Deshojando la margarita presidencial

Ozal lleva varios meses deshojando la margarita mientras la oposici¨®n le acusa de querer saltarse las normas democr¨¢ticas, ya que no la ley. ?Quien ser¨¢ el pr¨®ximo presidente de Turqu¨ªa, cuya elecci¨®n est¨¢ prevista para finales de octubre? "Un miembro del actual Parlamento y del partido del Gobierno", asegura rotundamente el primer ministro. "Pero a¨²n no he decidido si yo mismo ser¨¦ o no candidato. Hay m¨¢s y menos que estoy considerando. Por una parte no tengo claro que ¨¦se sea el puesto adecuado para un pol¨ªtico activo; por otra, tal vez sea el momento de dar paso en el partido y el Gobierno a gente m¨¢s joven".Los conservadores de Suleim¨¢n Demirel y los socialdem¨®cratas de Erdal Inonu acusan a Ozal de querer sentarse en el sill¨®n presidencial con el voto de una Asamblea que ha dejado de representar al pueblo turco, tras la estrepitosa derrota del Gobierno en las elecciones locales del pasado mes de marzo, cuando el Partido de la Madre Patria qued¨® en tercer lugar con apenas el 21% de los votos. El primer ministro ha rechazado todos los llamamientos a disolver la C¨¢mara y hacer elegir una nueva, m¨¢s acorde con la voluntad popular, que designase al nuevo jefe de Estado. Ozal se niega, y, pese a todas las predicciones, se mantiene en el poder. Las ¨²ltimas encuestas atribuyen a su partido menos del 15% de las intenciones de voto.

"Ser¨¢ la primera vez en que el presidente sea una emanaci¨®n de la voluntad del Parlamento elegido por el pueblo y no impuesto desde fuera, como en el pasado", asegura Ozal. "Las objeciones de la oposici¨®n se producen porque sabe que el jefe de Estado tiene ciertos poderes, y no son s¨®lo simb¨®licos y de representaci¨®n, y piensa que si un dirigente de mi partido ocupa el cargo perder¨ªa toda ventaja hasta 1992. Pero eso no es cierto, sea quien sea el elegido, actuar¨¢ como presidente de Turqu¨ªa", por el bien del pa¨ªs, afirma.

Ozal niega que exista ninguna irregularidad. "El Parlamento fue elegido en 1987 y cumplir¨¢ su mandato, hasta 1992. Las elecciones locales son otra cosa". El primer ministro descarta un retraso de la elecci¨®n presidencial, como lleg¨® a aventurarse hace semanas. "Se celebrar¨¢ cuando estaba previsto y creo que el resultado llegar¨¢ en la tercera o cuarta votaci¨®n", afirma.