la tarde. En Madrid, el tr¨¢fico fue mucho m¨¢s tranquilo, sobre todo en la mitad norte. S¨®lo la zona de la plaza de Cibeles registr¨® un fuerte atasco, por el corte de tr¨¢fico de los trabajadores de Telef¨®nica, entre las 10.30 y las 11.15.

"Cuatro kil¨®metros, y he tardado una hora. La ¨²lcera ya se ha hecho un agujero sin fin", se quejaba ayer Alberto Gonz¨¢lez, vecino de Getafe, atrapado en el atasco y que, por supuesto, lleg¨® tarde al trabajo. El ¨²nico consuelo pod¨ªa ser que ¨¦l era s¨®lo una de las decenas de miles de personas que en la zona sur se vieron afectadas por las huelgas de autobuses interurbanos y Renfe.A partir de las 7.00 horas de ayer comenzaron a acumularse miles de veh¨ªculos en las carreteras de Andaluc¨ªa, Toledo y Extremadura. Las filas de coches llegaron a alargarse durante 15 kil¨®metros. Motores recalentados y paciencias crispadas por la espera fueron la t¨®nica del d¨ªa de la movida del transporte, en la zona sur. Aun as¨ª, menos afortunados fueron los que tuvieron que tomar un taxi y desembolsar 2.500 pesetas para llegar, a destiempo, al trabajo.Durante pr¨¢cticamente todo el d¨ªa, Getafe y Parla quedaron aisladas. Hasta las nueve de la ma?ana, los ciudadanos pudieron recurrir al ferrocarril de cercan¨ªas, que tampoco funcion¨® al 100%, sino s¨®lo al 75% de su capacidad, en cumplimiento de los servicios m¨ªnimos. Pero desde las nueve hasta las cinco de la tarde, Parla y Getafe quedaron sin ning¨²n medio de transporte p¨²blico para comunicarse con Madrid o las localidades cercanas. Los servicios m¨ªnimos de Renfe se reanudaron luego, hasta las 21 horas, hora en que ambos pueblos reanudaron su aislamiento.

Cansancio

La gente comienza a perder su ya maltratada paciencia ante un conflicto que se hace cansado y tortuoso. "Yo comprendo que cada trabajador exija sus reivindicaciones laborales, pero que se den cuenta de que los dem¨¢s tambi¨¦n trabajamos y necesitamos el transporte", se lamentaba un hombre que ayer no pudo acudir a su puesto laboral. Sin embargo, los comit¨¦s de huelga de Autobuses Urbanos del Sur y de Transportes de Cercan¨ªas mantienen los paros para los d¨ªas 9, 12, 14, 16, 19, 23, 26 y 30 de junio, si no se llega a un acuerdo con las empresas.

En las estaciones de Atocha y Chamart¨ªn, la acci¨®n de piquetes de trabajadores origin¨® algunos retrasos en la salida de trenes.

Aunque los autobuses interurbanos de M¨®stoles y Alcorc¨®n no est¨¢n de huelga, los atascos perjudicaron tambi¨¦n seriamente a miles de personas de ambas localidades. El embotellamiento comenz¨® a gestarse a partir de la salida del barrio de San Jos¨¦ de Valderas, de Alcorc¨®n, a la N-V, ya que en ese punto confluyen los veh¨ªculos procedentes del Parque de Lisboa, Los Castillos y de la circunvalaci¨®n norte de Alcorc¨®n, que une Fuenlabrada y Legan¨¦s con esta localidad.

Por lo menos, la l¨ªnea de cercan¨ªas de Renfe de Villaviciosa de Od¨®n a Embajadores funcion¨® con toda normalidad. Entre las 6 y las 8.30 horas, los trenes circularon con una frecuencia de seis minutos.En Madrid, se celebr¨® una nueva jornada de paro de los transportes discrecionales de viajeros. Un portavoz de CC OO confirm¨® que no hubo servicios m¨ªnimos, salvo para el traslado de escolares con minusval¨ªas. No se produjeron incidentes dignos de menci¨®n. Hay convocadas nuevas jornadas de huelga para los pr¨®ximos d¨ªas 7, 8 y 9 de junio.

Parad¨®jicamente, la circulaci¨®n en el centro de la ciudad -excepto el atasco ya rese?ado en torno a la plaza de Cibeles fue m¨¢s flu¨ªda que cualquier otro viernes, tal vez porque el temor a los atascos llev¨® a muchos automovilistas a no usar su veh¨ªculo privado o desplazarse lo menos posible por la ciudad.