El tab¨² inconfesable de la democracia
Baudrillard: "El secreto mejor guardado del poder es que no existe"
Jean Baudrillard, soci¨®logo franc¨¦s, y Paolo Fabbri, fil¨®sofo italiano, iniciaron ayer el ciclo de conferencias Figuras del secreto, dentro de los cursos de verano que la Universidad Complutense viene desarrollando en El Escorial. El curso, planteado en ¨¦poca estival, pero con rigor acad¨¦mico, por Jorge Lozano, re¨²ne, adem¨¢s de los citados, a Pietro Pucci, catedr¨¢tico de Fiolog¨ªa de la universidad de Cornell (EE UU), y Louis Marin, catedr¨¢tico de Teor¨ªa del Arte en I'?cole des Hautes ?tudes en Sciencies Sociales de Par¨ªs. Fabbri y Baudrillard coinciden en apreciar el secreto como uno de los componentes b¨¢sicos de la conducta humana en la sociedad democr¨¢tica, en una ¨¦poca dominada en teor¨ªa por la transparencia.
El secreto es, sin duda, uno de los tab¨²es que roe, con la obstinaci¨®n de los porcinos, la aparente calma chicha de nuestra sociedad democr¨¢tica. No es balad¨ª, por tanto, el objetivo que re¨²ne en El Escorial a un soci¨®logo franc¨¦s, un catedr¨¢tico de Teor¨ªa del Lenguaje italiano, un fil¨®logo norteamericano y un experto en est¨¦tica tambi¨¦n franc¨¦s. Lozano, instigador de las jornadas, las concibi¨® como un homenaje (secreto) a la obra Figuras en la alfombra, de Henry James, y tambi¨¦n "porque, parad¨®jicamente, en una sociedad dominada por la imagen, la transparencia y lo que Baudrillard denomina la obscenidad de la comunicaci¨®n, subsiste la necesidad del secreto, manifestada de mil formas".Jean Baudrillard en manifestaciones a EL PA?S, reconoce "que ya no hay formas secretas del poder, aunque el secreto mejor guardado del mismo es que no existe. El poder es un espacio vac¨ªo en el que finalmente caemos todos, incluidas las otras formas posibles del poder. Su ¨²nica funci¨®n consiste en hacer visible sus propios mecanismos, y aunque tiene consecuencias, no deja de ser una suerte de simulaci¨®n".
Dentro de la democracia, los partidos pol¨ªticos ser¨ªan los agentes te¨®ricos de las clases sociales. Tal convenci¨®n no convence al profesor Baudrillard, de 60 a?os, para quien "las clases sociales no dejan de ser un misterio que hace a?os se pens¨® tener resuelto, y no es as¨ª. Los partidos son en realidad la ficci¨®n de que las clases sociales existen. Y acabamos crey¨¦ndolo".
Preguntado sobre qu¨¦ disciplina est¨¢ m¨¢s pr¨®xima al secreto, si la filosof¨ªa o la sociolog¨ªa, el profesor Baudrillard observ¨® en primer t¨¦rmino una contradicci¨®n: "No es muy compatible disciplina y secreto. La disciplina, por definici¨®n, aspira a anular los secretos", para despu¨¦s afirmar: "Toda perspectiva es una simulaci¨®n. Algunas disciplinas se proponen explorar, aquellas a las que se otorga el car¨¢cter de cient¨ªficas. En el sentido coloquial que usted da a su pregunta, las que pretenden s¨®lo interpretar, al ser menos objetivas, est¨¢n m¨¢s cercanas al secreto. Pero la caracter¨ªstica principal del secreto es ser transversal a cualquier disciplina".
Las sectas y grupos inici¨¢ticos que hoy proliferan se le aparecen a Baudrillard como producto de una reacci¨®n, secundarias, subproductos. No comportan una forma simb¨®lica de organizaci¨®n social".
Paolo Fabbri est¨¢ en la edad de la madurez. Conserva una capacidad de respuesta tremenda y tambi¨¦n las formas de la juventud. Es italiano, en el sentido en que hoy ser italiano es una forma de estar en el mundo. Su conferencia fue agresiva, incitativa e inteligente: la cultura puesta al servicio de la intercomunicaci¨®n, la doble v¨ªa que surge de una informaci¨®n puesta en el hoy y una cultura situada en la historia. "El secreto en nuestra sociedad es una evidencia. Recientemente, en Espa?a, el Instituto de Estad¨ªstica ha sido elevado a rango pol¨ªtico; pues bien, de sus estatutos, siete art¨ªculos est¨¢n dedicados a regular el secreto". "La sociedad actual piensa en el secreto como en el mal. Esto viene de una filosof¨ªa iluminista que se encamina a una transparencia imposible". Para el ling¨¹ista italiano, esta forma de enfocar el problema resulta socialmente negativo en tanto 1a tendencia a desconocer la existencia del secreto hace que la gente sea insensible a su regulaci¨®n".
El ling¨¹ista italiano entiende que "el secreto es preformativo" de las formas sociales, y recuerda con este motivo la an¨¦cdota de Picasso cuando concluy¨® el retrato de Gertrude Stein. Alguien le dijo: "No se parece". A lo que Picasso contest¨®: "Ya se parecer¨¢". Paolo Fabbri aconseja "inirar la mirada del traidor", por cuanto en ella existe mayor intensidad y es de esperar "inayor conocimiento de lo social a¨²n en el supuesto de que lo que sostiene a la sociedad secreta es al tiempo su propia debilidad: todo conjurado es un traidor en potencia".
Fabbri piensa que en los avances de la inteligencia artifical se ha producido una crisis al renunciar a la copia de un modelo que ser¨ªa una simulaci¨®n del pensamiento humano. De la misma manera que la l¨®gica moderna "ya no puede ser una l¨®gica diferencial, sino una l¨®gica estrat¨¦gica que encuentra una absoluta dificultad para expresar sus conquistas".
Restauraci¨®n te¨®rica
En la historia, el secreto ha planteado una problem¨¢tica que se ha intentado siempre "resolver con una l¨®gica narrativa, -c¨®mo en las novelas de intriga-, pero la narratividad tiene una l¨®gica que ya no es suficiente porque hoy una computadora puede crear un lenguaje indescifrable, el secreto perfecto guardado por un ordenador que mientras se crea otro capaz de descifrarlo, pudiera regenerar su propio c¨®digo".Contra la invasi¨®n del secreto, o m¨¢s bien "para aprender a convivir con ¨¦l", Fabbri se muestra partidario de una Restauraci¨®n Te¨®rica que en cierta medida vendr¨ªa a coincidir con el deseo de Habermas de "urbanizar la casa del Ser": Una redistribuci¨®n kantiana del saber. Un saber disciplinado dentro de las dimensiones cl¨¢sicas que reconozca que la "comunidad resulta hecha por el lenguaje y no a la inversa". De ese reconocimiento se desprende la importancia del "origen de la comunicaci¨®n".
Para Fabbri esa Reconstrucci¨®n Te¨®rica tendr¨ªa que ir acompa?ada de "una nueva manera de entender el conocimiento, una manera no iluminista, que surgiera del contraste diario con lo secreto". Fabbri a?ade, "que, a la vez, tenemos que dejar de considerar al secreto como un estado, el secreto es un proceso m¨®vil de la comunicaci¨®n, o dicho de otra forma la comunicaci¨®n es una de las modalidades del secreto".
Pietro Pucci, Louis Mar¨ªn, Jorge Sempr¨²n, Alberto Oliart, Clemente Auger, Mario Perniola, Alain J.J. Cohen y Michel Maffesoli, abordar¨¢n hasta el pr¨®ximo d¨ªa 28 el tema del secreto desde sus respectivas experiencias y dominios.
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