Paz en Angola

Es demasiado pronto para descorchar el champa?a por una paz duradera en Angola, pero tras 14 a?os de guerra un alto el fuego es una buena noticia. Hace tres meses el presidente Jos¨¦ Eduardo Dos Santos aseguraba que nunca negociar¨ªa con Jon¨¢s Savimbi, el l¨ªder de los rebeldes de UNITA. Pues bien, han acudido a Zaire y se han estrechado las manos en una reuni¨®n a la que han asistido dirigentes de 14 Estados africanos y ha despertado la esperanza de una pacificaci¨®n que ning¨²n pol¨ªtico de Angola puede ni ignorar ni desaprobar. Silenciar los fusiles es m¨¢s f¨¢cil que fundir ambas partes en un Gobierno y un Ej¨¦rcito ¨²nicos. Pero Savimbi ten¨ªa raz¨®n al decir que ¨¦ste "es un nuevo comienzo". La dimensi¨®n africana viene a complementar el acuerdo que en diciembre, con la mediaci¨®n de Estados Unidos, decidi¨® la independencia para Namibia y la retirada de todas las tropas cubanas de Angola en 1991. Con los cubanos de vuelta a casa, a Savimbi le result¨® dificil resistir los llamamientos a la paz de los pa¨ªses africanos. Y con el fin de las incursiones de Sur¨¢frica en Angola y la concesi¨®n de la independencia a Namibia, el r¨¦gimen, marxista del presidente Dos Santos no pudo negarse a negociar con las guerrillas de UNITA, aliadas de EE UU. La tregua de Angola pone de relieve un hecho importante: tras a?os de guerras, sequ¨ªa y fracaso en las pol¨ªticas agr¨ªcolas, los africanos buscan ahora m¨¢s que nunca soluciones propias a sus problemas. 26 de junio