Nicol¨¢s Redondo aplaza su retirada como secretario general de UGT hasta pasado el congreso de 1990

Nicol¨¢s Redondo est¨¢ decidido a aplazar su retirada como secretario general de la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT), que, seg¨²n hab¨ªa confesado hace a?os a sus colaboradores m¨¢s cercanos, ten¨ªa prevista para el congreso posterior a la celebraci¨®n del primer centenario del sindicato, que se cumpli¨® en 1988. Los conocidos problemas con la direcci¨®n del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE) le impiden irse ahora, pero s¨ª tiene intenci¨®n de dejar bien perfilada su sucesi¨®n en el pr¨®ximo congreso, que celebrar¨¢ la central en la primavera de 1990.

El Comit¨¦ Confederal de UGT, que se debe reunir en los ¨²ltimos d¨ªas de octubre, fijar¨¢ la fecha de su pr¨®ximo congreso y todos los datos apuntan a que este tenga lugar en la primavera de 1990, y m¨¢s concretamente en el mes de abril. No va a ser una convenci¨®n de tr¨¢mite, ya que en ¨¦l va a quedar atada la sucesi¨®n en la direcci¨®n del sindicato.Los problemas en las relaciones de la central con el partido socialista impiden que Nicol¨¢s Redondo deje la secretar¨ªa general en 1990, pese a que desde hace tiempo hab¨ªa elegido esa fecha para su retirada, porque quer¨ªa estar al frente del sindicato cuando se cumplieran los 100 a?os de la organizaci¨®n,

El m¨¢ximo dirigente ugetista, que cumpli¨® 62 a?os el pasado d¨ªa 16 de junio, est¨¢ dispuesto a iniciar un nuevo mandato, pero antes de irse dejar¨¢ marcada su sucesi¨®n y, seg¨²n las tradiciones de UGT, el futuro secretario general debe formar parte de la ejecutiva confederal que salga elegida en la primavera pr¨®xima.

Es Nicol¨¢s Redondo quien decide la composici¨®n de su equipo, pero los primeros movimientos para colocar candidatos ya se han iniciado, pese a que los portavoces del sindicato lo niegan y aseguran que todos los esfuerzos est¨¢n dedicados ahora a fortalecer la organizaci¨®n, extender los servicios y aumentar la afiliaci¨®n.

Dos dirigentes territoriales con posibilidades de entrar en la Ejecutiva Confederal son Rafael Recuenco, actual secretario general del Pa¨ªs Valenciano, y Alberto P¨¦rez, m¨¢ximo responsable del Pa¨ªs Vasco, quien ya en el anterior congreso confederal se neg¨® a dejar su tierra para venirse a Madrid. Pero es Ant¨®n Sarac¨ªbar el candidato a la secretar¨ªa general con m¨¢s posibilidades, y desde hace meses viene acompa?ando a Redondo en todos sus viajes al extranjero para que sea conocido en los foros internacionales, cuando su responsabilidad como secretario de organizaci¨®n conlleva unas tareas meramente internas.

Relaciones con el PSOE

De cara al congreso confederal, todos los dirigentes ugetistas prev¨¦n que se agudicen los problemas importados desde el PSOE, y que el partido socialista intente de nuevo hacerse con el control de UGT, aunque est¨¢n convencidos que esos intentos no van a prosperar porque "somos m¨¢s y tenemos raz¨®n", seg¨²n una frase que circula por la organizaci¨®n. Tampoco la direcci¨®n del partido socialista cuenta con un candidato alternativo, por lo que desde UGT sospechan que la guerra ahora se va a convertir en magnificar las discrepancias que hay entre las familias del sindicato.

Tambi¨¦n prev¨¦n que se vuelvan a reproducir los problemas del congreso de 1980, donde Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur recibi¨® un voto de censura y, mientras el resto de la ejecutiva result¨® elegida con casi el 90% de los votos, ¨¦l tuvo un apoyo del 51,05% de los delegados.

El congreso de la central se desarrollar¨¢ s¨®lo unos meses antes de las elecciones sindicales y puede coincidir con las generales. De cara a esos comicios, el sindicato no est¨¢ dispuesto a repetir la experiencia de 1982 y 1986 y mucho tienen que cambiar las cosas para que vuelva a pactar el programa electoral con el partido socialista.

Entre los cambios de estatutos que se preparan para el congreso, ya se est¨¢ trabajando en modificar la composici¨®n de los comit¨¦s federales, donde cada provincia tiene un voto, sea cual sea su tama?o. Se quiere ir a una representaci¨®n proporcional para evitar la repetici¨®n de los problemas que se vienen registrando en la federaci¨®n minera desde hace seis a?os, donde no se corresponden los mandatos que respaldan a las direcciones elegidas en los congresos con los comit¨¦s.