Pistachos y pu?ales
Al¨ª Akbar Hashemi Behramani Rafsanyani, hoyatoleslam del islam shi¨ª, elegido cuarto presidente de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n en sus 10 a?os de vida republicana, accede a una presidencia reci¨¦n transformada por ¨¦l mismo en m¨¢ximo escal¨®n del poder ejecutivo iran¨ª. Es a¨²n presidente del Parlamento desde 1980, jefe de las fuerzas armadas desde el 2 de junio de 1988 y n¨²mero dos del r¨¦gimen tras la muerte del ayatol¨¢ Mohamad Bejest¨ª, en junio de 1981.Rafsanyani naci¨® en agosto de 1934 en la ciudad de Rafsanyan, provincia de Kerm¨¢n, en una acaudalada familia dedicada a la venta de pistachos. Pese a no pertenecer al linaje del profeta, el joven Rafsanyani se inclin¨® hacia los estudios religiosos cor¨¢nicos, que sigui¨® a partir de los 16 a?os en la escuela teol¨®gica de Qom, la ciudad santa shi¨ª. All¨ª entr¨® en contacto con el ayatol¨¢ Jomeini.
Casado y con cinco hijos, tres mujeres y dos varones, Rafsanyani fue hombre del aparato isl¨¢mico shi¨ª durante los a?os de lucha contra el r¨¦gimen del destronado Reza Pahlevi en la clandestinidad. Paralelamente, amas¨® una considerable fortuna como constructor. Autor de dos libros, uno sobre la cuesti¨®n palestina y otro sobre historia, de talante dicharachero, ceremonioso y amante del f¨²tbol, sali¨® plenamente a la superficie pol¨ªtica en 1979 como miembro del Consejo de la Revoluci¨®n.
Su apodo, Kus¨¦, tibur¨®n, procede de su mand¨ªbula lampi?a, y su voz aguda y met¨¢lica, capaz de hacer llorar y de estallar en humoradas festivas, es una de las se?as de identidad del r¨¦gimen isl¨¢mico de Teher¨¢n. Presidente durante nueve a?os del Parlamento iran¨ª, Majlis, desarroll¨® su pasi¨®n por la componenda y el pragmatismo propia del vendedor de pistachos, y cuando el pacto no es posible, la de esgrimir el pu?al pol¨ªtico en la barriga de sus rivales.
Rafsanyani domina el arte del juego pol¨ªtico en corto. T¨¢ctico por vocaci¨®n y estratega por obligaci¨®n, el m¨¢s populista de los seguidores de Jomeini se ha convertido en su primer sucesor.
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