La eternidad cuesta un mausoleo
La ¨²ltima moda en Italia es construirse en vida un monumento funerario
En Italia, el s¨ªmbolo moderno de la distinci¨®n no es poseer un Masserati fuera de serie, un avi¨®n particular o un velero de 24 metros. El que quiere presumir de verdadero VIP (very important person) tiene que construirse en vida su monumento funerario, porque mientras lo dem¨¢s es ef¨ªmero, la tumba -como en los tiempos de los faraones- tiene, se dice, un cierto "valor de eternidad". Por eso, los c¨¦lebres personajes de la vida italiana buscan a los arquitectos de moda para que les construyan sus mansiones para la otra vida, como si en ella fueran tambi¨¦n a ser reyes.
Silvio Berlusconi, rey de la televisi¨®n privada y uno de los grandes emergentes de este pa¨ªs, todo el dia en vuelos internacionales, ha acudido a un arquitecto de moda, Pietro Cascella, que vive en un fant¨¢stico castillo rehabilitado en Garfagnana, para que le prepare su monumento "m¨¢s all¨¢ del tiempo".Al parecer, dicha construcci¨®n deb¨ªa haber estado ultimada para junio, pero Berlusconi ha querido las cosas a lo grande: los mejores materiales y la m¨¢xima originalidad. Ha exigido que sea el mismo arquitecto quien escoja el m¨¢rmol que va a usar. Se trata de un conjunto de paralep¨ªpedos que ser¨¢n montados con un juego de geometr¨ªa y que deber¨¢ estar acabado para este oto?o. Lo que a¨²n no se sabe es en cu¨¢l de los jardines de sus dos fabulosas residencias el hombre de la televisi¨®n piensa colocar su castillo funerario. Aunque sus amigos ya han querido subrayar que m¨¢s que una "capilla funeraria" se va a tratar de un "lugar de pensamientos de vida", no un monumento de muerte".
Quiz¨¢ Berlusconi se ha inspirado en la excentricidad de Guido Ceronetti, quien ha lanzado la idea de que estos monumentos funerarios en realidad son "el lugar m¨¢s riente y hospitalario" y que deber¨ªan servir como lugar de reuni¨®n y de conversaci¨®n del propietario con sus amigos ¨ªntimos. Eso s¨ª, se subraya, para hablar de la vida y no de la muerte, y, sobre todo evitando comentarios como "?Qu¨¦ bien te encuentro, est¨¢s como rejuvenecido!", que desentonar¨ªan en aquel sitio. Mejor hablar de filosof¨ªa, de la belleza de la naturaleza sin conta minar, es decir de lo que tiene "sabor eterno de tierra".
Monumentos 'firmados'
Lo cierto es que a los arquitectos mejores y a los m¨¢s famosos se los est¨¢n rifando los nuevos grandes, porque deben ser monumentos firmados. De ah¨ª el que est¨¦ surgiendo una verdadera arquitectura funeraria en la que se est¨¢n especializando grandes firmas como Arnaldo Pomodoro, Massimo Scolari y Alessandro Anselmi, adem¨¢s de Cascella, el artista de Berlusconi. La revista de arquitectura Lotus International le ha dedicado un n¨²mero monogr¨¢fico al tema funerario.
Esto esta dirigido a los nuevos faraones, que ya no soportan que un d¨ªa sus huesos puedan estar codo a codo con los de los otros pobres mortales. Pero, l¨®gicamente, tambi¨¦n los pobres mortales, acuciados por esta fiebre de "belleza de inmortalidad" de los grandes, est¨¢n aumentando sus exigencias. Y las agencias de pompas f¨²nebres se est¨¢n modernizando y ofrecen cada vez cosas m¨¢s in, m¨¢s exquisitas, como, por ejemplo, coches f¨²nebres con aire acondicionado. Y existe una publicaci¨®n, no en venta, llamada La Esfinge, que se distribuye gratis a las 4.000 agencias funerarias italianas, en la que se anuncian las ¨²ltimas novedades en la materia. El lenguaje es tan sofisticado en una sociedad como la italiana en la que la palabra muerte no se puede pronunciar y donde se hace, no la se?al de la cruz, o un gesto de respeto al paso de un coche f¨²nebre sino los cuernos, que a veces parece como si estuviesen anunciando viajes ex¨®ticos o ventas de chal¨¦s adosados o de lujo.
Lo importante es que de nosotros, tan olvidados y an¨®nimos aqu¨ª abajo en vida, quede, como dice la publicidad, "un signo inequ¨ªvoco entregado a la posteridad".
Y los que no pueden permitirse el lujo del lugar privado y del arquitecto genial para su "¨²ltimo chal¨¦", buscan por lo menos que sus restos reposen en el cementerio mejor. De ah¨ª que, por ejemplo, el cementerio central de Mil¨¢n est¨¦ considerado el solar m¨¢s caro del pais: 1.100.000 pesetas el metro cuadrado, mientras que en Roma, el c¨¦lebre Cementerio del Verano, est¨¢ ya completo desde 1969, y la gente tiene que contentarse con ir a descansar al de las afueras, el popular Prima Porta.
Abad¨ªas y conventos
Los que pueden buscan un lugar en abad¨ªas y conventos famosos, para estar m¨¢s tranquilos. En Roma, un lugar de lujo es la cripta de la bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa la Mayor, de la cual fue can¨®nigo Francisco Franco, ya que el oro que reviste el techo fue tra¨ªdo de Am¨¦rica por los espa?oles. En dicha cripta reposan miembros de la aristocracia, como los Borghese y los Pallavicini.
Por su parte, los verdes y la instituci¨®n ecologista Italia Nostra est¨¢ lanzando una campa?a para que el Gobierno liberalice por completo la cremaci¨®n. El eslogan es: "No borra el recuerdo, no quema el alma, no es pecado y no ocupa espacio".
Tambi¨¦n se lleva el enterramiento ecol¨®gico, es decir, en el verde, fuera del cemento de las ciudades. Por ejemplo, Citati, el escritor y cr¨ªtico literario de La Repubblica, ha escrito: "Hagamos que nos entierren en nuestros jardines, cerca de las encinas, de los chopos, de las mimosas y de los rosales". ?Y los que no tienen jard¨ªn propio? Ning¨²n problema, responde el escritor: "Que se le entierre en el campo, en los bosques".
La idea de la tumba mausoleo dentro del propio jard¨ªn es la soluci¨®n que tambi¨¦n han buscado los Agnelli, los Crespi, los Brion. Otros han buscado algo intermedio: el cementerio de provincia, "casi un jard¨ªn", como ha hecho la c¨¦lebre periodista Oriana Fallaci, que ha buscado un lugar buc¨®lico en el camposanto de los laureles en las afueras de Florencia.
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